Por Manuel Filomeno
Los avances tecnológicos de los últimos años han sido abrumadores. Hace 20 años parecía impensable la idea de cargar con un smartphone, hace 10 años, la inteligencia artificial (IA) era un proyecto en desarrollo, lo mismo que la realidad virtual inmersiva, el metaverso, los bots automatizados o los nuevos equipos de domótica y el Internet de las Cosas (IoT).
Todas estas tecnologías han llegado para quedarse, nos guste o no; sin embargo, su implementación aún causa temor entre muchas personas, que tienen miedo que les quiten sus trabajos, que los espíen o que se alcen en una revolución, como en las películas.
Marcelo Pacheco, director de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, señala que, a pesar de los temores, la tecnología no es inherentemente buena o mala, sino lo que nosotros hacemos de ella, por lo que es necesario adaptarse y aprender a usarla para disipar nuestros temores.
“Siempre que hay una tecnología existe gente con temor, lastimosamente, o se la puede usar para bien o mal. Eso sucede no sólo con la IA, sucede con otros aspectos. Por ejemplo, en la primera revolución industrial mucha gente se quedó sin trabajo, pero creo que la capacidad del ser humano es saber adaptarse al cambio”, explica el experto.
Uno de los mayores temores tecnológicos es que la IA termine por eliminar ciertas profesiones o que reduzca las oportunidades laborales, a lo que el experto señala que es poco probable que esto suceda en el futuro cercano.
“La IA ya estaba hace 10 años, no sé si todos tenemos cuentas en Spotify y son éstas las que se encargan de hacer la selección de las canciones que nos gustan. Lo mismo en los videos de YouTube. Es decir, que ya se venía trabajando con IA y ahora con el lanzamiento del Chat GPT, hubo algún tipo de temor en las personas por el desplazamiento o eliminar algunos empleos que era la mayor interrogante”, dice Pacheco.
El experto asegura que hay el temor de que la inteligencia artificial adquiera el suficiente conocimiento para ser autónoma y tome el poder como sucedió con la película Terminator “pero eso es más un tema de regulación”.
Estos pronósticos negativos no se comparan con los beneficios que puede traer la IA, como la creación de nuevos empleos; una mayor demanda de diseñadores 3D o programadores de videojuegos, quienes tienen mejores ingresos.
Incluso, los ingenieros de sistemas son más productivos porque les genera bloques de programación básicos y ellos sólo se dedican a la parte más especializada. Por tanto, se debe resaltar el lado positivo de la IA y desechar estos temores que surgieron, como el riesgo a la adicción tras el ingreso de las redes sociales.
«Dentro de las ventajas del uso de la IA se pueden citar varias. Una de ellas tiene que ver con la eficiencia, otra con la calidad del código, la tercera puede ser automatizar aquellas tareas que son repetitivas y la cuarta es la creatividad”, explica Sergio Valenzuela, máster en Ingeniería de Software y docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de Unifranz.
De acuerdo con el experto, el uso de herramientas de IA permite automatizar tareas con mayor eficiencia y rapidez, sin errores, ni intervención humana. “Estas herramientas ayudan a resolver problemas, generando un ahorro de tiempo, ya que el código que producen ya está validado, lo que permite aumentar la eficiencia y reducir el tiempo”.
Pacheco agrega que el ChatGPT puede funcionar como un tutor o un guía al que se puede consultar diferentes áreas desde educación, medicina, psicología, empresarial, diseño gráfico; hasta crear fotos en función a lo que se pueda programar. Incluso, en un futuro inmediato se lo usará para volver más individualizada la educación considerando que no todos los estudiantes ingresan con el mismo nivel. De esta forma su trabajo será personalizado con el acompañamiento de un docente como intermediario.
Impulso al trabajo
El ingeniero de sistemas señala que gracias a la IA hay personas que la utilizan para tener un segundo trabajo, optimizaron su tiempo, son más productivos. “Obviamente la IA no lo hará todo, requiere el conocimiento básico o intermedio; de lo contrario, dará información generalizada y ello se debe evitar”, agrega.
Pese a estos avances hay cosas innatas del ser humano que aún influyen, como la creación o la toma de decisiones; son dos elementos que no serán reemplazados por la IA. Esta tecnología avanzó, por ejemplo, en diseño básico de logos, que igual va a requerir del diseñador para que la puntada final y ajustes.
Pedro Sáenz, director del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT), ve de manera positiva la inclusión de este tipo de tecnologías en el campo laboral, como herramientas de complemento que simplifiquen los trabajos repetitivos.
“Tenemos que verlas como una oportunidad, en el sentido que obliga a las personas a capacitarse en cosas más puntuales y específicas. Uno de los puntos altos que ha tenido la tecnología en el mundo laboral es que trabajos rutinarios vienen siendo desarrollados por máquinas que no requieren mucho del aporte de un ser humano” analiza la autoridad.
Las dificultades
La IA, como el metaverso, el IoT entre otras tecnologías, necesitaran que todas las redes sean 5G, pero Bolivia atraviesa por problemas con el ancho de banda de internet. Sólo en algunas zonas y ciudades cuentan con esta amplitud, pero en países de Europa y Estados Unidos ya tienen esta ventaja.
Cuando se consigan mayores anchos de banda, las redes sociales pasarán al metaverso porque es mucho más inmersivo.
Todas esas ventajas que da la tecnología permitirán, por ejemplo, que las redes ingresen a un metaverso más social, como el caso de VRChat, donde las personas interactúan entre sí.
“Esa presencialidad que no tienen las RRSS las tendrán con el metaverso. La tendencia es mejorar la interacción y se conseguirá en esos ambientes inmersivos, la realidad virtual, la realidad aumentada. Empresas como Apple invirtieron bastante en lentes de realidad virtual sólo con el fin de mejorar la experiencia, interacción y presencialidad de las personas en un mundo o ambiente digital”.