Estudiantes de Unifranz desarrollan bebida efervescente que alivia los cólicos menstruales

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Los cólicos menstruales no sólo son una molestia física; para muchas mujeres, representan una limitación mensual en su calidad de vida. Dolor punzante en el abdomen, sensación de pesadez, fatiga, náuseas, cada ciclo se convierte en un desafío silencioso y muchas veces invisibilizado. Natalia Cortéz conoce bien esa realidad. Desde los 13 años, sus períodos menstruales llegaban con una intensidad tal que debía faltar al colegio y más tarde a la universidad, postergar actividades, cancelar planes. A pesar de los analgésicos, el alivio era parcial. Y con el tiempo, también aparecieron los efectos secundarios: acidez, molestias gástricas, intolerancia.

Natalia no encontraba soluciones que se adaptaran a su cuerpo, hasta que su abuela le recomendó una planta, una “medicina de antes”, y que ahora es la base de una innovación científica impulsada por estudiantes de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

“Los dolores menstruales afectan las actividades de las mujeres, lo que no es adecuado ni agradable. Entonces, nosotros hemos generado un producto a base de fenogreco. Estas semillas contienen propiedades como saponinas, flavonoides y alcaloides, las cuales inhiben el COX-1, COX-2 y LOX, lo que disminuye el dolor menstrual”, explica Madeline Condori, futura bioquímica de de Unifranz, y una de las creadoras de Sumaq Warmi, nombre quechua que significa “mujer plena”.

Natalia decidió probar la semilla y experimentó una mejora significativa. “No sentí ese nudo fuerte en el vientre. Fue como si por fin algo se alineara con mi cuerpo”, comenta. 

Sumaq Warmi es el resultado del trabajo conjunto de Celeste Choque, Madeline Condori, Stephanie de la Cruz, Andy Flores y Dana Mamani, quienes combinaron conocimiento científico, vocación social e innovación tecnológica. El producto está elaborado a partir del fenogreco (Trigonella foenum-graecum), una planta de propiedades antiinflamatorias y analgésicas que actúa sobre los mismos mecanismos que los AINEs, pero con menor incidencia de efectos adversos.

El granulado efervescente no solo facilita la administración, sino que mejora la absorción de los compuestos activos en el organismo. 

“Lo probamos en nosotras mismas durante nuestros ciclos menstruales. En cada caso, con un solo sobre sentimos alivio. El tratamiento propuesto es de tres sobres por día”, señala Condori. El producto también fue evaluado en sabor, textura, disolución y estabilidad, cumpliendo con los estándares de calidad en cada aspecto.

La formulación incluye ingredientes naturales y seguros: polvo de semilla de fenogreco, ácido cítrico, bicarbonato de sodio, gelatina sin sabor, sacarosa, stevia y sabor a maracuyá. Todo el proceso —desde la molienda y mezcla hasta el secado y tamizado— fue desarrollado en laboratorio por los propios estudiantes.

Este desarrollo se enmarca dentro de los proyectos integradores de Unifranz, que buscan promover soluciones concretas a problemas reales mediante la formación práctica. “Estos proyectos nos permiten aplicar lo aprendido en contextos reales. En nuestro caso, decidimos abordar algo que como mujeres vivimos cada mes, y que muchas veces es desestimado. Queríamos crear algo útil, accesible y confiable”, afirma la estudiante Celeste Choque.

Más allá de su valor terapéutico, Sumaq Warmi refleja una apuesta por la salud femenina desde un enfoque integral y natural. Según la Dra. Emma Cachaca, ginecóloga obstetra, el uso prolongado de medicamentos como los AINEs puede ocasionar efectos secundarios gastrointestinales.

“El fenogreco, en cambio, tiene una acción similar pero más noble, menos agresiva, ideal para las dismenorreas primarias que afectan a la mayoría de mujeres jóvenes”, explica la médico.

Para Natalia, este producto representa una posibilidad de vivir sus días sin dolor ni dependencia de fármacos agresivos. “Me hizo pensar en cuántas veces nos acostumbramos al malestar como algo normal. Este tipo de iniciativas nos recuerdan que merecemos sentirnos bien”, afirma con gratitud.

Actualmente, el equipo desarrollador se encuentra en búsqueda de apoyo financiero y logístico para llevar el producto al mercado. Aunque su etapa académica está concluida, aún deben realizar gestiones de registro sanitario, control de calidad industrial y validación de etiquetado. Sin embargo, están convencidas de que Sumaq Warmi tiene potencial para convertirse en una solución efectiva y natural para miles de mujeres bolivianas y más allá.

En Unifranz, la metodología de aprendizaje basada en la resolución de problemas reales impulsa proyectos como este, que integran ciencia, innovación y compromiso social. Desde salud y medioambiente hasta tecnología y educación, los estudiantes son protagonistas en la generación de soluciones con impacto tangible.

Sumaq Warmi no es solo una bebida efervescente, es un símbolo de lo que se puede lograr cuando el conocimiento se aplica con empatía y propósito. Desde los laboratorios de la universidad hasta las casas de mujeres como Natalia, este proyecto nos recuerda que la ciencia también puede —y debe— aliviar.

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Manuel Joao Filomeno Nuñez

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