¿Qué carrera elegir? El rol de los padres en la decisión más importante
Por Ricardo Espinoza

La decisión sobre qué carrera estudiar es una de las más importantes en la vida de cualquier persona. Muchas veces, este proceso viene acompañado de dudas, presiones externas o incluso confusión, ya que es un paso crucial hacia el futuro. Ahí, los padres juegan un papel crucial, pero es fundamental que este apoyo sea el adecuado, fomentando la exploración personal y el autoconocimiento.
Un estudio del National Center for Education Statistics (NCES) de Estados Unidos indica que cerca del 30% de los estudiantes de primer año cambian de carrera en los primeros tres años, y un 10% lo hace más de una vez. Estas cifras, vistas desde otros contextos, reflejan que muchos jóvenes inician estudios sin una claridad vocacional sólida. La falta de información, la presión social o familiar y el desconocimiento de sus propias habilidades suelen ser factores comunes detrás de estas decisiones erradas.
El proceso de elegir una carrera no solo involucra encontrar una opción que sea económicamente viable o bien vista en la sociedad, sino una que se alinee con las pasiones y talentos del estudiante. Es aquí donde el acompañamiento de los padres puede marcar la diferencia. La clave está en brindarles a los jóvenes el espacio y las herramientas para que descubran su verdadera vocación.
¿Cuál elegir? Para tomar la decisión correcta, es necesario que el estudiante analice cuál es su vocación y reconozca sus intereses, habilidades y cuáles son sus perspectivas de desarrollo laboral a mediano y largo plazo, asegura Ariel Quispe, pedagogo y jefe de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Un test vocacional podría mostrar algunas opciones o algunas tendencias o áreas de formación, pero, solamente con reflexión y análisis se llegará a una decisión informada.
Por su parte, María René Salazar, psicopedagoga y especialista en orientación profesional afirma que “la vocación se descubre, no se impone. Por eso es tan importante que los padres estén ahí para guiar, pero también para escuchar”, señala María René Salazar, psicopedagoga y especialista en orientación profesional. Además, advierte que, cuando los jóvenes estudian carreras que no les interesan realmente, aumentan las probabilidades de abandono, frustración en el proceso universitario o un futuro laboral incierto.
Al respecto, señala algunos puntos que pueden tomarse en cuenta durante ese momento tan importante:
1. Escucha activa y sin prejuicios
Antes de hablar, es fundamental escuchar. Comprender los intereses, habilidades y motivaciones del hijo o hija permite que los padres se conviertan en verdaderos aliados. Preguntar con curiosidad genuina, en lugar de interrogar o corregir, puede abrir espacios de diálogo sincero.
2. Evitar proyectar sueños propios
Muchos padres y madres desean que sus hijos tengan éxito, y en ese anhelo proyectan sus propias aspiraciones o frustraciones. Sin darse cuenta, pueden influir para que sigan una carrera que ellos hubieran querido estudiar o que consideran “mejor”. La clave está en recordar que cada persona tiene un camino propio que merece ser explorado.
3. Fomentar el autoconocimiento
Ayudarles a descubrir quiénes son, qué les apasiona, en qué se destacan y cómo se imaginan en el futuro es mucho más útil que presionar para que elijan “rápido” o “lo más conveniente”. Las pruebas de orientación vocacional pueden ser grandes aliadas en este proceso.
Unifranz, por ejemplo, ofrece orientación vocacional gratuita a estudiantes de distintas unidades educativas de El Alto. Este servicio no solo permite identificar intereses y habilidades, sino también despejar dudas sobre las carreras disponibles y los campos laborales.
4. Informarse juntos sobre las opciones
Acompañar no es decidir por ellos, sino caminar al lado. Investigar juntos sobre las carreras, sus contenidos, duración, salidas laborales y requerimientos puede fortalecer la confianza y facilitar la toma de decisiones. Hoy en día, muchas profesiones han evolucionado y es importante conocerlas en profundidad antes de asumir juicios sobre ellas.
“El objetivo es que el estudiante encuentre su propósito de vida. La pasión será la intersección entre lo que es bueno y lo que ama hacer y la vocación será la intersección entre lo que el mundo necesita y por lo que le pueden pagar”, explica Quispe.
El rol de los padres en este proceso es fundamental para que los jóvenes tomen decisiones responsables e informadas, alineadas con sus verdaderos intereses. Al brindarles el apoyo necesario para explorar sus pasiones y habilidades, los padres no solo contribuyen a un futuro profesional más satisfactorio, sino también a un plan de vida que favorezca el bienestar económico y personal a largo plazo.