La gestión de capital humano ha experimentado una transformación radical en la última década, impulsada por la pandemia y el auge de la inteligencia artificial (IA). La optimización de procesos, la digitalización y las nuevas herramientas cambiaron la forma en que las empresas y los trabajadores interactúan, obligando a ambos a adaptarse a un entorno laboral en constante evolución.
Para Betty Stolzel, coach, especialista en recursos humanos, gerente general en Stolzel Services y panelista en la Feria de Empleabilidad de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, los reclutadores y los candidatos deben estar preparados para enfrentar estos cambios sin temor, aprendiendo a navegar en un entorno donde las habilidades digitales son esenciales.
Sin embargo, uno de los principales desafíos sigue siendo la adaptación. Los líderes empresariales no solo deben entender las habilidades técnicas que la nueva generación trae consigo, sino también aprender a retener a este talento, en un entorno donde la rotación laboral es cada vez más frecuente.
“Tenemos que apoyarnos con plataformas, con herramientas digitales y no tener miedo a adaptarnos y a trabajar con estos cambios que están revolucionando cada día”, señala la coach.
Stolzel explica que la demanda actual del mercado laboral no se enfoca solo en las habilidades técnicas de los nuevos colaboradores, sino también en las competencias blandas. Habilidades como la comunicación, el compromiso y la cooperación son ahora fundamentales para que los colaboradores no solo se integren, sino que también se mantengan en sus puestos.
“Los colaboradores, hoy en día, ya tienen que aprender incluso estas habilidades interpersonales y poder relacionarse con otras personas y no tener miedo.
Un cambio generacional
Uno de los mayores retos para los empleadores es entender a las nuevas generaciones de trabajadores, que priorizan la flexibilidad y la libertad sobre la estabilidad laboral tradicional. Del otro lado de la moneda, lamentablemente según Stolzel, los empleadores no saben retener y entender a la gente joven que no se puede adaptar a estructuras mentales de generaciones pasadas.
La salud mental es un tema recurrente en las discusiones sobre este cambio, pero más allá de eso, los jóvenes profesionales parecen evitar la responsabilidad a largo plazo. En lugar de comprometerse con un contrato de seis meses, es más común ver que abandonen su puesto si no les satisface el entorno, la cultura empresarial o las políticas internas, sin importar si llevan una semana o dos.
“No voy a decir que las nuevas generaciones no tienen compromiso o no tienen responsabilidad, pero sí les cuesta asumir aquello y ahí se viene un quiebre”, reflexiona la experta.
Este comportamiento contrasta con las generaciones anteriores, como la Generación X, que valoraban el cumplimiento de un contrato independientemente de las condiciones laborales. Hoy en día, los trabajadores buscan una cultura empresarial que se alinee con sus expectativas personales y profesionales, y las empresas deben adaptarse a esta nueva realidad si desean retener a su talento.
Fidelización del talento: el nuevo desafío empresarial
La alta rotación de personal no solo afecta la productividad, sino que también implica costos significativos en términos de tiempo y recursos para las empresas, que deben invertir constantemente en la formación de nuevos colaboradores.
En este sentido, la clave para retener talento es comprender las necesidades de los trabajadores actuales. El liderazgo autocrático, basado en la obediencia ciega, ya no es efectivo. Las empresas deben adoptar un estilo de liderazgo más inspiracional, que motive a través del ejemplo y fomente un entorno donde el colaborador se sienta valorado y comprometido.
“El liderazgo autocrático ya no funciona, tiene que ser un liderazgo más inspiracional, que motive a los colaboradores a través del ejemplo y, por otro, lado que la empresa también pueda hacer gestiones para que el mismo colaborador no mueva la vista para ver a la competencia”, indica.
La expositora menciona que una de las acciones que está funcionando en la actualidad en los entornos laborales es el de enfocarse en el desarrollo personal y profesional de los colaboradores a través de capacitaciones o enfocarse en sus necesidades más urgentes, desde los laborales hasta los personales.
Las estrategias para fidelizar a los trabajadores también pasan por ofrecer flexibilidad, no solo en términos de horario, sino también en la modalidad de trabajo. El home office se ha consolidado como una opción viable en muchos sectores, siempre que existan indicadores claros de rendimiento que permitan medir la productividad.
Sin embargo, esto no es suficiente. La formación y el desarrollo profesional son factores clave para atraer y retener talento. Las nuevas generaciones no buscan solo estabilidad económica, sino también oportunidades de crecimiento personal y profesional.
Importancia del clima laboral y la imagen personal
La imagen personal y la actividad en redes sociales juegan un rol fundamental en la actualidad. Las empresas evalúan no solo las habilidades técnicas de los candidatos, sino también cómo se comportan fuera del entorno laboral.
Las redes sociales pueden revelar aspectos importantes de la personalidad de un colaborador, lo que plantea un nuevo desafío tanto para las empresas como para los trabajadores. Aunque es fundamental respetar la vida personal, es recomendable que los colaboradores cuiden lo que comparten en sus redes, ya que esto puede influir en su imagen profesional.
La gestión de capital humano en el siglo XXI requiere una adaptación continua tanto por parte de las empresas como de los trabajadores. Las organizaciones deben aprender a entender las nuevas dinámicas laborales y encontrar formas de retener a sus talentos, mientras que los colaboradores deben asumir con responsabilidad el nuevo entorno digital en el que se desenvuelven. Solo aquellos que logren adaptarse a estos cambios podrán prosperar en este nuevo escenario laboral.