De Unifranz al mundo: Daleska Terán, de crear ZeroSmoke a integrarse en un equipo internacional en EE.UU.

De diseñar una aplicación con inteligencia artificial para acompañar a personas que desean dejar de fumar, pasó a formar parte de un equipo internacional de desarrollo de software en Estados Unidos. Esa es la historia de Daleska Terán, estudiante de Ingeniería de Sistemas en Unifranz Cochabamba, que combina innovación con propósito y un desafío profesional global.
“Formar parte de un equipo internacional es un reto enorme. La práctica que recibí en Unifranz desde los primeros semestres me dio la seguridad para adaptarme con confianza”, afirma Terán.
Actualmente, Daleska realiza su pasantía en Jpower, una empresa de desarrollo de software con sede en Estados Unidos, donde forma parte del equipo de aseguramiento de calidad (QA) en un proyecto web.
ZeroSmoke y el poder de los proyectos integradores
El proyecto integrador que marcó un antes y un después en la formación de Terán es ZeroSmoke, una plataforma tecnológica integral con inteligencia artificial que acompaña a las personas en el proceso de dejar de fumar.
En Unifranz, los proyectos integradores son parte esencial del modelo educativo. Se trata de iniciativas en las que los estudiantes aplican la teoría en problemas reales, trabajando en equipos interdisciplinarios con acompañamiento docente. Estos proyectos permiten experimentar el aprender haciendo y generar soluciones con impacto social, cultural, ambiental o económico.
Para Gustavo Montaño, vicerrector académico nacional de Unifranz, esta metodología refleja la esencia del modelo educativo innovador. “Nuestro modelo educativo impulsa la transformación y la mejora continua en el marco de nuestro propósito institucional, que es el de transformar la educación en el país. El objetivo es la formación personal, social y profesional de nuestros estudiantes, para que sean capaces de hacer frente a los futuros desafíos”, señala.
ZeroSmoke no se quedó en el aula: fue presentado en congresos de salud e investigación, donde obtuvo reconocimiento por su potencial de impacto humano. “Este proyecto me permitió ver que la tecnología puede estar al servicio de las personas. Fue un reto técnico, pero también una experiencia que me conectó con la idea de que podemos transformar realidades”, explica Terán.
Una trayectoria marcada por la práctica
Durante su carrera, Daleska participó en el desarrollo de MAYPI, una plataforma creada en el hackatón UNIHACKZ 2.0. Su equipo ganó la competencia gracias a esta propuesta que apoya en la búsqueda de personas desaparecidas.
Además, obtuvo el primer lugar en el simulador internacional LABSAG SIMPRO, aplicando estrategias de gestión y análisis de decisiones en entornos de simulación.
“Todas estas experiencias me han formado como profesional. Hoy que estoy en Jpower, me siento más segura, con más confianza y lista para asumir responsabilidades en cualquier equipo de desarrollo”, asegura.
Un modelo que abre puertas
Para Fabiola Cadima, directora de la carrera de Ingeniería de Sistemas en Unifranz Cochabamba, la experiencia de Terán demuestra cómo la universidad prepara a sus estudiantes para escenarios globales.
“En Unifranz se aprende haciendo desde el principio. Nuestros estudiantes trabajan en proyectos reales, participan en simulaciones empresariales y llegan al mercado laboral —incluso en espacios internacionales— con resultados concretos y visibles”, destaca.
Cadima recuerda que la carrera ofrece menciones en Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas (IoT), dos campos de vanguardia que potencian la empleabilidad de los futuros profesionales. “Nuestros estudiantes no se quedan en el prototipo. Llegan a implementar productos mínimos viables e incluso soluciones listas para el mercado. Esa diferencia marca su rápida inserción laboral”, añade.
Tecnología con propósito y mirada global
Con ZeroSmoke como bandera de innovación con impacto humano y con su experiencia en Jpower, Daleska Terán refleja lo que significa la formación con propósito de Unifranz: estudiantes que transforman realidades locales y se insertan en escenarios internacionales de alto nivel.
“Si algo puedo decirle a quienes están considerando estudiar esta carrera, es que Ingeniería de Sistemas no solo te enseña a programar, sino también a transformar realidades. Anímense a entrar al mundo de la tecnología, a crear, innovar y dejar huella. Las oportunidades están ahí, y en Unifranz tenemos todo para aprovecharlas”, concluye.