Moya, De la Viña, Soruco y Pérez reciben el Reconocimiento al Mérito Profesional en Periodismo

Moya, De la Viña, Soruco y Pérez reciben el Reconocimiento al Mérito Profesional en Periodismo

Por Fernando García

Los periodistas Elvia Moya, Tito de la Viña, Juan Cristóbal Soruco y Eduardo Pérez Iribarne recibieron el Reconocimiento al Mérito Profesional en Periodismo, otorgado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, que anoche llevó a cabo la gala del Reconocimiento al Periodismo de Investigación “Franz Tamayo”, en ocho categorías.

En su segunda versión, la convocatoria al reconocimiento tuvo carácter nacional y se recibieron trabajos desde diferentes medios y ciudades del país. Las piezas de investigación periodística fueron distinguidas en las categorías Televisión, Radio, Prensa Escrita, Agencia de Noticias, Periodismo Digital, Revista de Investigación, Independientes y “Pulitfranz”, esta última especial para estudiantes de Periodismo.

Un jurado internacional, designado por el Congreso Hispanoamericano de la Prensa (CHP), evaluó el material de los comunicadores bolivianos, mientras que la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), el conglomerado más importante de periodistas en la región, garantizó la transparencia en el proceso.

Además del galardón a los periodistas en las ocho categorías descritas, el reconocimiento incluye cuatro distinciones al Mérito Profesional en Periodismo, que recayeron en los cuatro comunicadores de destacada trayectoria por su servicio social, objetividad, credibilidad y compromiso al ejercer el periodismo desde diferentes formatos y géneros: Moya es un referente del periodismo ciudadano; De la Viña es especialista en periodismo deportivo; Soruco, un emblema del periodismo escrito, y el padre Pérez una autoridad en la radiodifusión.

Moya: la calle, fuente de información

En 1979, Elvia Moya dejó su natal Santiago de Chile durante la época de la dictadura para radicar en Bolivia. Comenzó en el ejercicio periodístico en El Diario, más tarde pasó a la agencia ANF y siguió en Radio Nueva América, hasta incursionar en la televisión, en Canal 7.

Su estilo de cobertura le sirvió para pasar por diferentes medios televisivos, como el desaparecido Telesistema Boliviano, ATB y la red Unitel, en 2001.

“Las calles son escenarios de la actividad ciudadana y, por tanto, terrenos donde se desarrollan las noticias. Encontré en ellas el pulso de la vida: los problemas, angustias y penurias; así como dramas, alegrías y felicidades de hombres y mujeres que son protagonistas de la información”, afirmó Moya.

Retirada de los medios, Elvia sigue de cerca el acontecer noticioso del país y asegura que, si tuviera que elegir otra vez una carrera, no dudaría en escoger el periodismo.

“Viví periodismo, respiré periodismo, comí periodismo y soñé periodismo. Escogí bien mi carrera y la volvería a escoger porque el periodismo es mi vida, y vivir es periodismo”, dijo.

De la Viña, el bioquímico que se hizo periodista

Cobertura en seis Mundiales y Juegos Olímpicos, presencia en torneos de distintas disciplinas y testigo de diversas proezas del deporte boliviano hablan de la trayectoria de don Tito de la Viña, el bioquímico que hizo del periodismo su carrera y del deporte su pasión.

“Empecé muy joven en la radio, que me catapultó a los periódicos. Cucho Vargas me llevó a trabajar a La Nación, luego nos fuimos a Presencia, y más tarde llegué a la televisión, así pasé por los tres formatos”, recordó De la Viña.

En paralelo con sus primeros años como comunicador, el relator y comentarista deportivo completó sus estudios en Bioquímica y trabajó como laboratorista en el Policlínico 9 de Abril.

“Yo trabajaba en el laboratorio del 9 de Abril, muchas veces mi foto salía en los reportes de microscopio. La gente se preguntaba ‘cómo puede ser, si éste es periodista’. Miguel Velarde, de (periódico) Hoy, dio la idea: ‘Lo que pasa es que el Tito que está en la foto es hermano gemelo del que los domingos relata fútbol'», comentó sonriente.

Aunque dejó la práctica, De la Viña es un convencido de que el periodismo serio y responsable sólo puede ser resultado de la vocación y la dedicación, dos factores que, asegura, aplicó en su dilatada y prominente trayectoria.

Soruco, periodista de tinta y papel

Juan Cristóbal Soruco tiene tras de sí 40 años de experiencia en medios impresos. Además de periodista-redactor, pasó por todos los roles dentro de una Sala de Redacción, hasta convertirse en director de cuatro grandes medios, en distintas etapas de su carrera: Presencia, La Razón, La Prensa y Los Tiempos.

“En mi época, la carrera de Periodismo no existía, por eso estudié Sociología, hasta que en La Paz se abrió la carrera de Comunicación Social y me vine rápidamente. Tenía cierta atracción en esto de recolectar y difundir noticias, este ha sido mi oficio, no imaginaba que iba a durar tanto, estoy feliz de haberlo hecho”, afirmó Soruco.

Para el especialista en prensa, el periodismo es un oficio que sirve como puente entre la noticia y la audiencia, un elemento que pone en relieve la importancia de la profesión.

“Ejercí el periodismo siempre bajo la guía de buscar la verdad y ser un buen mensajero entre los hechos noticiosos y la ciudadanía. El periodista debe ser una persona curiosa y con permanente vocación de autoformación. Las nuevas generaciones deben saber resistir las presiones de orden personal, políticas y económicas para cumplir esta misión que nos ha encomendado la gente que confía en nosotros”, sostuvo Soruco.

