Pequeños tiranos, egoístas, malcriados, pero también creativos, innovadores y amorosos, las creencias populares y la ciencia parecen nunca ponerse de acuerdo respecto a los hijos únicos. Sin embargo, como en otros temas, siempre hay matices.
“Los hijos únicos pueden ser diferentes de aquellos que tienen hermanos se basa en la teoría de que las experiencias de crianza y las interacciones familiares pueden influir en el desarrollo de la personalidad y el comportamiento de un niño. Sin embargo, es importante recordar que no todos los hijos únicos serán iguales, ni todas las diferencias serán significativas, todo depende de la crianza. Su influencia en la personalidad de los hijos únicos puede variar de un individuo a otro”, explica James Yhon Robles, director de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Durante muchos años se crearon mitos alrededor de los hijos únicos y sus características, pero recientes estudios muestran una visión renovada sobre las diferencias entre éstos y aquellos que crecieron con hermanos.
De acuerdo con un estudio realizado por el Social Research Institute de la University College London (UCL), basado en tests cognitivos a varias cohortes de británicos a lo largo de 50 años, se comprobó que los hijos únicos mostraban patrones semejantes a quienes crecieron en una familia de dos hijos.
El estudio halló que eran otros los factores externos que tenían la capacidad de afectar al carácter de los hijos, como el estado de los padres o la situación socioeconómica de la familia.
Otro estudio, realizado en 2019, ofreció resultados mixtos tras analizar una población de más de 20.000 adultos, por ejemplo, observando menores niveles de “honestidad-humildad” entre los hijos únicos, asociándose a una naturaleza más “abierta”.
Los investigadores concluyeron que los resultados de los estudios demuestran que, si bien existen diferencias entre hijos únicos y aquellos con hermanos, éstas no responden al mito y a los prejuicios negativos asociados.
Por su parte, Robles indica que, si bien la crianza de los hijos es la que marca la manera en la que éstos crecen y se desarrollan, existen algunas diferencias potenciales entre los hijos únicos y aquellos que crecen con hermanos:
Mayor atención de los padres ya que no tienen que competir con hermanos por la atención.
Independencia desde una edad temprana, ya que no tienen hermanos para depender. Pueden desarrollar habilidades de resolución de problemas y toma de decisiones de manera más autónoma.
Relaciones sociales más fuertes fuera de la familia, ya que no tienen hermanos con quienes interactuar regularmente en casa.
Presión sobre los hijos únicos para tener éxito académico o profesional, ya que no tienen otros hermanos en quienes enfocar sus expectativas.
Relaciones fraternales con menos experiencia en la resolución de conflictos y la negociación de relaciones con hermanos, lo que podría influir en sus habilidades interpersonales.
La crianza de un hijo único puede ser muy positiva si se proporciona un entorno de apoyo y amor, al igual que la crianza de un niño con hermanos. Las diferencias en la personalidad y el comportamiento de un individuo están influenciadas por una amplia gama de factores, incluyendo la personalidad innata, el entorno familiar, la cultura y las experiencias personales”, agrega el psicólogo.
Asimismo, Robles afirma que, independientemente de si se trata de hijos únicos o no, lo importante es que los padres otorguen a sus vástagos un ambiente cálido y atento para lograr un proceso exitoso en la construcción de su personalidad.
“Cada familia es única. Lo más importante es que los padres brinden amor, atención y orientación a sus hijos, independientemente de si tienen hermanos o no; esto influye en el proceso de individuación y construcción de la personalidad y el comportamiento de un niño dependen en gran medida de cómo se críe y se forme su carácter, más que de su posición en la familia”, puntualiza.