10 hábitos cotidianos que dañan la salud dental infantil y cómo prevenir las caries

Por Paula Beatriz Cahuasa

Por Erick Ortega y Lily Zurita

La sonrisa de un niño es tan valiosa como frágil. Detrás de cada diente sano hay un conjunto de hábitos, información oportuna y compromiso familiar que, si se aplican desde la etapa más temprana, pueden prevenir la aparición de caries y evitar complicaciones mayores. 

Sin embargo, aunque muchos padres creen estar haciendo lo correcto, existen hábitos cotidianos que deterioran gravemente la salud bucal de los niños. Prácticas aparentemente inocentes como el uso prolongado del biberón o el consumo excesivo de alimentos salados pueden provocar caries, malformaciones dentales y costosos tratamientos a futuro.

Para comprender mejor estos riesgos y cómo prevenirlos, Gustavo Zapata Montero, docente de la carrera de Odontología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, identifica los errores más comunes que se cometen en el hogar y que, de no corregirse a tiempo, pueden afectar seriamente la sonrisa de los más pequeños.

“Muchos de estos hábitos vienen desde la abuela, pasan a la mamá y luego se replican sin pensar en el daño real que causan. Son errores normalizados que atentan contra la salud bucal de nuestros niños”, afirma.

A continuación, Zapata menciona 10 hábitos cotidianos que dañan la salud dental de los niños, incluso desde bebés:

  1. Uso prolongado del biberón

El uso del biberón después de los tres años puede derivar en caries rampantes y malformaciones óseas. El problema se agrava cuando se utiliza para ingerir jugos, gaseosas o bebidas azucaradas.

“El uso del biberón más allá de los tres años no solo genera caries rampantes, sino que también puede provocar deformaciones óseas”, alerta Zapata.

  1. Uso excesivo del chupón

Aunque muchos lo consideran inofensivo, el uso prolongado del chupón afecta el desarrollo bucal y facial del niño.

“El chupón no estimula el desarrollo del rostro como la lactancia materna. Afecta principalmente el labio superior y puede provocar una deformación del paladar”, explica.

  1. Ansiedad infantil y mordedura de objetos

La ansiedad lleva a los niños a morder objetos como lápices o juguetes, dañando el esmalte y alterando la alineación dental.

“Hoy en día los niños muestran altos niveles de ansiedad y tienden a morderse las uñas o los juguetes, lo que causa desgaste dental prematuro”, sostiene el especialista.

  1. Extracciones dentarias prematuras

Extraer un diente de leche antes de tiempo puede parecer una solución rápida, pero trae consecuencias.

“Afecta la masticación, el habla y el desarrollo óseo. Se pierde el espacio que guiará al diente permanente”, advierte.

  1. Alto consumo de carbohidratos salados

Aunque se suele asociar las caries con los dulces, alimentos como papas fritas, galletas o pan también son altamente cariogénicos.

“No son solo los dulces los culpables. Comidas saladas y carbohidratos se adhieren a los molares y generan caries si no hay una buena higiene”, aclara Zapata.

  1. Uso de bicarbonato para cepillarse

Una creencia popular errónea es usar bicarbonato para limpiar los dientes, pero este daña el esmalte y aumenta la sensibilidad dental.

“Es abrasivo, deja los dientes porosos y más propensos a nuevas caries”, advierte el odontólogo.

  1. Consumo de gaseosas desde edades tempranas

Un error muy común y grave es permitir que los niños consuman bebidas gaseosas a muy corta edad.

“He visto bebés de 6 u 8 meses tomando Coca-Cola. El daño no es solo dental; también se predispone al niño a enfermedades como la diabetes o cálculos biliares”, enfatiza Zapata.

  1. Automedicación

El uso de antibióticos sin receta médica puede causar pigmentación en los dientes, además de afectar al organismo.

“Es un peligro que muchos padres no ven hasta que ya es tarde”, comenta el docente universitario.

  1. Chuparse el dedo

Un hábito común en la infancia, pero que puede alterar el desarrollo natural del paladar y provocar maloclusiones.

“El dedo ejerce una presión que, con el tiempo, deforma toda la estructura dental”, indica Zapata.

  1. Deglución atípica

Se trata de un problema poco conocido, pero que puede afectar el crecimiento maxilofacial si no se detecta a tiempo.

“Es cuando el niño empuja la lengua hacia adelante al tragar. Puede alterar el desarrollo del paladar y causar problemas de pronunciación”, explica.

¿Cuándo debe comenzar la higiene dental infantil?

La higiene bucal debe iniciarse incluso antes de que el niño consuma alimentos sólidos. La aparición del primer diente marca el inicio de los cuidados dentales, aunque el bebé aún no haya desarrollado hábitos alimenticios dañinos.

“La higiene como tal debería empezar en el momento que brotan los dientes. Entre los 6 meses y un año debe haber una secuencia de higiene, aunque no haya complicaciones por azúcar o carbohidratos”, aclara el docente y enfatiza que el entorno familiar debe estar informado desde la gestación para adoptar buenos hábitos desde el inicio.

“El bebé no tiene la posibilidad de decidir si se tiene que lavar o no; entonces la mamá es la que tiene que estar capacitada para divulgar el hábito de la higiene bucal en toda la familia”, sostiene.

¿Cómo prevenir caries y complicaciones?

Hoy en día existen nuevas alternativas para prevenir y tratar la caries en niños, dejando atrás prácticas obsoletas como el uso excesivo de flúor.

“Se está empezando a implementar el uso de calcio y fósforo, que estimulan la regeneración de la estructura dentaria. Esto fortalece los dientes y reduce la tendencia a caries”, destaca Zapata.

En cuanto a la higiene diaria, más allá de las pastas dentales y enjuagues, lo más importante es la técnica.

 “El cuidado dental infantil no es solo cepillar los dientes. Es una responsabilidad que involucra hábitos, alimentación y educación desde el hogar”, puntualiza el profesional odontólogo.

Corregir estos hábitos puede parecer un desafío al principio, pero es una inversión en salud y bienestar. Una sonrisa sana se construye desde los primeros meses de vida, con decisiones informadas y una rutina consciente que evite errores comunes.

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