Aprendiendo a aprender: el camino comienza cuando el estudiante asume el protagonismo

La educación evoluciona con el mundo, brindando a los estudiantes un rol más activo en su propio aprendizaje, pero esto no puede ser logrado sin planificación y el involucramiento responsable de los educadores. En este contexto, el proyecto “Aprendiendo a aprender” surge como una propuesta clave para repensar el rol del estudiante en el aula, un enfoque que busca que el estudiante asuma un rol activo en su proceso de aprendizaje, promoviendo la curiosidad, el pensamiento crítico y la autorregulación.
“Uno de los cambios pedagógicos más importantes para el desarrollo de los estudiantes es que tengan un rol activo en su aprendizaje. Buscamos hacer visible su pensamiento con el objetivo de que logren una comprensión más profunda de sus aprendizajes”, sostiene Clara Heredia, especialista en pedagogía del proyecto “Aprendiendo a aprender” y miembro del equipo del Proyecto Zero.
Heredia será una de las ponentes destacadas del Foro Internacional de Innovación Educativa (FIIE) 2025, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. Su participación ofrecerá una mirada profunda y experiencial sobre cómo transformar la enseñanza tradicional desde una perspectiva innovadora y centrada en el estudiante.
El FIIE, que se ha consolidado como un espacio de referencia para el intercambio de experiencias pedagógicas en América Latina, busca precisamente destacar iniciativas que promuevan una educación más humana, inclusiva y con sentido.
El proyecto “Aprendiendo a Aprender” forma parte de una de las iniciativas del reconocido Proyecto Zero, un centro de investigación fundado en 1967 y dependiente de la Universidad de Harvard.
Esta iniciativa tiene como misión explorar y fomentar los potenciales humanos como el aprendizaje, el pensamiento, la ética y la creatividad. “Aprendiendo a Aprender” se inscribe en esta visión mediante una propuesta concreta: acompañar a los docentes para que construyan entornos de aprendizaje donde los estudiantes participen activamente y desarrollen una comprensión duradera de los contenidos.
Entre las estrategias clave del proyecto se destacan las rutinas de pensamiento, que permiten estructurar el pensamiento crítico y creativo; el aprendizaje basado en la indagación, que impulsa a los estudiantes a formular preguntas significativas y explorar soluciones; y la educación artística y creatividad, utilizada como herramienta para estimular la expresión y el análisis desde múltiples perspectivas. Estos métodos no sólo fomentan habilidades cognitivas esenciales, sino que transforman el aula en un espacio de diálogo, descubrimiento y colaboración.
Heredia explica que uno de los mayores desafíos al implementar este tipo de transformaciones pedagógicas es la sostenibilidad del cambio.
“Para que las nuevas propuestas realmente perduren, es fundamental que se integren en la cultura institucional. Además, resulta clave trabajar de forma colaborativa con un equipo que facilite la reflexión conjunta sobre los aciertos y desafíos que enfrenta cada educador”. Es por ello que el proyecto se basa en grupos de estudio donde los docentes, desde diferentes roles, se reúnen regularmente a reflexionar sobre su práctica, en un ejercicio colectivo que fortalece la innovación desde adentro.
El impacto del Proyecto Zero ha trascendido fronteras y niveles educativos, aplicándose desde la educación primaria hasta programas de formación profesional. Su capacidad de adaptarse a distintos contextos ha permitido que miles de docentes alrededor del mundo encuentren en sus propuestas una guía para crear experiencias de aprendizaje significativas y adaptadas a los desafíos contemporáneos.
En América Latina, experiencias como la de Panamá, donde se ha implementado el proyecto “Aprendiendo a Aprender” con docentes locales, demuestran que estos enfoques también son viables y necesarios en contextos diversos, con realidades sociales y educativas complejas.
Otro aspecto relevante del proyecto es su capacidad para desarrollar en los estudiantes una actitud metacognitiva: la habilidad de pensar sobre su propio pensamiento.
Esta competencia es vital en el siglo XXI, donde el conocimiento es abundante pero la comprensión profunda, la capacidad de análisis y el criterio son escasos. En ese sentido, “Aprendiendo a Aprender” no solo transforma la forma de enseñar, sino también la manera en que los estudiantes se enfrentan al conocimiento y al mundo que los rodea.
La participación de Clara Heredia en el FIIE 2025 de Unifranz refuerza el compromiso de esta Casa de Estudios Superiores con la innovación pedagógica de alcance global. Su presentación será una invitación a docentes, investigadores y responsables de políticas educativas a replantear sus prácticas y construir, juntos, un modelo educativo centrado en el aprendizaje significativo, la reflexión docente y el protagonismo estudiantil. Porque aprender a aprender, hoy más que nunca, es la base para una educación transformadora.