En el mundo de la arquitectura contemporánea, una tendencia emerge como un soplo de aire fresco: la arquitectura lúdica, un enfoque innovador que va más allá de la mera funcionalidad del espacio, incorporando elementos de diversión, creatividad e interacción social en el diseño urbano y arquitectónico.
“La arquitectura lúdica crea entornos que no solo cumplan con su propósito básico, sino que también agreguen un toque de diversión y creatividad a la vida cotidiana”, indica Eric Fernández Coca, docente de la carrera de Arquitectura de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El arquitecto añade que esta tendencia de la arquitectura se enfoca en crear espacios divertidos y creativos; es decir, lugares que no sólo cumplan una función práctica, sino que también fomenten la interacción social, el aprendizaje y la imaginación y que, en lugar de ser simplemente funcionales, se diseñen para inspirar y estimular a las personas que los utilizan.
Por ejemplo, en la arquitectura lúdica se pueden incluir parques infantiles, museos interactivos, espacios públicos con elementos de juego, entre otros. Estos lugares no solo son visualmente atractivos, sino que también invitan a las personas a explorar, experimentar y disfrutar.
Artefactos lúdicos y cómo se utilizan
Los artefactos lúdicos son herramientas diseñadas con el propósito específico de proporcionar entretenimiento, fomentar la educación o cultivar habilidades. Estos objetos están cuidadosamente concebidos para ofrecer experiencias interactivas y estimulantes, enfocándose en aspectos tanto lúdicos como didácticos, explica Eric Fernández.
Estos artefactos no solo ofrecen momentos de diversión, sino que también desempeñan un papel fundamental en el desarrollo cognitivo, social y emocional de las personas, especialmente de los niños, por ejemplo:
- Juguetes para niños: estos objetos están destinados a entretener y educar a los más jóvenes. Pueden variar desde simples bloques de construcción hasta dispositivos electrónicos diseñados con propósitos educativos.
- Juegos de mesa: fomentan la interacción social y el pensamiento estratégico, como, por ejemplo, el ajedrez, Monopoly o Scrabble.
- Videojuegos: ofrecen experiencias virtuales que pueden ser tanto recreativas como educativas, representando un amplio espectro de géneros y temáticas.
- Elementos de juego en espacios públicos: tales como parques infantiles, áreas de juegos en plazas o parques que cuentan con estructuras diseñadas para promover la diversión y la actividad física.
Fernández aclara, sin embargo, que ‘artefacto lúdico’ y ‘espacio lúdico’ no son lo mismo. Los primeros son elementos con los que el usuario puede recrear a modo de aprender. En cambio, el espacio lúdico es el área destinada para el desarrollo de esas actividades, que tiene que estar muy bien desarrollada para un mejor desenvolvimiento de los niños.
Ambientes más amigables
Los espacios lúdicos juegan un papel importante dentro de la arquitectura. “Son como oasis de diversión que hacen que la vida cotidiana sea más agradable y emocionante”, puntualiza Fernández.
Según el académico, hacen que los lugares sean más amigables y acogedores. Cuando agregamos elementos de juego en áreas como parques o lugares de trabajo, creamos ambientes que invitan a la interacción y la diversión.
“Estos lugares no solo ofrecen entretenimiento, sino que también promueven la socialización y ayudan a aliviar el estrés”, asegura.
Procesos de reutilización
Una de las características clave de la arquitectura lúdica es la reutilización creativa de materiales y espacios existentes. En lugar de comenzar desde cero, los arquitectos buscan aprovechar estructuras preexistentes, como edificios abandonados o terrenos baldíos, para transformarlos en entornos lúdicos y divertidos.
“La reutilización en la arquitectura lúdica implica el uso creativo y sostenible de materiales y espacios existentes para diseñar y construir áreas de juego y recreación. En lugar de comenzar desde cero, los arquitectos buscamos aprovechar estructuras preexistentes, como edificios abandonados, terrenos baldíos o elementos urbanos subutilizados, para transformarlos en entornos lúdicos y divertidos”, asegura Fernández.
La reutilización es una práctica fundamental en la gestión sostenible de recursos. Consiste en dar una segunda vida a productos, materiales o recursos que ya han sido utilizados, en lugar de desecharlos y lograr extender su utilidad.
El académico menciona que esta técnica sustentable ayuda a:
- Reducir residuos, porque al reutilizar se evita que los objetos terminen en vertederos o rellenos sanitarios.
- Menor demanda de recursos naturales: ya que disminuye la necesidad de producir nuevos materiales.
- Menor consumo de energía, porque se reduce la fabricación de nuevos productos
La arquitectura lúdica y la reutilización van de la mano, demostrando que es posible crear espacios emocionantes y funcionales mientras se adoptan prácticas sostenibles. Desde parques construidos con materiales reciclados hasta instalaciones artísticas en antiguas fábricas, estas iniciativas están transformando nuestras ciudades en lugares más amigables, acogedores y ecológicos.
Fernández señala que la arquitectura lúdica es una faceta emocionante y creativa que a menudo no se le da toda la atención que merece, pese a que la idea de diseñar espacios que promuevan el juego, la diversión y la interacción social es crucial para mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades y comunidades.
“Es triste notar que su implementación deja mucho que desear en muchos lugares. A menudo, los proyectos arquitectónicos se centran más en la funcionalidad y la estética que en la experiencia real del usuario. Quizás esto se deba a una falta de comprensión o aprecio por la importancia de la arquitectura lúdica”, reflexiona finalmente.