En la constante evolución del campo médico, los avances tecnológicos juegan un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, la atención y solución de problemas auditivos no son la excepción.
La fusión entre la medicina y la tecnología ha generado innovaciones que han revolucionado la forma en que se diagnostican y tratan las afecciones auditivas, proporcionando resultados más precisos y eficaces.
Jorge Gonzales, médico otorrinolaringólogo y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que uno de los aspectos más destacados de estos avances tecnológicos es la incorporación de dispositivos de última generación en el ámbito de la audiología.
“El avance de la tecnología permite tener una amplia lista de medicamentos para tratamiento y una mejor tecnología para los auxiliares auditivos, incluso con el uso de aplicaciones de celular”, explica el académico.
Desde audífonos inteligentes hasta implantes cocleares de alta tecnología, estas herramientas ofrecen soluciones personalizadas que se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente.
Los audífonos, por ejemplo, han evolucionado significativamente en términos de diseño y funcionalidad, ofreciendo una calidad de sonido excepcional y características avanzadas como la conectividad Bluetooth, que permite a los usuarios integrar sus dispositivos auditivos con otros dispositivos electrónicos.
Además, la tecnología digital ha revolucionado los métodos de diagnóstico en el campo de la audiología. Equipos de diagnóstico de última generación, como los audiómetros digitales y los sistemas de imagen avanzados, permiten a los especialistas identificar con precisión las causas subyacentes de las afecciones auditivas y diseñar planes de tratamiento más efectivos.
Según Gonzales, estas herramientas no sólo facilitan la detección temprana de problemas auditivos, sino que también mejoran la capacidad de los médicos para realizar intervenciones precisas y personalizadas.
Por otro lado, el desarrollo de técnicas quirúrgicas menos invasivas ha ampliado las opciones de tratamiento para pacientes con pérdida auditiva severa. Los implantes cocleares, por ejemplo, han demostrado ser una solución eficaz para aquellos que no obtienen beneficios suficientes de los audífonos convencionales.
Estos dispositivos, que estimulan directamente el nervio auditivo, han mejorado significativamente la calidad de vida de miles de personas en todo el mundo, permitiéndoles recuperar la capacidad de escuchar y comunicarse de manera efectiva.
Los avances tecnológicos están transformando el panorama de la atención y solución de problemas auditivos en la medicina. Desde el diagnóstico hasta el tratamiento, la integración de la tecnología está mejorando la precisión, la eficacia y la accesibilidad de los servicios auditivos, brindando esperanza a quienes enfrentan dificultades relacionadas con la audición. Estos avances no solo mejoran la calidad de vida de los pacientes, sino que también abren nuevas oportunidades para la investigación y el desarrollo futuro en este campo en constante evolución.
¿Qué es la sordera?
Conocida también como pérdida de audición, la sordera es la dificultad para oír o la imposibilidad total de usar este sentido.
“La sordera es la pérdida de audición uni o bilateral, por alguna alteración en el oído externo, medio o interno, por lo que se debe buscar las causas para su resolución, si es posible”, indica Gonzales.
Ya sea por factores congénitos, hereditarios o complicaciones durante el embarazo o el parto, algunas veces, los niños pueden nacer con esta dificultad, que se detecta durante el nacimiento.
Las causas adquiridas pueden producirse por enfermedades infecciosas, una infección crónica en el oído, una otitis media, la exposición al ruido excesivo, el envejecimiento, e incluso la obstrucción del conducto auditivo.
Gonzales manifiesta que no hay evidencia científica y es todavía controversial la posible influencia negativa del uso del teléfono celular o los audífonos a gran volumen en la pérdida parcial de audición.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación. También, se calcula que en 2050 haya casi 2.500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición y que, al menos, 700 millones requieran rehabilitación.
Prevención
La OMS también afirma que muchas de las causas que conducen a una pérdida de la audición pueden evitarse mediante estrategias de salud pública e intervenciones clínicas que se realicen a lo largo del curso de la vida.
“Es fundamental prevenir la pérdida de audición a lo largo del curso de la vida, desde periodos prenatales y perinatales hasta edades avanzadas. En los niños, casi el 60% de la pérdida de audición se debe a causas evitables que pueden prevenirse aplicando medidas de salud pública. Del mismo modo, las causas más comunes de pérdida de audición en los adultos, como la exposición a sonidos fuertes y medicamentos ototóxicos, son evitables”, señala el organismo internacional.
La pérdida de audición en diferentes etapas del curso de la vida puede reducirse, según la OMS, aplicando estrategias eficaces como:
- Vacunación (vacunar a los niños contra determinadas enfermedades)
- Buenas prácticas de atención materna y de puericultura
- Asesoramiento genético,
- Detección y tratamiento de afecciones comunes del oído
- Programas de protección de la audición en el ámbito laboral, ante la exposición a ruidos y productos químicos
- Estrategias de escucha segura para reducir la exposición a sonidos fuertes en entornos de ocio
- Uso racional de medicamentos ototóxicos para prevenir la pérdida de audición