Tarjetas prepagadas, una opción ante los límites de retiro y la escasez de dólares

Percy Castro se gana la vida importando productos de China y vendiéndolos en una tienda virtual en redes sociales, sin embargo, desde hace tres años tiene problemas para comprar mercancía y pagar publicidad en plataformas virtuales debido a la escasez de dólares que atraviesa el país.

“Los límites de los bancos son cada vez más bajos, las comisiones más altas e incluso con una tarjeta de crédito es complicado comprar en las tiendas online y pagar a Facebook por promoción”, confiesa.

Hace seis meses, Castro encontró una solución, el uso de criptomonedas, combinado con plataformas de cambio (exchange) y una tarjeta prepagada de crédito, la cual le brinda las facilidades para realizar sus compras y pagos en el exterior.

Las tarjetas prepagadas son una herramienta financiera que combina la funcionalidad de una tarjeta de débito con la flexibilidad de una tarjeta de crédito.

“Las tarjetas prepagadas son un método de pago muy simple, estas brindan a su portador la capacidad de realizar compras en cualquier negocio del mundo ya que funcionan como una tarjeta de crédito, con la diferencia de que tienen un monto fijo asignado previamente, para realizar compras en puntos de venta, por internet o  depositar los fondos en pasarelas de pago internacionales”, explica Orlando López, economista financiero y docente de la carrera de Ingeniería Económica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

El experto explica que estas son tarjetas que se pueden solicitar en entidades financieras y distintas páginas previo depósito del monto necesario más una comisión y que luego son enviadas por correo al solicitante. En algunos casos estas tarjetas pueden ser usadas de manera digital y, al estar asociadas a redes de pago electrónico mundiales, pueden ser utilizadas en casi cualquier cajero automático o POS (punto de venta).

“Una tarjeta prepagada no está ligada a una cuenta de banco o cooperativa de crédito. En vez de eso, usted deposita dinero en la cuenta de la tarjeta, lo cual a veces se denomina cargar dinero en la tarjeta, antes de poder gastarlo”, agrega el experto.

Con estas tarjetas los negocios pueden reponer mercadería o realizar pagos a proveedores en el extranjero de manera directa, sin tener que comprar dólares u otras divisas.

Hugo Miranda, oficial de economía digital de la Fundación InternetBolivia.org. señala que estas tarjetas pueden ser usadas en conjunción con criptomonedas como el USDT o USDC, las cuales mantienen su valor con relación al dólar para hacer compras, pero también para ahorrar.

“Mediante el uso de criptos como USDT o USDC, que son, en la práctica, dólares digitales, podemos liquidar estos activos y comprar o recargar estas tarjetas prepagadas para nuestras compras por internet o si las necesitamos para viajar, solicitar que nos manden a través de un courier el plástico para poder usarlas en comercios”, explica.

Ventajas

Las tarjetas prepagadas tienen una serie de ventajas y beneficios sobre las tarjetas de crédito tradicionales, entre las que se encuentran:

  • Recarga de fondos: el usuario carga dinero en la tarjeta, ya sea en una sucursal bancaria, a través de banca móvil o por internet.
  • Uso limitado al saldo disponible: solo se puede gastar el monto previamente cargado, lo que ayuda a evitar deudas.
  • Aceptación global: estas tarjetas suelen estar respaldadas por redes como Visa o Mastercard, lo que permite su uso en comercios físicos y en línea a nivel mundial.
  • Seguridad y control: son ideales para compras en línea, ya que no están vinculadas directamente a una cuenta bancaria, reduciendo riesgos en caso de fraude.

En Bolivia, las tarjetas prepagadas han ganado popularidad recientemente, impulsadas por la digitalización y la necesidad de inclusión financiera. Por ejemplo, en 2023, la fintech boliviana Koban lanzó las primeras tarjetas Mastercard prepagadas del país. Este avance busca facilitar el acceso a servicios financieros para personas no bancarizadas y fomentar el uso de la economía digital.

Recientemente, dos entidades bancarias bolivianas incluyeron esta herramienta como parte de su cartera y se espera que en los próximos meses otras se sumen a la iniciativa.

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