Por Lily Zurita
Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas y los cambios bruscos de clima suelen aumentar la incidencia de enfermedades respiratorias y otras infecciones, por lo que, reforzar el sistema inmunológico se vuelve una prioridad para muchos.
Las frutas y verduras frescas son fundamentales para aportar una amplia gama de vitaminas y minerales esenciales. Entre ellas, los cítricos como naranjas, limones, mandarinas y pomelos, así como el kiwi, las fresas y las verduras de hoja verde, son excelentes fuentes de vitamina C.
Una estrategia efectiva para fortalecer nuestras defensas es a través de una dieta equilibrada y rica en nutrientes, especialmente en vitamina C, indica la directora de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Patricia Avilés.
“Este nutriente es crucial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, ya que ayuda a la producción de glóbulos blancos y mejora la respuesta del organismo ante infecciones”, afirma Avilés.
No obstante, hay situaciones en las que la dieta por sí sola puede no ser suficiente. En personas con deficiencias nutricionales, problemas de absorción o condiciones médicas específicas que incrementan las necesidades de ciertos nutrientes, podría ser necesario recurrir a suplementos vitamínicos.
Avilés recomienda que, sin embargo, antes de iniciar cualquier suplementación, es esencial consultar con un profesional de la salud para determinar la necesidad y la dosis adecuada en cada caso individual.
¿Por qué la vitamina C es buena para subir defensas?
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un nutriente esencial que juega un papel crucial en el fortalecimiento del sistema inmunológico.
“Actúa como un potente antioxidante, protegiendo a las células del daño causado por los radicales libres. Además, contribuye a la producción de colágeno, necesario para la salud de la piel, los vasos sanguíneos y los tejidos”, dice la académica.
En el contexto de las defensas inmunológicas, la vitamina C estimula la producción y función de los glóbulos blancos, que son fundamentales para combatir infecciones y virus, incluido el resfriado común.
Vitamina C, natural y accesible a todos los bolsillos
La vitamina C no sólo está en los cítricos sino también en otros frutas y verduras que contienen, incluso, más vitamina C que la naranja o el pomelo y que, en esta temporada, son accesibles a todos los bolsillos.
Avilés destaca cinco productos, aunque asegura que hay otros más:
- Guayaba: una guayaba puede contener hasta 200 mg de vitamina C, lo que supera de lejos el contenido de una naranja.
- Pimientos rojos: un pimiento rojo crudo contiene aproximadamente 190 mg de vitamina C por cada 100 gramos.
- Kiwi: un solo kiwi puede contener alrededor de 70 mg de vitamina C.
- Fresas: una taza de fresas tiene aproximadamente 85 mg de vitamina C.
- Brócoli: una porción de 100 gramos de brócoli contiene alrededor de 89 mg de vitamina C.
Adoptar hábitos de vida saludables
Reforzar el sistema inmunológico de forma natural implica adoptar hábitos de vida saludables. La académica da algunos consejos:
- Dieta balanceada: consumir una variedad de frutas, verduras, proteínas magras, y granos enteros para asegurar una ingesta adecuada de nutrientes esenciales.
- Hidratación adecuada: beber suficiente agua diariamente para mantener el cuerpo hidratado.
- Ejercicio regular: realizar actividad física moderada de forma regular para mantener el cuerpo en buena forma y estimular la circulación sanguínea.
- Sueño de calidad: dormir las horas necesarias para que el cuerpo pueda recuperarse y funcionar correctamente.
- Reducción del estrés: practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda para manejar el estrés, que puede debilitar el sistema inmunológico.
- Higiene: mantener una buena higiene personal, como lavarse las manos con frecuencia, para prevenir infecciones.
Es importante subrayar que la salud óptima no se alcanza únicamente con el consumo de vitaminas y minerales. Un enfoque integral que combine una dieta nutritiva, ejercicio regular, descanso adecuado y una buena gestión del estrés es crucial para mantener el bienestar general.
“Fomentar hábitos saludables desde una edad temprana y educar a la comunidad sobre la prevención de enfermedades a través de un estilo de vida saludable también son pasos fundamentales”, puntualiza Avilés.
Mientras nos preparamos para enfrentar el invierno, una dieta equilibrada rica en vitamina C puede ser un aliado poderoso para mantenernos saludables. Sin embargo, se debe tener en cuenta la importancia de un enfoque holístico para la salud, que incluya buenos hábitos y la consulta regular con profesionales de la salud.