“La fiesta más feliz de Latinoamérica: Carnaval de Oruro (…). Tuve la oportunidad de documentar mi experiencia por el inigualable Carnaval de Oruro 2023, una experiencia tan mágica como única (…)”, publicó el influencer mexicano Luisito Comunica en su cuenta de YouTube. Días antes, acudió a la ciudad boliviana para vivir en primera persona la fiesta del folcklore nacional.
Con 1,9 millones de visitas en solo seis días, el video ocupa el puesto 18 en tendencias en la categoría videos de esa plataforma, sin contar otras publicaciones del mismo influencer en redes sociales como Tik Tok y Facebook que tuvieron miles de compartidos.
La promoción de destinos y actividades turísticas ya no es la tradicional. La divulgación de destinos mediante folletería, conferencias de prensa de autoridades, spots, publicaciones comerciales o asistiendo a ferias internacionales han quedado en el pasado.
Las nuevas tecnologías de la información (TICs) han permitido una infinidad de nuevas posibilidades de difusión. El acceso a dispositivos móviles con conexión a internet y cámaras con full resolución ha generado un boom en las redes sociales. Surgen de esta manera los influencers que inciden en sus comunidades con millones de seguidores que contribuyen a esta labor.
Es el caso de Luisito Comunica, con casi 40 millones de suscriptores y enfoque en la promoción de destinos turísticos con impacto en los jóvenes. Participó de la actividad cultural y turística más importante del país: la Entrada del Carnaval de Oruro.
¿Cómo aprovechar la visita de este personaje para la promoción turística del país? Para ello, se requiere estrategias a mediano y largo plazo para que la inspiración a viajar que provoca el influencer no perezca en el tiempo, asegura la directora de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz El Alto, Delia Bustillos.
Influencers, agentes inductivos encubiertos
Javier Rivera, director de la carrera de Hotelería y Turismo de Unifranz Santa Cruz, aclara que la promoción de un destino turístico se da a través de un proceso de formación de la imagen por parte de cuatro agentes: los inductivos, los inductivos encubiertos, los autónomos y los orgánicos.
“Cada uno tiene unas formas características particulares de promocionar el turismo. Los agentes inductivos, por ejemplo, son los primeros tipos de agentes, como los hoteles, donde entran los entes de promoción turística, como el Viceministerio de Turismo o cualquier ente de promoción turística a nivel regional o municipal”, indica.
Estos actores –según Rivera- tienen una intencionalidad netamente turística para atraer a la gente, promocionando una imagen idealizada de lo que es el turismo, lo que hace que este tipo de agentes carezcan de veracidad para el público.
Sin embargo, los influencers están dentro de la segunda categoría, es decir los agentes inductivos encubiertos, quienes promocionan un lugar de manera indirecta. “Lo que hace un influencer es mostrarte un destino, mostrarte su experiencia en un destino dándote referencias positivas o negativas, mucho más cercanas a la realidad”.
De ahí que la gente confía más en la palabra de un influencer y no así de un spot publicitario, afirma el académico. Por ese motivo los influencers tienen una llegada más amplia, haciendo que la promoción de un lugar sea más efectiva.
Bolivia ante la dificultad de explotar su turismo
Normalmente son los mismos factores, vinculados a infraestructura vial, hotelera, vuelos al país, estado de los aeropuertos, idioma, idiosincrasia del boliviano o racismo, los que impiden una adecuada promoción turística del país.
“Hay muchos puntos que hacen que nuestro turismo no salga a flote como quisiéramos a pesar de la gran riqueza natural y cultural que tenemos. Otro factor importante es la participación del Estado, la falta de políticas públicas y normas que hacen que no podamos explotar de mejor manera el turismo en Bolivia”, dice Bustillos.
El impacto de los influencers, a partir de la generación de contenidos, coadyuva al sector turístico, pero se trata solo de un impulso que podría diluirse con el pasar del tiempo si es que no se generan acciones agresivas de promoción del país por parte del sector público estatal, a partir de asignar mayor presupuesto y realizar mejoras.
En tanto, Rivera asevera que hace falta trabajar en atención al cliente o mejorar la calidad del servicio, porque “debemos trabajar en cada uno de los eslabones para que esa experiencia de calidad, sea más global y lo mismo pasa con capacitar a todas aquellas personas que van a estar en contacto directo con el turista”.
Los agentes o influencers son personas que luego de un viaje comparten su experiencia de primera mano que para el lector o público se constituye en la mejor referencia de cómo es un destino turístico.