Griselda Vargas, directora de la carrera de medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, resalta la importancia de las vacunas por sus múltiples beneficios y su contribución al control de diferentes enfermedades virales, especialmente en los niños.
“Las vacunas son la mejor opción de prevención de enfermedades como la poliomielitis, el sarampión, la rubéola (…) Las poblaciones que recibieron vacunas, disminuyen la mortalidad y mejoran la calidad de vida de los niños”, indica Vargas.
En Bolivia, los servicios departamentales de Salud comenzaron distintas campañas de inmunización en contra del sarampión, la poliomielitis y el Virus del Papiloma Humano (VPH), entre otras enfermedades inmuno prevenibles y altamente contagiosas.
Max Enríquez, jefe Nacional del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), hace un llamado a los padres de familia para que acudan a la campaña: “el propósito es recuperar las coberturas de vacunación y obtener la certificación (de libre) de polio y sarampión”.
Sin embargo, la percepción positiva de los beneficios de las vacunas no es una opinión global. En los últimos años, se ha visto el surgimiento de diferentes movimientos sociales denominados “antivacunas”. Usan argumentos científicos que señalan de antinatural a este proceso médico, atribuyéndole una supuesta aparición de trastornos y enfermedades como el autismo en niños.
Para Vargas, es necesaria una comparación de beneficios y riesgos de las vacunas en la población. Reconoce que algunas personas muestran «predisposición e hipersensibilidad lo que provoca el daño orgánico, pero hablamos de millones de personas beneficiadas versus una o dos personas que tengan hipersensibilidad”.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, las vacunas salvan de 2 a 3 millones de vidas cada año. “Son esenciales para protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades”, refiere el informe.
Las vacunas se aplican durante la infancia para proteger a los niños contra enfermedades graves y mortales. Estimula defensas naturales del organismo, preparándose para combatir enfermedades de manera rápida y efectiva.
Las instituciones de salud persiguen una «inmunidad colectiva». Las campañas de vacunación tienen como propósito expandir la cobertura a la mayor cantidad de personas y garantizar, de ese modo, dicha inmunidad.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, considera que el 2023 podría ser el año en el que se declare el fin de la emergencia por Covid-19 en el mundo. Estados Unidos determinó por ley poner fin a la emergencia nacional por el virus Covid-19, hace unos días.
Según datos de la OMS, un aproximado de 23 millones de niños no recibieron sus vacunas esenciales a través de los servicios de inmunización de rutina a nivel global producto del aislamiento en la pandemia, mismos que corren el riesgo de contraer enfermedades controlables, por ello urge desde los estados priorizar campañas de concientización.
Las vacunas y sus síntomas
La aplicación de la vacuna puede provocar dolor, enrojecimiento e inflamación. Sin embargo, suelen desaparecer espontáneamente. Hay casos en los que provoca fiebre, decaimiento durante un par de días. Vargas recomienda consultar con un profesional en salud si los síntomas persisten. Las vacunas pueden reproducir levemente la enfermedad, para generar las defensas.