Brechas legales en delitos informáticos, Investigación urge actualizar la legislación en Bolivia
Los avances tecnológicos han dado lugar a nuevas formas de delito que, en muchos casos, no encuentran un respaldo jurídico claro en la legislación boliviana. Esta falta de normativas específicas deja a la ciudadanía en situación de vulnerabilidad frente a estafas digitales, suplantaciones de identidad con inteligencia artificial o delitos vinculados al uso de criptomonedas.
“En nuestro país, muchos delitos informáticos no están tipificados en las leyes actuales, lo que genera un vacío legal que impide sancionar conductas que afectan la seguridad de los usuarios”, explica Eduardo Pinell, docente de idioma inglés en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, director del Centro de Idiomas en La Paz y estudiante de Derecho en Unifranz Online.
Pinell señala que su motivación principal para desarrollar esta investigación nace de la preocupación por la rápida evolución de la ciberdelincuencia y la lentitud de la normativa en adaptarse a esta realidad.
“Es fundamental que quienes elaboren leyes comprendan a profundidad el campo de la ciberseguridad, de lo contrario, los vacíos normativos seguirán favoreciendo a los delincuentes”, enfatiza.
Su trabajo, titulado “Desafíos legales en los delitos por falta de conocimiento de ciberseguridad”, plantea que el Código Penal y la Ley N.º 164 de Telecomunicaciones son insuficientes para abordar fenómenos digitales emergentes. Si bien contemplan algunos tipos penales como la manipulación informática, el acceso indebido a datos o la firma digital, dejan fuera otros delitos cada vez más frecuentes.
Entre los casos más evidentes de esta ausencia normativa, Pinell identifica el ransomware —secuestro de datos con fines de extorsión—, los ataques de denegación de servicio (DoS y DDoS), la distribución de virus, malware o spyware, y el grooming digital, que hoy en Bolivia se procesa bajo la figura de corrupción de menores, sin reconocer su naturaleza tecnológica. Asimismo, destaca que delitos como el phishing, el sexting no consentido y las estafas con criptomonedas carecen de una tipificación adecuada en la ley.
La investigación también aborda la problemática de la suplantación digital mediante inteligencia artificial, ya sea de voz o de imagen, que no cuenta con una figura legal clara y actualmente se asimila, de forma imprecisa, a la suplantación de identidad tradicional. “Estos vacíos generan interpretaciones subjetivas que limitan la acción de la justicia y pueden dejar impunes conductas dañinas”, advierte el análisis.
Otro de los hallazgos relevantes es la baja tasa de denuncias de delitos informáticos. Según el docente-investigador, gran parte de las víctimas no acude a las autoridades porque perciben que el sistema judicial carece de herramientas normativas y técnicas para procesar adecuadamente estos casos. Esto, a su juicio, debilita la confianza en la justicia y deja a la población desprotegida.
Pinell subraya que los delitos informáticos evolucionan más rápido que las leyes que buscan sancionarlos, por lo que limitarse a adaptar normativas existentes no resulta suficiente. Propone, en cambio, la elaboración de una legislación integral en materia de ciberseguridad, acompañada de campañas masivas de información para sensibilizar a la ciudadanía sobre los riesgos y conductas digitales que pueden configurar delitos.
“Algunas acciones que hoy parecen inofensivas, como ciertas operaciones con criptomonedas, podrían derivar en sanciones legales si se estableciera un marco normativo más riguroso”, puntualiza.
La investigación no solo expone carencias legales, sino que también interpela directamente a legisladores y operadores de justicia para que asuman la urgencia de modernizar el marco jurídico. Se trata de una tarea que, además de conocimientos legales, exige dominio técnico en ciberseguridad y un enfoque multidisciplinario capaz de anticiparse a los nuevos escenarios delictivos que plantea la tecnología.
Este artículo científico fue uno de los presentados en las Jornadas de Investigación de Unifranz 2025, un espacio académico que fomenta la divulgación de proyectos innovadores desarrollados por estudiantes y docentes.
Las Jornadas son parte del modelo educativo disruptivo de la universidad, que apuesta por el aprendizaje basado en retos y la investigación aplicada como ejes centrales de la formación profesional. Con ello, Unifranz refuerza su compromiso de transformar la educación en Bolivia, impulsando a las nuevas generaciones a generar conocimiento con impacto social y científico».