El mundo celebra el Día de la Juventud el 12 de agosto, una fecha promovida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de conseguir la participación de los jóvenes en todos los ámbitos de la sociedad y solucionar los desafíos a los que se enfrenta cada día.
“Ser joven es, a todas luces, enfrentar los desafíos y crear o recrear un espacio para el desarrollo pleno y el futuro. Convertir problemas en oportunidades, en soluciones, ser el motor impulsor de la sociedad”, asegura el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en la publicación online “¿Quiénes son los jóvenes de hoy? Una generación sin límites”, a propósito de este día.
Celebrar un día dedicado a la juventud es importante por varias razones, principalmente, para reconocer y valorar la importancia de esta fase de cambios y descubrimientos en la vida de las personas.
Cristofer Ortiz, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que la celebración de esta fecha permite poner de relieve los problemas de esta etapa y crear conciencia sobre las dificultades actuales a los que se enfrentan los jóvenes.
“Fomentar la participación activa de los jóvenes en la sociedad, puede servir como plataforma para alentar su involucramiento en cuestiones sociales, políticas y comunitarias, promoviendo así la ciudadanía activa (…)”, indica.
También permite crear conciencia sobre la importancia de su salud mental y brindarles recursos para cuidar su bienestar emocional.
Datos de la ONU dan cuenta que, en la actualidad, hay 1.200 millones de jóvenes de 15 a 24 años, el 16% de la población mundial. Para 2030, fecha límite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se estima que la cantidad de jóvenes habrá aumentado en un 7%, llegando a casi 1.300 millones.
Qué es la juventud
La juventud es el período de vida que normalmente toma lugar entre la niñez y la adultez. Es una de las etapas más importantes de la vida al definir intrínsecamente a la persona, sus intereses, sus proyectos y sus relaciones con el mundo que la rodea. Se trata de un colectivo frágil que hay que proteger, pero a su vez, potenciar.
Ortiz afirma que la juventud abarca todos los aspectos físicos y mentales de las personas, y no se limita únicamente a la edad cronológica.
Mentalmente, la juventud se refiere a una etapa de la vida caracterizada por un proceso continuo de desarrollo, crecimiento y exploración. Durante la juventud, las personas tienden a explorar diferentes aspectos de sí mismas, como sus intereses, valores, creencias y objetivos.
“Este período puede ser marcado por preguntas sobre quiénes son y qué quieren lograr en la vida. Los jóvenes suelen estar más dispuestos a experimentar y afrontar desafíos sin las inhibiciones que pueden surgir con la edad”, puntualiza.
Durante esta etapa, muchas personas buscan un sentido de propósito y significado en sus vidas. Preguntas existenciales sobre el propósito de la vida y cómo encajan en el mundo pueden ser prominentes en la mente de los jóvenes. En esta etapa, los jóvenes desarrollan sus valores y creencias personales, es decir definen sus sistemas de valores.
Problemas culturales y legales que afectan esta etapa de la vida
Una serie de problemas culturales y legales pueden afectar a las personas durante esta etapa de vida, tales como, la presión para seguir tradiciones familiares o cumplir con ciertas expectativas sociales en términos de educación, carrera y matrimonio o situaciones de discriminación debido a la edad, género, orientación sexual u origen étnico.
“Esto puede afectar su autoestima y bienestar emocional; pueden generarle dificultades para acceder a empleos estables y bien remunerados. La presión de grupo y el deseo de encajar pueden llevar a comportamientos arriesgados o decisiones poco saludables”, afirma.
Asimismo, hay leyes relacionadas con el trabajo que no son de cumplimiento, lo que lleva a cruentas formas de explotación laboral de los jóvenes o todo lo relacionado con los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes que pueden verse restringidos por limitaciones legales.
Los jóvenes de hoy tienen otras preocupaciones
A diferencia de hace 50 años, los jóvenes de hoy tienen otras preocupaciones vinculadas con el cambio climático, los derechos de los animales, la protección de áreas protegidas o la sobrepoblación del planeta, entre otras cuestiones sociales y ambientales.
Según Ortiz, este cambio de prioridades se debe a varios factores como: el acceso a una gran cantidad de información en tiempo real, una educación consciente sobre temas ambientales, éticos y sociales en la escuela, una fuerte sensibilidad hacia la injusticia y una gran empatía por las personas, los animales y el medio ambiente.
Educación, otra prioridad
En este nuevo contexto, marcado por la Inteligencia Artificial y otros avances tecnológicos, la educación es otra prioridad para los jóvenes, por lo que está obligada a evolucionar para adaptarse a estas nuevas prioridades y desafíos.
Algunas características que debería tener la educación para abordar estas necesidades emergentes son:
● Centrarse en el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración, la comunicación efectiva y la creatividad
● Enfocarse en presentar a los estudiantes problemas del mundo real que puedan abordar de manera creativa y colaborativa.
● Fomentar la integración de diversas materias para que los estudiantes puedan comprender y abordar cuestiones desde múltiples perspectivas
● Incluir una sólida educación ambiental y ética que fomente la comprensión de la interconexión entre los seres humanos, los animales y el medio ambiente.
● Promover la empatía, la tolerancia y la conciencia social.