Por Guiomara Calle
El pasado no siempre define el futuro, menos si las oportunidades de cambio llegan hasta la puerta. El emprendedurismo significa eso para los internos del Centro de Reinserción Social para Jóvenes Qalauma, quienes aprenden desde cómo comenzar un negocio hasta la tecnología y digitalización que necesitan para consolidarlo. Para ellos, es la mejor forma de prepararse para contar un nuevo y mejor capítulo de su vida cuando el encierro llegue a su fin.
“He aprendido que cuando nos ponemos las pilas y queremos, todo se puede”, afirma Nico, de 16 años, a tiempo de recordar que todo lo que conoció sobre el emprendedurismo le ayudó a reflexionar y abrir su mente.
“Ahora veo que yo sí puedo hacer las cosas como se debe, en regla, y que la manera de generar dinero legalmente es emprendiendo, eso quiero, mis sueños son más grandes ahora”, agrega.
Él es uno de los 80 jóvenes de Qalauma que desde el 23 de abril de este año se capacitan en talleres relacionados al plan de vida, negocios, planificación estratégica, gestión financiera, área legal, marketing, habilidades de liderazgo, inteligencia emocional, tecnología y digitalización, que lleva hasta el recinto la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, a través del Centro e Incubadora de Emprendimientos y Negocios (CIEN) de la carrera de Administración de Empresas.
Los métodos de enseñanza innovadores son parte de estos talleres, tales como estudios de casos y simulaciones empresariales, que involucran a los internos activamente en su proceso de aprendizaje. También se organizan talleres prácticos con expertos en diferentes áreas, proporcionando así conocimientos especializados y experiencias de la vida real.
La mentoría y el acompañamiento individualizado por parte de profesionales experimentados son parte de estos cursos por su importancia de acompañamiento a los internos para desarrollar y refinar sus ideas de negocio.
Qalauma (agua que labra la piedra) está ubicado en el municipio de Viacha, en el departamento de La Paz. Se trata del primer centro del país especializado en rehabilitación de jóvenes en conflicto con la ley por medio de programas de reinserción social. Está instalado en un espacio de aproximadamente cuatro hectáreas y alberga a cerca de 500 internos.
Gael es parte del grupo que busca una segunda oportunidad de vida con estas capacitaciones. Él afirma que la inteligencia emocional llama mucho su atención para entenderse a sí mismo y a las demás personas, lo que considera un buen punto de partida para cambiar su vida. También le atrae el liderazgo dentro del emprendedurismo, un conocimiento que pretende aplicar al salir del encierro y en su objetivo de agrandar la clínica de salud de su familia.
“Yo no sabía nada de emprender, pero con estos cursos ya sé dónde estoy parado y qué es lo que debo hacer”, afirma el adolescente.
El director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, destaca el aprendizaje de nuevas habilidades para que los internos transformen sus vidas y el apoyo de la universidad e instituciones.
“Es muy importante lo que se está haciendo para tener cárceles productivas, impulsar estos emprendimientos y darles las herramientas como la formación en contabilidad, en marketing, en temas que van a proyectarlos y evitar que vuelvan a reincidir”, asegura la autoridad.
Recientemente, Visión Mundial Bolivia entregó un reconocimiento al CIEN de Unifranz por su contribución al trabajo con adolescentes y jóvenes vulnerables, bajo la premisa de que brindar oportunidades de formación y coadyuvar al desarrollo de jóvenes talentos, más aún cuando estos provienen de grupos vulnerables, puede transformar vidas y comunidades enteras.
La iniciativa busca motivar a estos jóvenes e impulsarlos a construir un futuro prometedor. El programa fue puesto en marcha gracias a una alianza entre el Centro e Incubadora de Emprendimientos y Negocios (CIEN) de Unifranz, Visión Mundial Bolivia a través de su proyecto “Youth Ready”, y la Fundación Aydha, en coordinación con la Dirección General de Régimen Penitenciario.