Por Manuel Filomeno
Twitter, Facebook, Instagram y TikTok, entre otras plataformas digitales, dejaron de ser simples medios de entretenimiento para convertirse en poderosos canales de difusión de ideas, noticias y tendencias. Las marcas han encontrado en estas plataformas una oportunidad inigualable para posicionar productos, servicios e incluso fortalecer su identidad. Pero, ¿cómo es que ciertos temas logran volverse virales y captar la atención de millones de personas en cuestión de horas?
Mayra Alcántara, experta en comunicación, publicidad y marketing digital, y directora de comunicación, relaciones públicas y publicidad en Warner Bros y Discovery para México y Centroamérica, explica que las tendencias virales son altamente deseadas por muchas empresas, pero raramente se puede predecir cuándo un contenido tendrá un impacto masivo.
“No es posible ‘viralizar’ un contenido como un objetivo per se. La viralidad ocurre cuando un contenido se vuelve popular en redes sociales y alcanza rápidamente a una gran audiencia”, comenta Alcántara. Según ella, «en realidad no importa el formato o la plataforma; lo crucial para que un contenido se considere viral es que sea visto, compartido o replicado por muchas personas en un corto período de tiempo».
La viralidad es un fenómeno complejo influenciado por varios factores, siendo uno de los más importantes la emoción. Contenidos que generan fuertes respuestas emocionales —como alegría, sorpresa, tristeza o indignación— tienen más probabilidades de ser compartidos. Generalmente, los posts que provocan emociones positivas tienden a viralizarse más rápidamente, aunque aquellos con contenido polémico o temas de justicia social también pueden captar la atención masiva.
Otro factor clave en la viralidad es la relevancia social. Los temas que abordan problemas actuales o preocupaciones comunes resuenan profundamente entre los usuarios. Durante la pandemia del Covid-19, por ejemplo, los contenidos relacionados con la salud, el bienestar y la seguridad experimentaron un notable auge. Además, noticias de última hora o eventos impactantes, como desastres naturales o decisiones políticas controversiales, tienen un alto potencial de viralización.
Cómo volverse tendencia en redes sociales
Las redes sociales ofrecen a las marcas una oportunidad única para conectar con su audiencia y aumentar su visibilidad mediante la participación en temas virales. Sin embargo, el éxito radica en ser rápido, auténtico, relevante y sensible. Aquí van ocho consejos para los estrategas de las empresas:
- Monitoreo constante de tendencias: utilizar herramientas de escucha social y análisis de tendencias, como Hootsuite, Brandwatch y Google Trends, es fundamental para identificar rápidamente qué temas están ganando tracción.
- Relevancia y autenticidad: las marcas deben elegir temas que sean relevantes para su audiencia y estén alineados con sus valores. Intentar capitalizar una tendencia que no se relaciona con la marca puede parecer forzado o insensible.
- Contenido creativo y oportuno: las marcas deben ser rápidas en crear contenido que sea tanto creativo como relevante para el tema en tendencia. Dado que la viralidad tiene un ciclo de vida corto, el impacto puede disminuir rápidamente si las marcas tardan demasiado en reaccionar.
- Colaboraciones con influencers: colaborar con influencers alineados con la marca puede maximizar el alcance del contenido y aumentar el compromiso.
- Aprovechar el tiempo real y las funcionalidades de las plataformas: utilizar transmisiones en vivo, historias de Instagram, reels y TikToks para interactuar directamente con la audiencia durante el auge de una tendencia.
- Adaptar la comunicación según el canal: es crucial adaptar el mensaje al canal específico, utilizando formatos de contenido que mejor resuenen con la audiencia de esa plataforma.
- Mantenerse sensibles y responsables: no todas las tendencias son adecuadas para ser aprovechadas. Un mal paso en estos contextos puede resultar en una reacción negativa y dañar la reputación de la marca.
- Evaluar el impacto y aprender de la experiencia: es fundamental analizar el impacto de cada campaña y aprender de cada experiencia para mejorar futuras estrategias de capitalización de tendencias virales.
El poder de los algoritmos
Detrás de cada contenido viral existe un algoritmo que determina qué publicaciones se muestran a los usuarios.
Plataformas como Facebook e Instagram priorizan contenidos que consideran más relevantes para cada usuario, basándose en sus interacciones anteriores. TikTok, por su parte, ha destacado por su capacidad para identificar rápidamente las preferencias del usuario, mostrando vídeos que se alinean con sus intereses y tienen mayores probabilidades de ser compartidos.
Además, los algoritmos favorecen los contenidos que generan más interacciones, como «me gusta», comentarios y compartidos. Esto implica que las publicaciones que fomentan la participación —ya sea a través de encuestas, preguntas abiertas o desafíos virales— son más propensas a ser promovidas por las plataformas.
Creadores de contenido, hacedores de tendencias
Los influencers y creadores de contenido desempeñan un papel fundamental en la viralización de temas. Con millones de seguidores, tienen la capacidad de popularizar tendencias rápidamente. Su impacto es aún mayor cuando colaboran entre ellos o con marcas, generando campañas que alcanzan audiencias masivas en poco tiempo.
Carmen Aguilera, docente de Psicología en la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), subraya el poder de las celebridades en influir en la opinión pública.
«Estas figuras pueden cambiar percepciones y moldear opiniones sobre determinados temas o personas», afirma y menciona la importancia de una flexibilidad en el pensamiento y comportamiento social, sugiriendo que la sociedad debería analizar cuáles tendencias son favorables y cuáles no, para evitar aquellas que podrían afectar negativamente la identidad y sentido de pertenencia de la población.
El papel de los microinfluencers, quienes poseen audiencias más pequeñas, pero altamente comprometidas, también ha cobrado relevancia. Estos creadores de contenido pueden generar nichos de tendencia dentro de comunidades específicas, incrementando la diversidad de contenidos virales.
La viralidad seguirá siendo una herramienta poderosa para moldear la opinión pública, influir en las decisiones de los consumidores y definir las tendencias culturales. En este contexto, tanto usuarios como marcas deberán adaptarse continuamente para entender y aprovechar los complejos factores que determinan qué es lo próximo en viralizarse.