Asesor patrimonial: más que finanzas, un guía para el bienestar familiar

La incertidumbre económica desafía a las familias que buscan estabilidad financiera. En este escenario, el asesor patrimonial se convierte en un aliado estratégico para quienes buscan construir un futuro sólido y seguro.
Stefano Verosini, PhD en economía y fundador de Prometheus América, un proyecto dedicado a la educación financiera en Latinoamérica, resalta el papel fundamental del asesor patrimonial en la gestión del patrimonio familiar.
Recientemente, el experto impartió una Masterclass en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, donde explicó a estudiantes y docentes que la labor de un asesor patrimonial va más allá de recomendar inversiones; su rol es acompañar a las familias en la toma de decisiones clave a lo largo de su vida.
“El asesor financiero trabaja en el banco y te ayuda a construir tu inversión con tu ahorro. En cambio, el asesor patrimonial es una figura evolucionada porque está al lado de la familia, no en el banco, y la guía en cada una de sus decisiones importantes”, explica.
Esta evolución responde a la creciente complejidad de la gestión del patrimonio. Hoy en día, las familias no solo buscan rentabilidad en sus inversiones, sino que requieren un acompañamiento integral en aspectos financieros, fiscales e inmobiliarios. Aquí es donde entra en juego el asesor patrimonial, quien entiende la psicología del cliente y sus objetivos a largo plazo.
Verosini indica que uno de los aspectos más innovadores en este campo es el uso de la inteligencia artificial (IA) para mejorar la gestión patrimonial. Señala que la IA se convierte en una herramienta clave para optimizar decisiones y personalizar estrategias financieras:
“La inteligencia artificial puede ayudar al asesor patrimonial a encontrar las mejores soluciones para las familias. Permite analizar datos y tendencias, anticiparse a riesgos y proponer estrategias más eficientes.”
Gracias a la IA, los asesores pueden modelar escenarios financieros, evaluar el impacto de diferentes decisiones y ofrecer recomendaciones más precisas. Esto permite a las familias tomar decisiones informadas sobre inversiones, compra de propiedades o planificación fiscal.
El asesor patrimonial debe conocer desde la optimización tributaria hasta la gestión de inversiones y el mercado inmobiliario. Su formación es multidisciplinaria, lo que lo convierte en un profesional altamente capacitado para guiar a las familias en cada etapa de su vida financiera.
La educación financiera es una herramienta fundamental para construir un futuro sólido. La figura del asesor patrimonial representa una evolución necesaria en la gestión del patrimonio, ofreciendo un acompañamiento integral y estratégico para las familias. Con el respaldo de la inteligencia artificial y una formación especializada, estos profesionales se consolidan como aliados esenciales en la toma de decisiones financieras.
Los principios clave para una buena gestión patrimonial
Para cualquier persona que desee mejorar su inteligencia financiera, Verosini destaca tres principios fundamentales:
1. Ahorrar: “El ahorro no es un sacrificio, es la garantía de un futuro estable”.
2. Destinar al menos el 10% del ingreso propio al ahorro: “Es una fórmula probada que permite mantener el equilibrio financiero a largo plazo”.
3. Invertir con prudencia: “El 80% en activos seguros y el 20% en inversiones de mayor riesgo, siguiendo la ley de Wilfredo Pareto”.
Estos principios son esenciales no solo para los asesores patrimoniales, sino para cualquier persona que desee mejorar su estabilidad económica.
Un mercado emergente
La figura del asesor patrimonial no es nueva. Surgió en Estados Unidos hace varias décadas y ganó terreno en Europa. En Latinoamérica, su crecimiento responde a la necesidad de contar con expertos que ayuden a las familias a navegar en un entorno financiero cada vez más complejo.
La demanda por estos profesionales está en aumento. Verosini destaca que hay un amplio espacio laboral para quienes deseen especializarse en este campo. Al ser un intermediario entre la familia y las instituciones financieras, el asesor patrimonial brinda un servicio personalizado que no puede ser reemplazado por los bancos tradicionales.
Para quienes deseen incursionar en esta profesión, Verosini enfatiza la importancia de una formación especializada. Ser asesor patrimonial no es solo cuestión de manejar números, sino de comprender el panorama completo de las finanzas familiares.
“Para ser asesor patrimonial se necesita un curso de especialización. Este debe cubrir aspectos fiscales, inmobiliarios y financieros. No es sencillo, pero un estudiante de economía o finanzas puede superarlo sin problemas”, finaliza el experto.