Educación financiera: clave para manejar mejor tu dinero en tiempos de crisis

Educación financiera: clave para manejar mejor tu dinero en tiempos de crisis

En la actualidad, términos económicos como inflación, inversión, especulación o devaluación son escuchados con frecuencia. Los economistas se refieren a ellos con gran naturalidad, pero el común de la gente no siempre conoce el alcance del mismo. Por eso es esencial que adquieran un conocimiento básico de estos conceptos para tomar decisiones financieras acertadas en su vida cotidiana.

Al entender estos conceptos propios de la economía, las personas pueden planificar mejor el uso de sus recursos, proteger su poder adquisitivo y evitar errores que podrían afectar su bienestar económico, asegura Jenny Andia, economista con especialidad en comercio exterior y actual directora de la carrera de Ingeniería Económica en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

“Esta comprensión facilita interpretar el contexto económico general, como las noticias sobre la situación del país, y les da herramientas para anticiparse a posibles crisis o aprovechar oportunidades de inversión”, señala la académica.

Por ejemplo, si una persona comprende cómo la inflación afecta el valor del dinero, sabrá que es preferible invertir en activos que mantengan o aumenten su valor en lugar de simplemente ahorrar en una moneda que se devalúa. Asimismo, conocer términos como recesión o especulación puede ayudar a evitar decisiones apresuradas ante rumores económicos que no siempre son ciertos.

Según Andia, una buena educación financiera permite a las personas gestionar mejor sus finanzas, enfrentar crisis con mayor seguridad y mejorar su calidad de vida; y, de una forma sencilla, explica algunos de estos términos:

La economía es la disciplina que estudia cómo se gestionan los recursos escasos. Todos los bienes y servicios, en algún momento, pueden considerarse limitados, y la economía nos ayuda a administrar esos recursos de manera eficiente.

La inflación es el aumento sostenido de los precios de los bienes y servicios a lo largo del tiempo. A diferencia de las fluctuaciones estacionales, como el aumento del precio de las uvas por las fiestas de fin de año, la inflación implica un incremento de precios que persiste.

Un ejemplo cotidiano es el aumento del precio de productos básicos como el huevo, cuyo costo pasó de un boliviano a bs 1,20 (20% de incremento) en menos de un año o el Pilfrut, muy consumido por niños y adolescentes en los colegios, que pasó de costar 50 centavos a un boliviano, con una tendencia a un mayor incremento.

“La inflación es el aumento de precios que se va a mantener a lo largo del tiempo”, aclara la académica.

La inversión se refiere al uso de capital, que no solo se limita al dinero. Los bienes, activos o cualquier recurso que genere una ganancia también son formas de inversión. El objetivo es obtener un retorno, lo que implica poner el dinero o los activos a trabajar para producir más.

La devaluación se da cuando una moneda pierde valor frente a otra. En el caso de Bolivia, esto se refleja en la pérdida de poder adquisitivo del boliviano frente al dólar, lo que afecta directamente el costo de los bienes importados y reduce el valor real de los ahorros en moneda nacional.

La especulación es el comportamiento de anticipar subidas o bajadas de precios, basándose en rumores. Esto puede generar problemas graves en la economía.

Por ejemplo, cuando la gente teme un aumento en el precio de la gasolina y acude en masa a las gasolineras, como ha sucedido en los últimos meses, puede generar una falsa escasez de este producto. El problema radica en que, al acaparar bienes, como ocurre con el pan en situaciones de pánico, se provoca una falta de productos y se incrementan artificialmente los precios.

La recesión es un decrecimiento en variables económicas como el Producto Interno Bruto (PIB). Aunque Bolivia ha mostrado indicadores positivos, como una balanza comercial favorable, también enfrenta una ralentización del crecimiento.

Cuando el dinero deja de circular —es decir, cuando las personas reducen sus gastos— la economía se ralentiza y se genera un ciclo de desaceleración económica.

“Después de tener vacas gordas, se pasa a tener vacas flacas. Prácticamente, eso está ocurriendo a nivel mundial, no solo en Bolivia”, dice Andia.

¿Cómo enfrentar la incertidumbre económica?

En tiempos de crisis, muchas personas buscan formas de proteger su dinero. Algunos prefieren ahorrar en dólares, otros invierten en inmuebles, y hay quienes optan por mantener su dinero «debajo del colchón». Andia recomienda diversificar las inversiones, ya sea comprando propiedades o bienes duraderos que no pierdan valor a largo plazo.

“La idea es que, si tienes un dinero, lo puedas mantener ahorrado en dólares o invertir en bienes raíces, aunque depende de la cantidad de dinero que tengas”, señala.

En el contexto actual, es crucial que la población entienda este tipo de términos, ya que solo así podrán tomar decisiones acertadas sobre qué hacer con su dinero. Las preguntas clave son: ¿Cómo genero más dinero? Una vez que lo tengo, ¿en qué lo invierto para obtener mayores ganancias? Una adecuada educación financiera es fundamental para enfrentar los desafíos de una economía en constante cambio.

“Si una persona no entiende estos conceptos, tampoco tendrá idea de lo que va a ocurrir en el futuro y qué hacer con su dinero. Es importante que las personas los entiendan para aplicarlos a lo largo de su vida diaria”, reflexiona la economista.

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