Del dengue a la fiebre oropouche: las enfermedades virales no dan tregua en el país

Del dengue a la fiebre oropouche: las enfermedades virales no dan tregua en el país

Con brotes que van desde el dengue, el chikungunya, la fiebre amarilla, el Zika y, ahora, la fiebre oropouche, las enfermedades virales no dan tregua al país, particularmente en las regiones tropicales de Pando, Beni, Santa Cruz, norte de La Paz y el Chapare cochabambino. 

“Esta fiebre es una enfermedad emergente en el país. No la teníamos prevista, pero los brotes que han tenido Brasil y Perú, sumado a la alta movilidad de población entre esos países y el nuestro, han desencadenado el virus en territorio nacional. Hemos tenido información de que varios de los pacientes que han presentado esta patología han tenido contacto o han llegado del Brasil. Entonces, presumiblemente, estamos ante una importación de la enfermedad”, indica el doctor Max Enríquez, viceministro de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional.

El pasado mes de febrero, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica por el aumento de casos de fiebre de oropouche en algunas áreas de la región de las Américas y recomendó a los gobiernos reforzar las medidas de control vectorial y de protección personal de la población en riesgo.

La fiebre oropouche, una enfermedad viral aguda causada por el virus Oropouche (OROV), perteneciente al género Orthobunyavirus de la familia Peribunyaviridae, está generando creciente atención debido a su rápida propagación y los síntomas que presenta.

El virus se transmite, principalmente, por la picadura de mosquitos del género Culicoides (zancudos), aunque también se ha sugerido la transmisión por mosquitos del género Aedes. El virus se encuentra principalmente en zonas tropicales y subtropicales de América, como es el caso de Bolivia, explica Griselda Vargas, médico y directora de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. 

“Se trata de una enfermedad febril rápida, con una duración de entre tres y seis días, y normalmente de carácter leve, aunque, en ocasiones, podría complicarse. El virus es detectable en sangre entre los dos y los seis días que siguen al inicio de los síntomas. Sin embargo, es preciso aclarar que no se transmite entre humanos directamente si no es con la ayuda del mosquito”, puntualiza.

Los síntomas característicos de la fiebre oropouche incluyen fiebre, cefalea, mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor en las articulaciones), astenia (fatiga), exantema (erupción cutánea) y, en algunos casos, síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea. 

Otras manifestaciones menos frecuentes son hemorragias menores, sangrado de encías (gingivorragia) o sangrado por las fosas nasales (epistaxis) y la afectación del sistema nervioso ocasionando un cuadro de meningoencefalitis. 

La duración de los síntomas suele ser de cuatro a cinco días, aunque se han registrado algunos casos aislados de recaídas de síntomas en las siguientes semanas. La recuperación es completa en la mayoría de los casos. 

Estos síntomas suelen durar entre tres y siete días, pero pueden resultar en complicaciones graves en casos severos.

“Aunque las complicaciones son poco frecuentes, la fiebre de Oropouche puede causar encefalitis (inflamación del cerebro), meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal) y miocarditis (inflamación del corazón), especialmente en casos graves. Estas complicaciones pueden ser graves y requerir atención médica especializada”, puntualiza la académica.

En tanto, Javier Mamani, jefe de la Unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud de La Paz (Sedes) explica que lo que predomina en esta enfermedad es la cefalea o dolor de cabeza intenso, que no cede con los antiinflamatorios normales. “Sin embargo, debemos entender también que el oropouche no ha demostrado mortalidad”.

Acciones preventivas

En un trabajo coordinado entre el Ministerio de Salud y los Sedes, las autoridades sanitarias del país tomaron medidas urgentes para contener la propagación de la enfermedad, incluyendo campañas de concientización pública sobre medidas de prevención. 

Según Enríquez, como este mosquito tiene sus criaderos en aguas sucias y estancadas, en el caso de La Paz junto con el Sedes se realizan acciones de limpieza de esos posibles criaderos y charcos de agua, con campañas especiales y sostenidas de fumigación con insecticidas que eliminan al mosquito adulto, además de otras acciones de limpieza. 

“Hay que eliminar los lugares que sirven de criaderos a fin de evitar que el mosquito pueda reproducirse. Otras acciones, ya en un trabajo comunitario en el municipio de Irupana, por ejemplo, se está quitando la maleza y se está colocando mallas milimétricas en ventanas y puertas, además de mosquiteros. También se ha recomendado a la población usar repelente contra los mosquitos, así como ropa de manga larga”, puntualiza la autoridad nacional de salud, a tiempo de aclarar que el virus no se transmite entre humanos directamente y que el portador es el mosquito.

En el país, tras la detección de al menos tres casos en Pando y 22 en La Paz (Irupana 20, Chulumani 1 y Cajuata 1), los Sedes de ambos departamentos emitieron alerta roja a fin de evitar la propagación de la enfermedad, principalmente, entre los niños y personas con enfermedades de base.

“La organización con los vecinos ha surtido su efecto; por eso pudimos controlar el tema del dengue. Evidentemente, se están presentando casos, pero no en la magnitud del año pasado”, indica Enríquez.

Del dengue a la fiebre oropouche: las enfermedades virales no dan tregua en el país.

Prevención

La prevención de la fiebre de Oropouche se basa principalmente en medidas para reducir la exposición a los mosquitos transmisores, que incluye:

  • Uso de repelentes de insectos
  • Ropa protectora (mangas largas, pantalones largos) 
  • Eliminación de criaderos de mosquitos en áreas residenciales, como charcos o recipientes con agua estancada.

En tanto, la OPS recomienda a las autoridades locales, asumir medidas de control vectorial que se enfocan en la reducción de las poblaciones de mosquitos mediante la identificación y eliminación de los lugares de desarrollo y reposo de los vectores, tales como: 

  • El fomento de buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo.
  • El rellenado o drenaje de colecciones de agua, charcas o sitios de anegación temporal que pueden servir como sitios de oviposición de las hembras y criaderos de larvas de mosquitos. 
  • Eliminación de la maleza alrededor de los predios para disminuir los sitios de reposo y refugio de los mosquitos

Diferencias con otras enfermedades

Vargas explica que la fiebre de oropouche se diferencia de otras enfermedades como el dengue, la fiebre hemorrágica o el hantavirus, por sus agentes causales específicos, sus síntomas característicos y los métodos de transmisión. 

Por ejemplo, el dengue es causado por un virus del género Flavivirus que se transmite principalmente por mosquitos del género Aedes y puede presentar síntomas más graves, como la fiebre hemorrágica.

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