Desde rehabilitación motora hasta comunicación asistida, las oportunidades de las interfaces cerebro-máquina

Desde rehabilitación motora hasta comunicación asistida, las oportunidades de las interfaces cerebro-máquina

La tecnología ya supera nuestros sueños más locos y empieza a transformar la realidad en algo más parecido a la ciencia ficción. Una de estas nuevas tecnologías trata de la conexión de las mentes con las máquinas, a través de interfaces cerebro-ordenador.

Con el anuncio de la empresa Neuralink, del millonario Elon Musk de los primeros ensayos con humanos de su tecnología, se ha abierto un abanico de posibilidades para los ingenieros de sistemas, además de otros profesionales, para desarrollar programas y aplicaciones que ayuden a los humanos a aprovechar estas conexiones cerebro-máquina.

“Sin duda alguna la tecnología de Neuralink es un gran avance, es importante mencionar no es la primera empresa en trabajar en este ámbito, las oportunidades para los ingenieros de sistemas son muchas, desde la rehabilitación motora, restauración motora, control de dispositivos robóticos, la comunicación asistida y la mejora cognitiva por mencionar algunas”, explica el ingeniero Fernando Hinojosa, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Las interfaces cerebro-máquina, como Neuralink, son en realidad conexiones de cerebros humanos con una inteligencia artificial bajo “lazos neuronales”, los cuales pueden permitir encontrar soluciones que ahora mismo no existen para el tratamiento de enfermedades neurológicas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el Parkinson, el Alzheimer o las parálisis por accidentes de tráfico.

El chip llamado N1 tiene ocho milímetros de diámetro y presenta 64 cables ultrafinos llamados hilos, que se comparan en tamaño con las neuronas del cerebro, que es el equivalente al diámetro de un cabello dividido por 10. Estos cables albergan electrodos y aislamiento.

 

 

La empresa Neuralink, del millonario Elon Musk de los primeros ensayos con humanos de su tecnología.

 

El chip de Neuralink funciona captando las señales eléctricas que se producen en el cerebro cuando la persona piensa o hace algo. Los hilos muy finos tienen electrodos que se insertan en diferentes zonas del cerebro según lo que se quiera medir o estimular. El chip se comunica con una computadora por medio de un dispositivo inalámbrico que se coloca detrás de la oreja. Así, se puede enviar y recibir información entre el cerebro y la computadora, lo que permite controlar dispositivos externos o modificar el funcionamiento cerebral.

El fundador de Neuralink señaló en sus redes que la tecnología Telepathy, utilizada en el chip implantado en el primer ensayo con humanos ya fue probada en monos hace tres años en forma exitosa.

Musk agregó que Telepathy permitirá “controlar el teléfono o el computador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con sólo pensar. Los primeros usuarios serán personas que hayan perdido la funcionalidad de sus extremidades”.

Hinojosa agrega que los ingenieros de sistemas forman y formarán parte del desarrollo de las tecnologías relacionadas con Telepahy, junto con médicos y otros profesionales.

“El papel que juegan es super importante. Los ingenieros de sistemas estuvieron en diferentes etapas desde el diseño del sistema, el desarrollo del software, la integración de hardware y software, las pruebas, y la optimización del rendimiento por mencionar algunas etapas. Podemos contribuir de diferentes aspectos el más importante considero que es la optimización de rendimiento, como sabemos todos los sistemas se pueden mejorar perfeccionar”, explica.

De acuerdo con un comunicado de la compañía, la fase inicial del proyecto se centrará en ayudar a la industria de la salud. El sistema podrá ayudar a personas parapléjicas con tareas sencillas como usar un teléfono o controlar una computadora. También ayudará en la investigación de señales eléctricas cerebrales y el desarrollo de fármacos para diversas afecciones médicas.

Otra posibilidad a futuro, según sus desarrolladores, será la de restaurar el habla, el movimiento e incluso la memoria. Eventualmente, los humanos podrán incluso comunicarse entre sí sin hablar lo que implicaría leer las mentes de otras personas.

Sin embargo, el desarrollo de esta tecnología deberá ir de la mano con el desarrollo de mecanismos de seguridad y de ética que eviten el robo de información, la privacidad y la integridad de los datos cerebrales de las personas que utilicen los implantes.

Existen muchos desafíos, tanto tecnológicos como éticos en el desarrollo de esta tecnología. Por el lado tecnológico, los avances se van a seguir dando; sin embargo, los desafíos que considero que se pueden presentar van desde la parte de seguridad y ética para proteger la privacidad y la integridad de los datos cerebrales, hasta la colaboración interdisciplinaria que conlleva trabajar en esto”, concluye el experto.

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