En los últimos años, la medicina estética se ha convertido en una de las especialidades médicas más atractivas para los profesionales de la salud que tienen la misión de prevenir y corregir alteraciones de la belleza natural, sin necesidad de intervenciones quirúrgicas ni hospitalizaciones.
La medicina estética está en constante evolución. Hoy los tratamientos más demandados son los que logran mejorar el aspecto y prevenir el envejecimiento, sin perder la naturalidad. De ahí que las novedades en este campo tienen que ver con el rejuvenecimiento.
Los avances tecnológicos e innovadores procedimientos aumentaron la demanda de tratamientos de rejuvenecimiento facial para la eliminación de arrugas, flacidez, hiperpigmentaciones y perfilamiento del óvalo facial, entre otros.
Para ello se recurre a diferentes técnicas como la aplicación de Ácido Hialurónico, Toxina Botulínica, Enzimas recombinantes, Exosomas y Bioestimuladores de Colágeno, indica Yuri Mollinedo, médico general, con especialidad en medicina estética, regenerativa y antienvejecimiento en la Universidad Complutense de Madrid (España).
La medicina estética se ha popularizado bastante en la última década. Mollinedo asegura que, por ese motivo, muchos médicos están optando por tratamientos menos invasivos en los tratamientos de belleza y rejuvenecimiento que aplican.
“Son más seguros, con excelentes resultados en manos expertas y porque justamente son los pacientes quienes buscan tratamientos menos invasivos, tratamientos que no requieran de una intervención quirúrgica, un ingreso hospitalario y de anestesia general”, indica.
El médico explica que los tratamientos menos invasivos en medicina estética son posibles gracias a los adelantos tecnológicos ya que cada año se originan nuevas aparatologías médicas, sistemas lumínicos, láser. Se trata de tecnologías cada vez menos invasivas, seguras y con obtención de resultados exitosos, en cortos periodos de tiempo, en tratamientos faciales y corporales.
Atención integral
Como en todas las ramas de la medicina, la deontología médica (conjunto de principios y reglas éticas que inspiran y guían la conducta profesional del médico) no es la excepción en la medicina estética.
Mollinedo indica que, en la atención de un paciente, siempre debe primar la atención integral, la información adecuada, la confidencialidad, los procedimientos que necesita el paciente y para los cuáles está calificado, disponer de todos los medios para proteger la salud del paciente, preservarla y poner sobre todo uno de los principios de la medicina: «Primum non nocere», que significa «lo primero es no hacer daño«
Asimismo, lo mínimo que tiene que hacer un paciente, antes de someterse a un tratamiento estético, es averiguar quién lo va atender y si ese profesional tiene formación universitaria en medicina estética a nivel de diplomado, especialidad o maestría.
“Debe verificar que quien le realicé el procedimiento o tratamiento sea el mismo médico que lo evaluó; asegurarse que el consultorio o centro donde es atendido este habilitado y acreditado por el Servicio Departamental de Salud (Sedes) y cuente con el equipamiento necesario en caso de emergencia.
Medicina estética
La medicina estética es una rama de la medicina que tiene más de medio siglo de antigüedad. Nació en París, Francia en 1973 y de allí se extendió al resto de los continentes.
Sus fines son la restauración, el mantenimiento y la promoción de la estética, la belleza y la salud para lo cual utiliza procedimientos médicos tanto a nivel facial como corporal y en régimen ambulatorio para mejorar la apariencia física, inestetismos y salud del paciente.
Dentro de los beneficios que aporta la medicina estética, Mollinedo menciona la eliminación de imperfecciones y de inestetismos, mejorando considerablemente la aplicación del rostro y regiones del cuerpo, la apariencia física y devolviendo rasgos estéticos que se van perdiendo con el paso de los años a través de procedimientos médicos no invasivos o mínimamente invasivos.
Medicina estética, cirugía estética y cirugía plástica
La medicina estética se caracteriza porque no realiza procedimientos quirúrgicos que requieran anestesia general como ocurre con la cirugía estética, la cual -en la mayoría de los casos- implica un ingreso hospitalario del paciente.
En tanto, “la cirugía plástica se dedica a la reparación de deformidades y la corrección de defectos funcionales, en la que se engloban procedimientos dirigidos a la reparación de tejidos afectados por una enfermedad, accidente o derivado de lesiones producidas por quemaduras”, puntualiza el especialista, quien actualmente es el presidente de la Asociación de Médicos Estéticos, Láser y Envejecimiento de Bolivia (AMELEBO) y miembro de honor de la South American Academy of Cosmetic Surgery.
El tratamiento de patologías estéticas o inestetismos, la complejidad de las técnicas y procedimientos empleados, requieren que este tipo de intervenciones estéticas sean practicadas por personal médico cualificado.
En ese marco la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, organiza un diplomado internacional de alto nivel en Medicina Estética, Láser y Envejecimiento, su objetivo es brindar al médico las técnicas y procedimientos de vanguardia para la atención adecuada e integral del paciente.