Estudiantes de Unifranz desarrollan un jarabe natural para la ansiedad, como complemento al tratamiento profesional

By Ricardo Espinoza

Ansiedad
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La ansiedad, un problema de salud mental que va en aumento, afecta a millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En respuesta a esta creciente necesidad, estudiantes de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) en El Alto desarrollaron un jarabe a base de toronjil, un proyecto innovador que busca ofrecer una alternativa natural y efectiva para el tratamiento de la ansiedad.

La ansiedad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud mental a nivel mundial. La OMS estima que más de 264 millones de personas sufren de ansiedad en todo el mundo. En América Latina, la situación no es diferente. Datos recientes muestran un aumento significativo en los casos de ansiedad, especialmente entre jóvenes y adolescentes. En Bolivia, aunque no se dispone de estadísticas oficiales, profesionales de la salud mental destacan el incremento en las consultas relacionadas con este problema.

El jarabe de toronjil contra la ansiedad: una propuesta innovadora

El toronjil, también conocido como melisa (Melissa officinalis), es una planta medicinal utilizada tradicionalmente por sus múltiples beneficios para la salud. Sus compuestos, como terpenos y flavonoides, cuentan con efectos relajantes y sedantes en el sistema nervioso, un aspecto que la convierte en una opción natural para ayudar a mitigar los efectos de la ansiedad y otros trastornos relacionados.

Un grupo de estudiantes de Unifranz el Alto, conformado por Shaonny Chuquimia, Lizeth Ticona, Candida Huallpara, Abigail Lopez y Roly Colque, todos del octavo semestre de Bioquímica y Farmacia, bajo la tutoría del Dr. Cervando Christian Gutiérrez Foronda, docente de la carrera en Unifranz El Alto, desarrollaron, como proyecto integrador, un prototipo de jarabe ansiolítico a base de toronjil que busca aprovechar al máximo las propiedades de esta planta medicinal para proporcionar una sensación de tranquilidad y relajación en las personas. Su fórmula, cuidadosamente elaborada, combina el extracto de toronjil con otros ingredientes naturales que ayudan a potenciar sus efectos y mejorar su sabor.

«Este proyecto busca crear un jarabe natural a base de toronjil para ayudar a reducir la ansiedad de manera segura y accesible (…) decidimos utilizar el toronjil por sus propiedades relajantes, para que pueda ser una alternativa natural para quienes buscan calmar la ansiedad», explica Lizeth.

Un complemento, mas no un sustituto del abordaje profesional

Si bien esta propuesta natural se perfila como un complemento útil para aliviar algunos síntomas de la ansiedad, este no sustituye la atención y el tratamiento por parte de profesionales de la salud mental ya que, al ser un problema complejo, puede requerir diferentes enfoques terapéuticos, incluyendo terapia psicológica, medicamentos y cambios en el estilo de vida.

En esencia, la propuesta podría ayudar a reducir la tensión y proporcionar una sensación prolongada de tranquilidad, no obstante, la orientación de un profesional en salud mental debe ser el primer paso de toda persona con síntomas de ansiedad.

Los psicólogos y otros profesionales de la salud mental están capacitados para evaluar y diagnosticar la ansiedad, así como para desarrollar planes de tratamiento individualizados que se ajusten a las necesidades de cada persona. La terapia psicológica, por ejemplo, puede ayudar a identificar los desencadenantes, a desarrollar habilidades de afrontamiento y a cambiar patrones de pensamiento negativos. En algunos casos, también puede ser necesario el uso de medicamentos para controlar los síntomas de la ansiedad, mismos que deben ser siempre recetados por un profesional, en función a la particularidad de cada caso.

Un camino hacia el mercado lleno de desafíos

Si bien el prototipo del jarabe de toronjil es un gran avance, aún quedan pasos por cumplir antes de que pueda llegar al mercado. Los estudiantes deberán superar diversas etapas de registro y autorización por parte de instituciones como el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG). Además, se encuentran realizando estudios clínicos que avalen la eficacia y seguridad del producto. A pesar de estos desafíos, el equipo de Unifranz se muestra optimista y comprometido con su proyecto, buscando ofrecer una alternativa natural y efectiva para un mal sin fronteras.

«Hasta el momento, logramos la formulación y optimización del jarabe de toronjil, mejorando su estabilidad, textura y viscosidad tras ajustes en la composición. Actualmente, el producto es un prototipo en fase experimental, enfocado en evaluar y mejorar su aceptabilidad y características físico-químicas”.

En Unifranz, a partir de su modelo educativo innovador, la formación trasciende el aprendizaje tradicional; es una evolución constante, que va de lo personal a lo colectivo. Los estudiantes no solo adquieren conocimientos, sino que descubren su potencial para transformar realidades y convertirse en agentes de cambio en un mundo que los necesita más que nunca.

El proyecto del jarabe ansiolítico de toronjil de Unifranz es un ejemplo de cómo dos de los ejes de su modelo, la investigación y la innovación, pueden contribuir a mejorar la salud mental de las personas.

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