Juan Cristobal Soruco, galardonado por su trayectoria en periodismo.

La voz del padre Pérez, la voz de Fides

Eduardo Pérez Iribarne nació en España, el 20 de mayo de 1944.  Es sacerdote jesuita, naturalizado boliviano y director del Grupo Fides, medio de comunicación de alcance nacional.

Incursionó en los medios de comunicación bolivianos en radio Pío XII y continuó en Radio Fides, desde marzo de 1970; se le reconoce como promotor de la prueba ciclística Vuelta a Bolivia y organizador de las campañas navideñas “Por la sonrisa de un niño”. 

El padre Pérez se despidió de la audiencia el 29 de diciembre de 2017. En ese medio trabajó como jefe de Prensa y, a partir de 1986, asumió el cargo de director, desde el que potenció el crecimiento del Grupo Fides.

“Cada quién sabrá lo que deja en la historia, yo no sé si dejo mucho, poco o nada, tampoco me importa. Lo que sí, confieso que he vivido. ¿Cómo habrán llevado la vida?, cada quién la lleva como puede, como yo soy católico, apostólico y romano, yo me he dedicado siempre a fabricar soluciones”, manifestó Pérez, en una de sus últimas apariciones al aire.

Con su salida de las transmisiones radiofónicas, el sacerdote jesuita cerró un ciclo de medio siglo de trayectoria profesional como gestor de medios, formador de periodistas y creador de un modelo que rompió esquemas en la historia de la radiodifusión boliviana.

“Sepan que las puertas de la vida no están cerradas, es cuestión de conseguir la llave para abrirlas. La vida es un desafío y uno tiene que saber que emprender este desafío es confesar que he aprendido”, agregó el periodista y líder de opinión en radio.

Gabriel Romano, Ramón Grimalt, Ernesto Estremado, Raissa Cruziro, Raiza, algunos de los reconocidos.

Reconocimiento al Periodismo de Investigación “Franz Tamayo”

La distinción a los cuatro periodistas fue el punto culminante de la velada del Reconocimiento al Periodismo de Investigación “Franz Tamayo” que otorga Unifranz, a través de su carrera de Periodismo, a los mejores trabajos de investigación periodística del país, en diversos formatos y temáticas.

En la categoría Prensa Escrita, los periódicos El Deber y El Potosí compartieron la distinción. La evaluación del jurado internacional concluyó que “Pistas clandestinas: el narco invade el cielo boliviano”, del periodista Ernesto Estremadoiro Flores, quien escribe para el medio cruceño, además de “El No censo de 1825”, de Juan José Toro Montoya para el diario potosino, reunieron todas las condiciones que los hicieron merecedores del reconocimiento.

En Periodismo Digital, el galardón recayó en “Más de 100 mineras auríferas ponen en riesgo al precolombino municipio de Yanacachi, en La Paz” del medio La Región, y de autoría de Adriana Gutiérrez Ampuero y Jimena Mercado Centellas.

En la categoría Independientes, los periodistas Roberto Navia Gabriel, con la investigación: “La Amazonia invisible de Bolivia y sus guardianes que no se rinden”, y Ramón Grimalt Oblitas, con “Bloqueados: la cultura de la protesta en Bolivia”, compartieron el reconocimiento.

En Agencia de Noticias, “La sequía acelera la extinción de los glaciares y pone a Bolivia ante una crisis hídrica”, de la Agencia de Noticias EFE, se quedó con la distinción, gracias a sus periodistas Gabriel Alejandro Romano Burgoa y Luis Gandarillas Bolaños.

La categoría Revista de Investigación tuvo como galardonado a “Bolivia no se baja del podio de países que más monte pierden en el mundo”, de Stanislaw Czaplicki Cabezas e Iván Alejandro Paredes Tamayo, de la Revista Nómadas.

En Televisión, Red Uno, con “Desaparecidos en Bolivia”, de Raissa Irma Cruz Catacora y Miguel Ángel Flores Quispe, además de Unitel con “Alquileres en la cárcel de San Pedro”, de Heidy Tarqui Tambo e Israel Álvarez, se llevaron el reconocimiento.

La categoría Radio tuvo como trabajo ganador a “Juana Quispe Apaza. El Rostro del acoso político, la violencia y la discriminación”, de Carla Cecilia Cortez Espinoza y María del Rosario Sirpa Mamani, de Radio Erbol La Paz.

Por último, el reconocimiento Pulitfranz, categoría habilitada para estudiantes de Periodismo, quedó en manos de Esmeralda Cussi Pomacosi, con la investigación “La situación del tráfico ilegal de animales silvestres en el municipio de Caranavi”.

Fomento al periodismo de investigación

“Este evento es un testimonio del arduo trabajo y dedicación de los periodistas de todo nuestro país, y es un orgullo ver cómo la carrera de Periodismo de Unifranz sigue promoviendo la excelencia en esta noble profesión”, declaró en su discurso el vicerrector de Unifranz sede La Paz, Pedro Sáenz.

La selección de las obras merecedoras del reconocimiento estuvo a cargo de la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), el Congreso Hispanoamericano de la Prensa (CHP), y contó con el apoyo de la Asociación Nacional de la Prensa y las asociaciones departamentales del rubro.

“El periodismo de investigación es mucho más que una profesión; es una misión que demanda valentía, integridad y un insaciable deseo de verdad. En una época donde la desinformación y las noticias falsas proliferan, los periodistas de investigación son los guardianes de la transparencia y la justicia. Sus reportajes no sólo revelan la verdad, sino que también nos invitan a reflexionar y actuar como sociedad”, agregó el vicerrector Sáenz.

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