El ajetreo de los días previos al inicio de clases desemboca en un estrés por el cambio de rutinas que supone la asistencia regular a las aulas. Ya sea en los cursos iniciales de primaria o en el arranque de la universidad, el peso de la nueva responsabilidad provoca cuatros de estrés. No todos lo viven con la misma intensidad, pero conviene atender estos cuadros de cualquier manera.
Según la psicóloga, esta tensión debería disminuir en los estudiantes de cursos avanzados o de la universidad que ya tienen una rutina o una forma de desenvolverse en el ámbito educativo.
El estrés es una reacción del cuerpo, más que todo fisiológica y emocional, que obedece a un tipo de pensamiento, como por ejemplo “voy a empezar una nueva actividad”, “esta mañana inician las clases”, que genera ansiedad anticipada porque esa persona no conoce el colegio o a los profesores.
Siete tips para que el estudiante no caiga en estrés
Para evitar el estrés, Loayza ofrece consejos para evitar traumas en los estudiantes, sean de colegio o universidades:
Organizar el tiempo, principalmente aquel destinado exclusivamente para el estudio. Es decir, debe haber un tiempo para hacer las tareas, otro para descansar o para alimentarse o jugar.
El espacio donde se estudia es importante, debe tener buena iluminación y ventilación para que la actividad de aprender sea satisfactoria.
Hay que cuidar la calidad del sueño, no es aconsejable quitar las horas de sueño para estudiar o hacer trabajos.
Tampoco se debe descuidar la alimentación, se tiene que consumir alimentos frescos, alimentos saludables que puedan también generar en nuestro organismo, mejor predisposición para la asimilación de contenidos.
Realizar actividad física también ayuda a bajar los niveles de estrés que se pueden acumular en una semana.
Pedir ayuda nunca está demás. Se puede buscar otras experiencias de aprendizaje o realizar trabajos en grupo colaborativos.
Premiarse o motivarse uno mismo por las actividades que hace, no pretender que todo sea perfecto, sino saber lo que uno es capaz de hacer y retarse para ir mejorando. No consiste en exigirse la perfección «porque como tal no existe y eso nos puede generar ansiedad», matiza la psicóloga.
Cómo superar esta etapa sin caer en estrés