Por Lily Zurita
¿Se imagina una mañana dedicada a su mascota, haciendo un poco de deporte, compartiendo con los amigos o la familia, pero, además, mostrando solidaridad con los peluditos en situación de abandono?
Eso fue el Perrotón 2024, una iniciativa de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz sede La Paz, que, por segundo año consecutivo, se realizó este domingo 11, con el objetivo de concienciar a la población sobre la tenencia responsable de los animales, ante el progresivo vínculo entre seres humanos y mascotas.
Atrás quedaron los días en que los perros eran vistos únicamente como guardianes del hogar. Hoy, son considerados un miembro más de la familia y los jóvenes han desarrollado una sensibilidad especial hacia ellos.
Es el caso de Enrique Orías, un joven de casi 30 años que se refiere a su mascota Nala, una perrita beagle de casi tres años, como “mi hija”.
“Mi perrita es la conexión más linda y más grande que puede tener un ser humano. No existe ser más noble, fiel y amoroso que un perro”, dice Enrique, mientras se preparaba para participar en la Perrotón, que partió en la plaza Lira y culminó en puertas de Unifranz.
Perrotón 2024
En el evento participaron más de 700 peluditos, desde mestizos, hasta pastores alemanes o dobermans, desde goldens hasta schnauzers o chihuahuas, divididos en tres categorías: pequeños, medianos y grandes, quienes corrieron una distancia de un kilómetro, debidamente acompañados por sus dueños y un cordón de seguridad establecido por efectivos del GACIP, la Policía Bolivia y voluntarios de Unifranz.
Lo importante no era ganar, sino participar y contribuir “con un granito de arena” a los albergues y hogares que se beneficiarán con el alimento balanceado recolectado y las 600 desparasitaciones donadas por una de las empresas patrocinadoras.
“Vi la publicación en TikTok y, obviamente, me pareció una idea genial para ayudar a los perritos que no tienen las condiciones y, al mismo tiempo para pasar un lindo momento junto a mi pequeña”, indica Enrique.
El Perrotón 2024 superó toda expectativa. Pilar Hidalgo, directora de la Fundación Unifranz, informó que se logró recolectar, aproximadamente, 1.500 kilos de comida balanceada, que permitirán alimentar a más de 300 peluditos cobijados en los albergues “Angelitos del pedregal”, “Génesis”, “Al rescate”, “Fundación Fénix”, “Refugio Zulmita” y “Rabitos de amor”, además de cuatro rescatistas que acogen a más de 17 perritos en sus hogares.
Con esta iniciativa, una vez más, Unifranz unió a la comunidad universitaria y la sociedad en general en torno a un aporte solidario a los refugios que cuidan y protegen a perros en situación de vulnerabilidad.
“Hemos visto el amor y el cariño de la gente hacia las mascotitas. También hemos estado con los perritos de los albergues. Es muy importante compartir propósito y éste es el propósito que tiene esta gran nación que se llama Unifranz de transformar la educación desde el actuar de la persona y la colaboración que se brinda en comunidad”, afirma Hidalgo.
Los ganadores
Los ganadores por categoría fueron:
- Raza grande
- Primer lugar, Amber junto a su dueño José Quispe Gutiérrez
- Segundo lugar, Bluu junto a su dueño Luis Alvarado
- Tercer lugar, Vacky de Pedro Ríos Ayarachy
- Raza mediana
- Primer lugar para Bruno de Juan Carlos Rodo Castro
- Segundo lugar compartido entre Chicky de Ezequiel blanco y Zazu de Silver Daniel Choque
- Tercer lugar para Rufu de Víctor Gabriel Castel Uria
- Raza pequeña
- Primer lugar, para Rocky de Jonatan Bouilley
- Segundo lugar para Mococha de propiedad de Katherine Salcedo
- Tercer lugar para Chaparro de Juan Daniel Mamani
Todos se llevaron grandes premios, desde bolsas de alimento balanceado, servicios de spa canino y de veterinaria, hasta vales de restaurante para los dueños. Adicionalmente, en la meta se habilitaron regalos para cada uno de los participantes y envases grandes con agua para que sacien la sed luego de la competencia.
Con la medalla de campeona colgada en su cuello, Amber, la golden que ganó el primer puesto en la categoría “razas grandes” se paseaba de un lado a otro haciendo gala de su título. José Quispe, su dueño, asegura que la perrita le cambió la vida a él y a su familia por el cariño incondicional que les brinda.
“A las personas que todavía dudan respecto a la adopción de una mascota, decirles que es una experiencia muy linda. Ellas son puro amor”, dice.
También llamó la atención Falcon, un perrito que conduce el programa “Dog amigo Bo”, junto a su dueño Javier Mamani. “Siempre está a mi lado en el programa. Cuando le digo ‘cámaras’ se sienta en el estudio y empezamos a informar y cuando hay una noticia fuerte se molesta e inquieta y empieza a ladrar”, dice Mamani.
La directora de la Fundación Unifranz recuerda que el Perrotón nació en las aulas de la universidad gracias al proyecto “Hazlo x ellos” que centra sus esfuerzos en la colaboración hacia animales de refugios.
“Nos permite llevar el voluntariado para limpiar los albergues, para recaudar fondos para las esterilizaciones y también para que, mediante la recaudación tipo hormiga (un kilo de croqueta por inscripción), vayamos sumando toneladas de alimentos para distribuirlos en nuestros hogares. Es muy conmovedor ver el corazón de Unifranz reflejado en estas actividades que son tan potentes”, puntualiza.
El Perrotón 2024 contó con en el apoyo de instituciones y empresas como: Bomberos, Policía Boliviana, Unidad de Zoonosis, Proani Srl, Podium, Unión Agronegocios Fino Trato, Lafar, Check Seguros Digitales (Crediseguro), Alcaldía de La Paz, Gacip, Centro de Adiestramiento de Canes, Chifa Pagoda, Cafetería Pink Pepper, Tawa y peluquería canina Mimitos Spa, entre otros.
Hazlo x ellos
El proyecto ‘Hazlo x ellos’ nació hace tres años con la misión de promover actividades solidarias en favor de animales que se encuentran en distintos albergues y lograr una mejor calidad de vida para ellos.
El proyecto tiene impacto a nivel nacional, particularmente en Santa Cruz, Cochabamba, El Alto y La Paz. Cuenta con la participación de decenas de voluntarios en diferentes actividades, tales como limpieza de ambientes de los albergues y jornadas de paseo y juego con los animalitos, además de conseguir donaciones de alimento balanceado, alimento seco (arrocillo, harina amarilla), ropa, cobijas, insumos de limpieza y juguetes, destinados a los albergues de animales.
“Buscamos transformar las historias de estos animalitos. La vida humana en todas sus formas debe tener este tipo de apoyo, que debe ser formada en las aulas y lo hacemos en Unifranz transformando y conectando mediante la donación individual, que eso es algo muy importante. Las historias de los perritos realmente son historias muy tristes de abandono, de dolor, de tristeza, de desamor que a veces sentimos por nosotros mismos y este tipo de actividades son muy importantes”, concluye Hidalgo.