Por Manuel Filomeno
Aprender en base a experiencias, desarrollando habilidades prácticas, a su propio ritmo y respetando las diferencias entre los estudiantes, el aprendizaje basado en competencias (ABC) busca equipar a los estudiantes con habilidades específicas que les permitan enfrentar problemas y situaciones de la vida diaria y del ámbito laboral con mayor eficacia.
“Es un enfoque educativo que se centra en la adquisición de conocimientos a través de la práctica y la aplicación. En lugar de simplemente memorizar información teórica, los estudiantes desarrollan competencias prácticas y aplicables que pueden utilizar en situaciones del mundo real”, explica Leslie Vidaurre, de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Esta metodología es especialmente eficaz para preparar a los estudiantes para el éxito en sus carreras y en la vida diaria, ya que fomenta un entendimiento más profundo y duradero de los conceptos.
“El aprendizaje basado en competencias fomenta la retención a largo plazo. Los estudiantes retienen mejor la información cuando la aplican activamente; también, desarrolla competencias prácticas ya que los estudiantes adquieren habilidades que son directamente relevantes y útiles en su campo de estudio y futura carrera y, finalmente, promueve la autonomía y la confianza”, manifiesta la académica.
Sin embargo, cuáles son las principales diferencias de este enfoque en comparación con la educación tradicional.
De acuerdo con la consultora educativa KnowledgeWorks, las diferencias entre los enfoques se pueden apreciar en seis dimensiones principales.
- Cultura escolar
En la educación tradicional, el aprendizaje se produce en el interior de la clase convencional, con poca o ninguna adaptación a los intereses o preferencias de aprendizaje de los alumnos.
Por otra parte, en el ABC, los estudiantes disponen de una variedad de experiencias de aprendizaje en la escuela, online y en la comunidad. Asimismo, diferentes agentes pueden crear itinerarios de aprendizaje individuales que se acomoden a los intereses y preferencias de aprendizaje del estudiante.
- Proceso continuo de aprendizaje
En el enfoque tradicional se espera que los estudiantes dominen estándares que les permitan ir a la universidad o los preparen para la vida laboral, sin mayor reflexión sobre si los conocimientos impartidos serán útiles o pertinentes; mientras que, en el aprendizaje basado en competencias, se busca que los estudiantes dominen las competencias alineadas a la universidad y al trabajo, pero con objetivos de aprendizaje claros y transferibles.
- Ritmo de aprendizaje
En los enfoques tradicionales, los estudiantes avanzan al ritmo del profesor, independientemente de su dominio o de que necesiten tiempo adicional. Este tiempo adicional solo se ofrece a los identificados como de “educación especial”.
En el ABC, los estudiantes avanzan de acuerdo con su nivel de dominio de metas educativas. Reciben apoyo adaptado a cada uno, dentro y fuera de la escuela, para mantenerse en el itinerario previsto.
- Instrucción
En la educación tradicional, cada clase tiene su profesor, quien diseña y desarrolla su programa de instrucción con poca o ninguna diferenciación. Lo más frecuente es la instrucción a todo el grupo.
En el aprendizaje basado en competencias, los profesores trabajan colaborativamente con agentes sociales y estudiantes para desarrollar ambientes de aprendizaje flexibles, estrategias de agrupamiento y oportunidades de aprendizaje diversas que apoyen un plan personal para cada estudiante.
- Sistema de evaluación
En los modelos antiguos, la evaluación se usa en momentos determinados para calificar y clasificar a los estudiantes. Se usa evaluación sumativa al final de curso.
En contraste, en el ABC, se fomenta un sistema de evaluación comprehensivo es una parte esencial del sistema de aprendizaje. La evaluación formativa guía la instrucción diariamente. La evaluación sumativa muestra el dominio; se realiza cuando uno está preparado y hay múltiples oportunidades para mostrar el dominio.
- Política de calificaciones
En la educación tradicional, las calificaciones están referidas al grupo, reflejan los estándares del curso y están basadas en parciales con su peso y el examen final.
En el aprendizaje basado en competencias, las calificaciones reflejan un nivel de dominio dentro de una meta de aprendizaje. El crédito por el curso se obtiene cuando los estudiantes dominan los objetivos establecidos.
Desafíos y oportunidades
Aunque el aprendizaje basado en competencias ofrece numerosos beneficios, también enfrenta desafíos.
La formación de profesores en estas nuevas metodologías, la evaluación de competencias prácticas y la integración de la tecnología en el aula son algunos de los obstáculos que deben superarse. Sin embargo, las oportunidades que brinda este enfoque educativo superan con creces las dificultades, preparando a los estudiantes para un futuro lleno de posibilidades.
“Al centrarse en la práctica y la aplicación, este método no solo mejora la retención del conocimiento, sino que también desarrolla habilidades críticas que son esenciales en el mundo real. Este enfoque requiere un compromiso con metodologías activas, evaluación continua, entornos colaborativos y el uso de tecnologías educativas, pudiendo transformar la educación y empoderar a los estudiantes para alcanzar su máximo potencial”, concluye la académica.