Hace cinco años, Audalia descubrió que tenía un nódulo en el seno izquierdo casi de forma accidental. Inmediatamente, inició una serie de exámenes que sólo arrojaban dudas. Una ecografía mamaria practicada por una imagenóloga permitió vislumbrar con claridad la existencia de un tumor maligno.
Con los resultados y la urgencia por el tamaño del nódulo (2 cm de diámetro), las consultas con los especialistas se convirtieron en una vorágine de opiniones opuestas. Unos aconsejaban mastectomía radical y otros hacer primero quimioterapia y, luego, recién la mastectomía sólo en el área afectada. Audalia optó por la primera opción.
Un examen patológico, de muestras extraídas en la cirugía, confirmó que se trataba de un cáncer muy agresivo de origen genético. La abogada sacó fuerzas para enfrentar las consecuencias físicas de la mastectomía radical, así como el tratamiento posterior con dos tipos de quimioterapia, uno citostática y otra biológica.
Audalia encaró esta nueva etapa de su vida con fortaleza. Ni una lágrima derramó ante sus familiares para no preocuparlos. Al ser portadora de uno de los genes más agresivos de cáncer de mama, las sesiones de quimioterapia fueron prolongadas, perdió el cabello y afrontó cada uno de los efectos secundarios de la ‘quimio’, todo sin dejar de trabajar y sin una queja sobre sus efectos.
Adicionalmente, los tratamientos le provocaron diabetes, enfermedad con la que ahora lidia, además del hipotiroidismo y los controles periódicos para evitar que el cáncer vuelva, con la certeza que se trata de una segunda oportunidad de vida, donde debe tomar los cuidados necesarios para evitar que vuelva a presentarse.
El cáncer de mama es una enfermedad en la que las células malignas se desarrollan en los tejidos de la mama. Puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres, aunque es mucho más común en mujeres.
Griselda Vargas, directora de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, indica que este cáncer se divide en varios subtipos, como el carcinoma ductal in situ (CDIS) y el carcinoma ductal infiltrante (CDI), cada uno con sus características específicas.
“Las causas exactas del cáncer de mama no se comprende completamente, pero varios factores aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad”, dice la médica.
Los factores de riesgo incluyen la genética, antecedentes familiares de cáncer de mama, envejecimiento, exposición a hormonas (como la terapia de reemplazo hormonal y anticonceptivos orales), radiación, obesidad, consumo de alcohol y estilo de vida.
Vargas puntualiza que la predisposición genética, como las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, también puede jugar un papel importante en el riesgo.
¿Cómo se puede diagnosticar el cáncer de mama?
El diagnóstico del cáncer de mama se realiza a través de una serie de pruebas y procedimientos. La académica explica estos métodos de diagnóstico:
Mamografía: la mamografía es una radiografía de las mamas que puede detectar tumores antes de que sean palpables.
Ecografía mamaria: es útil para evaluar masas detectadas en la mamografía o en el examen clínico.
Resonancia magnética mamaria: método que utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las mamas y es útil en situaciones especiales.
Biopsia: implica la toma de muestras de tejido de la mama para su análisis. Determina si una masa es cancerosa y proporciona información sobre su tipo y estadio.
Examen clínico de las mamas: para buscar anomalías, como bultos o cambios en la piel.
“La elección del método de diagnóstico dependerá de la situación clínica de la paciente y la necesidad de obtener información detallada sobre la enfermedad”, dice Vargas.
¿Qué pasa si no se trata a tiempo?
Si el cáncer de mama no se trata a tiempo, las células cancerosas pueden invadir los tejidos circundantes y diseminarse a través del sistema linfático o el torrente sanguíneo a otras partes del cuerpo, un proceso conocido como metástasis.
La docente puntualiza que, a medida que el cáncer se extiende, se vuelve más difícil de tratar y el pronóstico empeora. “El tratamiento en etapas tempranas del cáncer de mama generalmente es más efectivo y menos agresivo, lo que destaca la importancia de la detección precoz y el tratamiento oportuno”.
Este 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama con el objetivo de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos.
El cáncer de mama es la causa más común de muerte por cáncer en las mujeres en las Américas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo en 2020, hubo más de 210.000 nuevos diagnósticos en América Latina y el Caribe y casi 68.000 muertes.
Mitos y verdades sobre el cáncer de mama
Existen algunos mitos que popularmente se manejan sobre el cáncer de mama. Vargas aclara cada uno de ellos:
Mito 1: sólo las mujeres pueden tener cáncer de mama. Falso, los hombres también pueden desarrollar cáncer de mama, aunque es menos común.
Mito 2: todos los bultos en las mamas son cancerígenos. Falso, la mayoría de los bultos son benignos, pero es importante consultar a un médico si se detecta uno.
Mito 3: usar desodorante o sujetadores con aro causa cáncer de mama. Falso, no hay evidencia científica que respalde esta afirmación.
Mito 4: el cáncer de mama es hereditario en todos los casos. Falso, solo alrededor del 5 al 10% de los casos están relacionados con predisposición genética.
Mito 5: la exposición a campos electromagnéticos causa cáncer de mama. Falso, no hay evidencia sólida que respalde esta afirmación.
Verdad 1: La detección temprana aumenta las posibilidades de curación.
Verdad 2: El autoexamen de mamas es una herramienta útil para la detección temprana, pero no sustituye a la evaluación médica.
La detección temprana y la concienciación son fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama. “Todas las mujeres deben conocer sus riesgos, practicar la autoexploración de las mamas y someterse a exámenes médicos regulares”, sostiene la académica.
El cáncer de mama es altamente tratable si se detecta en sus primeras etapas, por lo que la educación y la atención médica son esenciales. La investigación continua también es fundamental para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad.