Por Manuel Filomeno
En un mundo conectado, las fronteras se han convertido en líneas difusas en las que la comunicación se da de forma fluida, como un río que fluye entre los diferentes países, que ofrecen, cada uno, ventajas diferentes a los mercados.
Eventos globales como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia del Covid-19 y el conflicto e invasión de Rusia a Ucrania mostraron la necesidad de fortalecer y acortar las cadenas de suministro y acercar los centros de producción, aprovechando las ventajas que ofrecen los países vecinos.
En este contexto aparece el nearshoring (deslocalización cercana), una tendencia de mercado que permite mantener cercanía geográfica para aprovechar las ventajas competitivas de los países vecinos para trasladar la producción de bienes y servicios.
“El nearshoring es una forma de subcontratación que implica trasladar la producción o los servicios a un país cercano, generalmente en la misma región geográfica. El objetivo principal del nearshoring es aprovechar las ventajas competitivas de los países cercanos, como la proximidad geográfica, la similitud cultural y la facilidad de comunicación o acercar la producción al territorio de consumo.”, explica Jenny Andia, directora de la carrera de Ingeniería Económica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Andia señala que esta tendencia, a diferencia del offshoring, que significa llevar la producción a países lejanos con ventajas de precios y mano de obra, pero sacrificando la cercanía geográfica, es que el nearshoring permite el establecimiento de una mejor comunicación y cadenas de suministro más cortas y resilientes.
En general, esta forma de producción es una fórmula que busca disminuir costes sin alejarse del mercado original de las compañías.
Según la consultora Biz Latin, el nearshoring podría aumentar las exportaciones de bienes y servicios de América Latina hasta 78.000 millones de dólares, siendo las economías centroamericanas y caribeñas las más beneficiadas, según las proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La investigación también reveló que las industrias que podrían verse más beneficiadas por este modelo de negocio son la automotriz, la textil, la farmacéutica y la de las energías renovables.
Menor riesgo político, una de las ventajas
El nearshoring ofrece varias oportunidades y beneficios tanto para las empresas como para los países. Algunas de las principales oportunidades que ofrece son el acceso a una fuerza laboral calificada y con menores costos laborales, aprovechar la similitud cultural entre países cercanos y un menor riesgo político, entre otras.
“El nearshoring puede reducir el riesgo político asociado con la subcontratación en países lejanos, ya que los países cercanos pueden tener sistemas políticos y legales más estables y predecibles”, señala Andia.
Otra de las ventajas es la facilidad de comunicación, ya que los países cercanos suelen situarse en husos horarios similares, lo que, a su vez, coadyuva en la colaboración entre empresas y proveedores, que puede facilitar la eficiencia y la calidad de los productos y servicios.
“También, el nearshoring puede reducir el impacto ambiental asociado con la subcontratación en países lejanos, ya que los productos y servicios pueden ser transportados por distancias más cortas”, agrega la experta.
Por otra parte, el nearshoring presenta algunos desafíos que pueden afectar tanto a las empresas como a los países, como barreras lingüísticas, infraestructura limitada en el país de destino y falta de experiencia de los proveedores locales.
Sin embargo, expresa Andia, estas limitaciones dependen de los países y rubros.
Una oportunidad que vale la pena explorar
El nearshoring busca, no sólo capitalizar los beneficios operativos, logísticos y comerciales de reubicar la manufactura y proveeduría a países cercanos al origen de la demanda, sino también implica una diversificación geográfica para la mitigación de riesgos.
Esto plantea desafíos para las universidades, que deben formar a los futuros profesionales para poder beneficiarse de esta estrategia, preparándolos para los retos globales y las características de los países vecinos.
De acuerdo con el Tec de Monterrey, una de las formas es incentivar la internacionalización de los estudiantes, para ponerlos en contacto, no solo respecto al contexto de los países a los que van, sino también establecer redes de contactos que después podrán aprovechar.
Uno de los ejemplos más claros de las oportunidades que ofrece la estrategia se ve en México, donde se espera la apertura de 47 nuevos parques industriales solo en 2024 y se espera que hasta 2025 lleguen a México alrededor de 453 nuevas empresas, ofreciendo una oportunidad de crecimiento económico de hasta 2.5% en los próximos seis años, relata Andia.
“En resumen, el nearshoring parece ser una estrategia atractiva para las empresas que buscan optimizar sus operaciones y mitigar riesgos. Las tendencias actuales sugieren que esta estrategia continuará siendo popular en el futuro cercano, produciendo un aumento significativo en la inversión extranjera directa y el crecimiento económico en la región”, puntualiza la experta.