En la época actual, donde la transparencia y la rendición de cuentas son valores fundamentales para el buen funcionamiento de las organizaciones, las auditorías independientes emergen como herramientas esenciales de validación del manejo transparente de recursos.
Estas revisiones no solo ofrecen un panorama detallado sobre la gestión financiera, sino que también promueven la confianza, tanto interna como externamente.
Una auditoría independiente se distingue porque es realizada por expertos externos e imparciales, que evalúan de forma objetiva el estado financiero, operativo y normativo de una organización. Esta independencia otorga credibilidad y fiabilidad a los informes resultantes, ya que se basan en análisis objetivos y desprovistos de conflictos de interés.
“Las auditorías proporcionan al ente auditado, sea privado o público, información sobre si las medidas y los procesos son eficaces y apropiados. Además, permite identificar posibilidades de mejora y los riesgos para garantizar el cumplimiento continuo y evitar posibles sanciones o multas”, explica Diego Lizarazu, director de la carrera de Contaduría Pública de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Según el académico, las auditorías se deben realizar de manera obligatoria cada cierre de año fiscal si la empresa obtuvo un ingreso mayor a 1,2 millones de bolivianos y, al año siguiente, aunque no supere el monto indicado.
En Bolivia, las entidades reguladoras, como Impuestos Nacionales, requieren que los estados financieros de las instituciones y empresas públicas y privadas estén auditados y que expresen una opinión sobre su confiabilidad, indica Adalid Zurita, auditor financiero con amplia experiencia en el sector público.
“Con relación a los socios o dueños de la empresa, las auditorías se deberían realizar de forma periódica para que ellos tengan la certeza del manejo financiero de su entidad, porque generalmente, ellos no son los que manejan las finanzas, sino personal contratado. En estos casos, la firma auditora da una opinión independiente de cómo han sido manejadas esas finanzas, si son confiables y si expresan razonablemente la situación de la empresa”, sostiene el experto.
Evidentemente, el impacto de la auditoría en el manejo financiero de cualquier empresa es en su gestión de riesgos a fin de detectar áreas críticas para realizar los ajustes correspondientes y mejorar el nivel de confianza de la institución frente a terceros como para la obtención de créditos bancarios.
Importancia de las auditorías
La importancia de las auditorías independientes radica en varios aspectos clave:
1. Ofrecen una visión imparcial del desempeño financiero de una empresa, proporcionando a los stakeholders o partes interesadas una evaluación precisa y confiable de su situación económica. Esta transparencia es fundamental para generar confianza entre inversores, accionistas, clientes y otros actores, fortaleciendo así la reputación y la credibilidad de la organización en el mercado.
2. Desempeñan un papel crucial en la detección y prevención de fraudes y malversaciones. Al ser realizadas por profesionales externos, estas revisiones identifican posibles irregularidades que podrían pasar desapercibidas en una evaluación interna. Esta función de vigilancia contribuye a proteger los activos y los intereses de la empresa, así como a mitigar riesgos financieros y legales.
3. Proporciona recomendaciones y orientación objetiva para mejorar la gestión y el control interno de una organización. Al identificar áreas de mejora y oportunidades de optimización, estos informes ayudan a las empresas a fortalecer sus procesos, reducir costos innecesarios y maximizar la eficiencia operativa.
Transparenta el manejo de recursos
Las auditorías independientes promueven la transparencia y la responsabilidad corporativa, valores esenciales en un entorno empresarial cada vez más exigente y competitivo. Al someterse voluntariamente a este escrutinio externo, las organizaciones demuestran su compromiso con la integridad y la excelencia en su gestión.
“Al realizar supervisiones al control interno de la organización y recomendar acciones correctivas y preventivas en el mismo, genera una mayor transparencia del manejo de los recursos”, afirma Lizarazu.
Zurita, por su parte, sostiene que, si bien el objetivo de una auditoría es emitir una opinión independiente respecto a la confiabilidad de los estados financieros, también transparenta el manejo financiero al emitir una opinión de confiabilidad.
“De cierta manera, transparentas la información financiera, porque con la opinión que emite el experto, se valida que no haya movimientos ocultos que no se hayan reportado en los estados financieros”, explica.
Agrega que, en todo caso, la opinión de confiabilidad tiene vital importancia para terceras personas o instituciones porque da certeza de que esos estados financieros son confiables y exponen la situación financiera de la misma.
Por ejemplo, cuando una empresa solicita crédito a una entidad financiera, uno de los requisitos es la presentación de sus estados financieros auditados con una opinión de confiabilidad. Con esta información el banco tiene la certeza de que esa empresa reporta utilidades y sobre esa información hace su análisis de riesgo. Lo mismo sucede con posibles inversionistas o accionistas que revisan los estados financieros de cualquier negocio donde pretenden invertir.
La tecnología, herramienta del auditor
Las tecnologías digitales, según Lizarazu, pueden ayudar a mejorar el proceso de auditoría mediante la ejecución completa de algunas tareas estructuradas y liberar carga del auditor para que se enfoque en las tareas semiestructuradas y no estructuradas.
Se trata de potentes herramientas de trabajo para los auditores ya que: simplifican el trabajo, permiten realizar una mejor evaluación de grandes cantidades de datos y ordenan archivos y documentación que se maneja.
Las auditorías independientes son pilares fundamentales para garantizar la integridad, la transparencia y el crecimiento de las organizaciones en el panorama empresarial actual.
“Al proporcionar una evaluación objetiva e imparcial del desempeño empresarial, estas revisiones no solo fortalecen la confianza y la credibilidad institucional, sino que también contribuyen a la detección y prevención de irregularidades, así como a la mejora continua de la eficiencia operativa”, concluye Lizarazu.