Actitud, trabajo en equipo y comunicación: el nuevo perfil que enamora a las empresas
“Lo que más me preguntaron fue cómo reacciono ante los problemas y si me llevo bien con la gente”, cuenta Andrea, estudiante de último año de Ingeniería Comercial, minutos después de salir de una entrevista laboral en la Feria de Empleabilidad de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, realizada el pasado martes 17 en El Alto. A su lado, su compañera Carla asiente y agrega que pensó que le “iban a pedir experiencia, pero querían saber si estaba dispuesta a aprender”.
Historias como las de Andrea y Carla se repitieron durante la jornada, en la que más de mil jóvenes tuvieron contacto directo con reclutadores de empresas líderes, como Soboce, Farmacorp, AXS Bolivia, Banco Nacional de Bolivia (BNB), Pro Mujer, BM Group, entre otras. En un mundo laboral cada vez más competitivo, estas entrevistas revelaron algo fundamental: hoy, más allá del título o el conocimiento técnico, las empresas valoran, por encima de todo, la actitud, el trabajo en equipo y la comunicación efectiva.
“Podemos tener muchas capacidades técnicas, pero nada será posible si no sabemos integrarnos con otros”, afirma Mauricio Jiménez, analista de reclutamiento y selección de Soboce. “El trabajo en equipo y el criterio al momento de tomar decisiones son claves. Hay tareas que no se pueden hacer en solitario”.
La Feria, en su cuarta versión, ofreció no solo un espacio para entrevistas laborales, sino también talleres, charlas y una vitrina para proyectos estudiantiles. El evento, celebrado en el Salón de Convenciones Luxor del CINEBOL, se ha consolidado como un punto de encuentro entre el talento emergente y el mundo empresarial, bajo la premisa de formar profesionales que transformen realidades.
Uno de los aprendizajes centrales de la jornada fue la importancia de las llamadas “competencias blandas”, es decir, habilidades sociales, comunicativas y emocionales. Estas capacidades, antes consideradas complementarias, hoy son un factor decisivo para obtener un empleo.
“En el rubro farmacéutico, por ejemplo, necesitamos personas con liderazgo, capacidad de decisión, buena comunicación y, sobre todo, atención al cliente”, explica Fabiana Aguayo, gestora de talento humano de Farmacorp. “Más allá del conocimiento técnico, buscamos gente que sepa tratar con otros, que sepa adaptarse”.
Aguayo remarca también la importancia de combinar estas habilidades con un manejo adecuado de herramientas tecnológicas. “La tecnología está avanzando muy rápido. Es clave que los jóvenes se involucren con plataformas, softwares y herramientas digitales que potencien su perfil profesional”.
En la misma línea, Diana Villanueva, analista de recursos humanos de AXS Bolivia, considera que, más allá de la formación, lo que marca la diferencia es la predisposición a aprender.
“Cuando una persona llega con la actitud correcta, con ganas de crecer, ya está un paso adelante. Esa es la clase de talento que buscamos”, puntualiza.
En puestos más técnicos, como los relacionados con sistemas o tecnología de la información, las competencias duras también son necesarias, pero incluso ahí, aclara Diana, la actitud es irrenunciable. “Puedes tener todos los conocimientos, pero si no sabes trabajar en equipo o no tienes iniciativa, difícilmente encajarás”.
Durante la feria, cerca de 50 entrevistas fueron gestionadas por empresas como Pro Mujer, BM Group y Nacional Seguros. Estas dinámicas permitieron evaluar en tiempo real a los postulantes, quienes recibieron retroalimentación directa y tuvieron la posibilidad de aplicar a vacantes reales. Para muchos, fue la primera experiencia formal en un proceso de selección.
“El desafío para los jóvenes hoy no es solo saber, sino saber convivir, comunicar, colaborar. Es un nuevo paradigma laboral”, señala Jiménez.
Esta visión se alinea con los hallazgos del estudio “Competencias laborales en las empresas bolivianas”, realizado por el Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de Unifranz. El informe señala que competencias como la comunicación efectiva, la resolución de problemas, la integridad y la motivación son altamente valoradas por los empleadores, especialmente en puestos estratégicos y tácticos.
Pero el aprendizaje no termina con el título. El estudio del ONT resalta que el desarrollo de competencias debe ser continuo, en un contexto de constante cambio tecnológico y social. Las empresas, por su parte, enfrentan el reto de gestionar el talento de forma flexible y proactiva, fomentando entornos que valoren la mejora constante y la adaptabilidad.
En ese sentido, eventos como la Feria de Empleabilidad se vuelven fundamentales: conectan mundos que a veces parecen lejanos —la universidad y la empresa— y permiten que el puente se construya desde la experiencia, la escucha y la acción.
Para Andrea y Carla, la jornada terminó con expectativas renovadas. No salieron con un contrato en la mano, pero sí con una certeza: si hay algo que deben seguir cultivando, además del conocimiento, es la actitud.
