La tecnología avanza a pasos agigantados y la automatización transforma rápidamente el mercado laboral, por lo que elegir una carrera con futuro se volvió crucial para los jóvenes. La clave hoy en día no es solo estudiar, sino formarse en habilidades que garanticen un lugar en el mundo laboral del mañana. Ahí radica la importancia de elegir bien una carrera universitaria.
Así lo asegura David Burgoa, docente de la carrera de Contaduría Pública de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, a tiempo de detallar que en la actualidad los estudiantes ya no aprenden casi nada con papel y lápiz porque la educación se está volviendo mucho más práctica y la enseñanza universitaria está viviendo una transformación sin precedentes.
“La era digital requiere de carreras que ofrezcan conocimiento teórico y también capaciten a los jóvenes en habilidades prácticas y adaptativas. A medida que la automatización y la tecnología se convierten en protagonistas de nuestras vidas, las universidades también deben evolucionar para preparar a sus estudiantes para el futuro. Estamos hablando de carreras emergentes con la tecnología”, afirma el profesional.
Un claro ejemplo de esta tendencia es la Ciencia de Datos, una carrera emergente que se hace necesaria para la programación básica y también para el manejo de grandes bases de datos que las empresas necesitan controlar, verificar y revisar. Según Burgoa, el análisis de datos, el desarrollo de inteligencia artificial y el manejo de grandes volúmenes de información son habilidades clave para las futuras generaciones.
La Inteligencia Artificial y machine learning (aprendizaje automático) están cambiando las industrias relacionadas con la salud, la educación y el comercio. Los especialistas en IA desarrollan algoritmos o códigos que permiten a las máquinas aprender y tomar decisiones autónomas, optimizando procesos y mejorando la eficiencia operativa.
Transformación en la educación superior
En el entorno digital actual, las empresas también necesitan profesionales que dominen técnicas como SEO (Search Engine Optimization u Optimización para motores de búsqueda, en español), SEM (estrategias que ayudan a atraer más tráfico a sitios o páginas web), marketing de contenidos y análisis de datos para llegar de forma efectiva al público meta dentro de la carrera emergente: marketing digital.
El docente también menciona la Auditoría Interna, un campo que, según él, muchas universidades aún no están explorando plenamente. “El auditor interno no solo revisa la parte financiera, sino que también gestiona riesgos y revisa todo lo del gobierno corporativo. Y, por supuesto, ya no revisa papeles, ahora revisa bases de datos. Esto refleja cómo la tecnología está cambiando la forma en que operan áreas tradicionales, como la auditoría”.
La ciberseguridad es otra carrera considerada emergente. Se trata de una especialidad que protege los sistemas informáticos y redes frente a ataques y amenazas cibernéticas. Con el aumento de la digitalización, la seguridad cibernética se volvió esencial en todas las industrias; la criptografía (técnicas de cifrado o codificado), el análisis de vulnerabilidades, la seguridad de redes y el cumplimiento normativo se convierten en habilidades clave de esta especialidad.
La Ingeniería Robótica, que se encarga del desarrollo de robots y sistemas automatizados para sectores como la manufactura, medicina y exploración espacial, es otra carrera en auge. En cuanto a la demanda, la robótica está creciendo en áreas como la automatización industrial, la robótica médica y la robótica autónoma.
En ese marco, Burgoa es claro en su recomendación para los jóvenes que están por decidir su futuro profesional: “Que busquen una carrera que esté acorde al futuro”. La clave, según el docente, está en abrazar el avance tecnológico en lugar de temerle. “La Inteligencia Artificial no nos va a suplantar, va a suplantar a quienes no sepan utilizarla”, advierte.
En definitiva, el futuro laboral está marcado por la capacidad de adaptarse a los avances tecnológicos y elegir una carrera que responda a las demandas del mundo actual y del futuro. Las universidades y los estudiantes deben estar a la vanguardia, y priorizar áreas que impulsen la innovación y el uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial y el análisis de datos. Para los jóvenes, el reto es formarse y hacerlo con la mirada puesta en el futuro, sabiendo que las decisiones de hoy definirán su éxito en el mañana.