Diariamente, los colaboradores de una institución educativa de la capital cruceña participan en pequeñas pausas activas que les permiten desestresarse y compartir entre compañeros. Zumba, técnicas de relajación, karaoke o encontrar el tesoro escondido son algunas de las actividades que cumplen sin un horario específico definido, pero sí un máximo de tiempo de 15 minutos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, desde hace varios años, interrumpir actividades laborales cada dos horas y realizar una pausa activa de cinco minutos, en busca de promover la salud en el ámbito laboral.
Las pausas activas, gimnasia o esparcimiento laboral, consisten en la utilización de variadas técnicas en períodos cortos de tiempo, máximo 15 minutos, durante la jornada laboral, mañana o tarde, que ayudan a recuperar energía, mejorar el desempeño y eficiencia en el trabajo, además de prevenir enfermedades causadas por posturas prolongadas y movimientos repetitivos.
Llevar a cabo este tipo de pausas con “el equipo de trabajo en un mismo horario puede ser clave al momento de mejorar las relaciones interpersonales”, asegura Iván Vidal Huerta, director de Capital Humano de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz Santa Cruz.
Las pausas activas contribuyen a reducir las horas de sedentarismo e inactividad derivadas de ocupaciones relacionadas con el uso de ordenadores o maquinaria en las que el trabajador permanece más de dos horas seguidas sentado.
¿Por qué hacer pausas activas?
Las actividades laborales del día a día pueden producir fatiga, espasmos o calambres musculares en los colaboradores de una organización.
De ahí su importancia para los trabajadores ya que previenen la aparición de desórdenes músculo esqueléticos, porque aminoran la repetitividad de movimientos en actividades como la digitación y el uso del ratón, permiten el cambio de posturas, mejoran el desempeño laboral y contribuyen al fortalecimiento del trabajo en equipo.
¿Cuáles son los beneficios de las pausas activas?
Para Vidal, las pausas activas tienen muchos beneficios para la salud y para la productividad en las organizaciones. Menciona algunas:
- Rompen con la rutina del trabajo.
- Mejoran la condición del estado de salud porque aumentan la circulación, la movilidad articular, la flexibilidad muscular, la postura y oxigenan los músculos y tendones.
- Incrementan la capacidad de concentración en el trabajo, fortalecen la autoestima, previenen lesiones mentales asociadas al estrés e inspiran la creatividad.
Consejos prácticos para aprovechar las pausas activas
Las pausas activas deben seguir una metodología para que tengan el efecto esperado en los colaboradores. Vidal enumera seis consejos prácticos:
- Respirar de forma profunda y lo más rítmicamente posible.
- Mantener una postura de relajación.
- Concentrarse en los músculos y articulaciones que va a movilizar o estirar.
- Sentir el estiramiento.
- Cuidar que no sea doloroso.
- Realizar los ejercicios de manera suave y pausada.
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Las pausas activas y de descanso en el trabajo, repercuten directamente en la productividad. “Las organizaciones deben fomentar dinámicas que cuiden la salud física y emocional de sus empleados”, puntualiza el experto en Capital Humano.
Actividades propias de una pausa activa
Existen varias actividades que se pueden desarrollar durante una pausa activa a fin que la misma repercuta en la salud del colaborador. Vidal las agrupa en 5 tipos:
- De estiramiento o flexibilidad: tiene como fin la elongación de diferentes músculos corporales, en esta se mantiene la posición en un lapso de 10 a 15 segundos.
- De movilidad articular: consiste en realizar ejercicios de movimientos en las diferentes articulaciones, logrando amplitud de cada articulación. Se realiza 1 serie con 8 a 10 repeticiones por movimiento.
- Lúdicas o creativas: se desarrolla un pequeño juego en donde se involucran habilidades o destrezas motoras, como también actividades con temáticas, todo ello con tiempo máximo de 15 minutos.
- De relajación: se busca conectar consigo mismo y con el entorno, como por ejemplo las meditaciones pasivas o en movimiento, se estima un tiempo de máximo 15 minutos.
- Rítmicas: se involucran movimientos corporales en secuencia, como por ejemplo una rutina corta de aeróbicos o baile, se destina un tiempo de ejecución máximo de 15 minutos.
Mejora la productividad
Realizar pausas activas no requiere parar la actividad en la empresa. Basta con tomar unos 15 minutos para que el trabajador realice actividades como caminar, estirar o algunos ejercicios de esparcimiento, yoga y otros que le permitan mejorar su motivación y productividad, además de su condición física.
“Se entienden todo este tipo de actividades como descansos que mejoran el enfoque y la salud del trabajador en su puesto de trabajo. Las pausas activas pueden aumentar un 25% el rendimiento en el trabajo y disminuir más de un 35% al 40% las bajas laborales”, agrega.
El sedentarismo, un problema mundial
Según la OMS, al menos un 60% de la población mundial no realiza actividad física necesaria para obtener beneficios sobre su salud, debido a la insuficiente participación en actividad física durante el tiempo de ocio, como también a un aumento de los comportamientos sedentarios durante las actividades diarias, laborales y domésticas.
Las enfermedades no transmisibles asociadas a la inactividad física son el mayor problema de salud pública en la mayoría de los países del mundo. Desde 1950, se reconoce al ámbito laboral como uno de los espacios más adecuados para la promoción de la salud (ratificado por la OMS y la Organización Internacional del Trabajo OIT).
Las pausas activas podrían contribuir significativamente en lucha contra el sedentarismo y la inactividad física.