Estudiantes de Unifranz investigan el graffiti y las firmas callejeras como expresión cultural en La Paz

Por Manuel Joao Filomeno Nuñez

El graffiti, una manifestación urbana que despierta opiniones encontradas entre el arte y el vandalismo se ha convertido en objeto de estudio académico en la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) de La Paz. Un grupo de estudiantes y docentes de la carrera de Diseño Gráfico y Producción Crossmedia, junto con especialistas en Publicidad y Marketing, ha desarrollado una investigación titulada “Creación de contenido de medios de las leyendas anónimas del graffiti como arte urbano en la ciudad de La Paz”, centrada en las firmas callejeras y el fenómeno de los grafiteros que llenan de tipografías los muros paceños.

El equipo estuvo conformado por Leslie María Miranda Monzón, docente de Diseño Gráfico y Publicidad y Marketing; Miguel Christopher Loup Oliden, docente externo y comunicador audiovisual; Renzo Fabio Gorriti Sanjinés y Nicolás Daniel Barbosa Pavón, también docentes de Unifranz; y los estudiantes Mijael René Candía Crespo, Heriberto Sebastián Martos Gutiérrez, Dianara Estefanía Vargas Ángelo y Yerko Mauricio Garafulic Alem.

La investigación surgió del interés por comprender las “leyendas anónimas” detrás de las firmas y nombres que se repiten en distintas zonas de La Paz y El Alto. Nombres como SHON, Pinto mientras duermes, No me baño o 1bs se han vuelto parte del paisaje urbano. Según los investigadores, estos artistas callejeros “dejan su marca en los muros como forma de comunicación y posicionamiento simbólico dentro de la ciudad”.

La docente Leslie María Miranda, quien lideró la parte académica del proyecto, explicó que la investigación duró tres meses e incluyó métodos mixtos, tanto cuantitativos como cualitativos. “Tenemos cinco estudiantes de la carrera de Diseño Gráfico de tercer semestre y docentes tanto de diseño gráfico como de publicidad y marketing… Ha sido un trabajo arduo porque no hemos llegado a cubrir el total de todos los grafitis que hay en la ciudad”, señaló.

El equipo entrevistó a varios grafiteros y encuestó a ciudadanos paceños. Los resultados mostraron que el 86% de los encuestados considera al graffiti un arte urbano y no vandalismo, mientras que sólo una minoría lo asocia con actos ilícitos. Esta percepción refleja un cambio generacional hacia una visión más artística del fenómeno.

La investigación resalta que los grafiteros actúan principalmente en la clandestinidad. Según Miguel Loup Oliden, docente externo y comunicador audiovisual, “la característica principal de estos artistas urbanos es la clandestinidad. Muchos prefieren hacerlo en la noche, en el anonimato, para evitar ser juzgados, pero lo consideran un tipo de arte urbano”.

El estudio también permitió identificar estilos y patrones tipográficos comunes. La mayoría de los grafitis paceños utilizan tipografía sans serif, con colores opcionales según la zona o la firma del autor. En palabras del equipo investigador, “el estilo de tipografía es sencillo, ya que para ellos es un riesgo poder pintar sus grafitis; lo hacen en el anonimato y por seguridad ante ser juzgados optan por pintar por las noches”.

Para Miranda, estos códigos visuales y nombres recurrentes reflejan una identidad urbana propia de La Paz. “Esa cultura que nos han dejado… no son personas asociales, sino que están plasmando arte y cultura a través de los muros”, destacó. Además, subrayó que cada firma tiene un propósito comunicativo: “El graffiti plasma tipografía, color, tonos, contrastes y un mensaje. Ese posicionamiento hace que conozcamos, por ejemplo, quién no conoce un Shon en toda nuestra ciudad y en la de El Alto también”.

El proyecto, presentado en las Jornadas Unifranz de Investigación 2025, concluye que el graffiti paceño ha pasado de ser un simple acto de rebeldía a una expresión estética y social que forma parte del imaginario urbano. “Aun así, ya es una costumbre ver graffitis por toda la ciudad, adecuándose a una práctica cotidiana que los paceños hemos adoptado”, sostiene la conclusión del estudio.

Con este trabajo, los jóvenes investigadores buscan no solo reconocer el valor artístico del graffiti, sino también abrir un espacio de diálogo sobre el arte urbano y su papel en la identidad cultural de La Paz. El equipo de Unifranz además complementó el proyecto con la producción de un video documental que retrata las zonas más emblemáticas y las historias detrás de las firmas callejeras.

“El graffiti no busca esconderse; busca ser visto, recordado y comprendido”, resume Loup Oliden. Y en esa búsqueda, los muros paceños se convierten en lienzos vivos que cuentan historias, sentimientos y sueños de una generación que se expresa desde el anonimato, pero con voz propia.

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