Estudiantes de Unifranz desarrollan Perpiña, un innovador almíbar de piña sin azúcar para el mercado gourmet

Por Manuel Joao Filomeno Nuñez

En un mercado donde las tendencias de consumo apuntan cada vez más hacia lo saludable y lo gourmet, la búsqueda de alternativas libres de azúcar y con sabores auténticos ha impulsado la creación de nuevas propuestas que combinan innovación, tradición y sostenibilidad.

En un esfuerzo conjunto entre la carrera de Ingeniería Comercial y la de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, un grupo de estudiantes presentó un producto innovador que busca conquistar el sector gourmet: Perpiña, un almíbar de piña sin azúcar que apuesta por la diferenciación en el mercado.

Este proyecto, que obtuvo un reconocimiento en las V Jornadas de Investigación de Unifranz 2025, responde a una necesidad no cubierta en la oferta gastronómica nacional. Mientras los almíbares de durazno dominan el mercado, la piña sigue siendo un fruto con gran potencial y poco explorado en este formato.

“Consiste en la elaboración de un almíbar de piña en colaboración con la carrera de Bioquímica y Farmacia. Nuestro objetivo principal es comercializarlo hacia un público que valore su carácter saludable, ya que no contiene azúcar añadida y utiliza la pulpa natural de la fruta para darle ese sabor especial”, explica Daring Acarapi Mamani, integrante del equipo.

La propuesta busca destacar por sus beneficios diferenciales. En un contexto donde la demanda de opciones más naturales y libres de azúcares refinados crece, Perpiña se proyecta como una alternativa para el consumo responsable, sin dejar de lado el gusto y la experiencia gourmet.

Para Kevin Arnold Mancilla Tambo, otro de los estudiantes participantes, la motivación del grupo fue clara: “Queríamos lanzar al mercado un producto innovador, porque mientras el almíbar de durazno es ampliamente consumido, el de piña es poco reconocido. Vimos allí una oportunidad para diferenciarnos”.

Un enfoque hacia el sector gourmet

El desarrollo de Perpiña no fue fortuito. Tras un diagnóstico de mercado, el equipo definió su segmento principal: las reposterías, pastelerías y restaurantes gourmet, donde el valor agregado y la innovación tienen mayor espacio de aceptación.

“Nos enfocamos en llegar a un público que pueda tomar nuestro producto como una opción real dentro de sus creaciones. Reposterías y pastelerías fueron nuestra prioridad, porque allí encontramos consumidores dispuestos a apostar por lo diferente y saludable”, agrega Mancilla Tambo.

La estudiante Rocío Arismendi Santander resalta que participar en el proyecto significó un desafío y, a la vez, una experiencia formativa: “Tuvimos que coordinar con la carrera de Bioquímica, definir nuestro público objetivo y aplicar todo lo aprendido en clases. Haber ganado el primer lugar en estas jornadas nos demuestra que el esfuerzo valió la pena”.

Investigación aplicada y aprendizaje real

El proyecto fue guiado por la docente Leticia Frida Quenta Marcani, de la carrera de Ingeniería Comercial, quien destacó la importancia de iniciativas de este tipo.

“A mis estudiantes les ha costado mucho levantar la información necesaria para llegar al producto final. Tuvieron que trabajar de manera transdisciplinaria con Bioquímica y Farmacia, levantando datos, validando con el mercado y ajustando el producto según las expectativas del consumidor. Eso les permitió vivir una experiencia real de cómo reacciona el mercado ante una innovación”, señala la académica.

Quenta subraya que este tipo de experiencias son clave en la formación profesional: “Como solemos decir: si no publicas, no existes. La investigación es la manera de interactuar con el mundo real y entender qué esperan los consumidores de un producto saludable y diferenciado”.

Innovación con proyección social

El equipo conformado por Daring Acarapi Mamani, Rocío Arismendi Santander, Evelin Karen Condori Márquez, Magaly Saucedo Mamani y Kevin Arnold Mancilla Tambo apostó por un producto que no solo busca posicionarse en el mercado gourmet, sino también fomentar un cambio en los hábitos de consumo.

En un contexto donde las enfermedades relacionadas con el exceso de azúcar son cada vez más preocupantes, Perpiña representa una alternativa viable para quienes desean disfrutar de un almíbar sin comprometer su salud. La innovación radica no solo en la materia prima, sino en el enfoque de mercado y la estrategia de comercialización diseñada por los estudiantes.

“El reto fue demostrar que un producto diferente, saludable y con identidad boliviana puede generar interés en segmentos especializados. Ese es el camino hacia un consumo más consciente y responsable”, concluyen los integrantes del equipo.

El trabajo fue presentado y reconocido durante las V Jornadas de Investigación de Unifranz 2025, un espacio académico que reúne a estudiantes y docentes en torno a la generación de conocimiento aplicado. Estas jornadas forman parte del modelo educativo disruptivo de la universidad, que apuesta por el aprendizaje basado en retos y la investigación aplicada como ejes centrales de la formación profesional.

Con este tipo de iniciativas, Unifranz refuerza su compromiso de transformar la educación en Bolivia, impulsando a las nuevas generaciones a generar conocimiento con impacto social y científico. Proyectos como Perpiña son una muestra del potencial de los estudiantes para combinar innovación, sostenibilidad y mercado en un solo producto, con la visión de aportar al bienestar de la sociedad boliviana.

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