Arakuaa: la máquina boliviana que convierte plástico reciclado en fibras textiles sostenibles

Grecia Bello convirtió su compromiso con Bolivia en innovación. Arakuaa, una máquina inspirada en la cosmovisión guaraní, transforma plástico reciclado en fibras textiles y busca empoderar a comunidades indígenas. Creada en el Fab Lab de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, esta tecnología sostenible ya despertó interés en México, Francia, España y otros países.

Tras completar un postgrado en Fabricademy en el Instituto de Arquitectura Avanzada en España, Bello decidió aplicar sus conocimientos para crear una máquina que aborde dos grandes problemáticas: la contaminación por plástico y la falta de materia prima para la comunidad Isoseña Guaraní, afectada por los incendios forestales en la Chiquitania boliviana. Estos incendios han dificultado la recolección de algodón y garabata, esenciales para sus tejidos, los cuales reflejan su visión del mundo a través de intrincados motivos. Así nace Arakuaa, que significa ‘conocimiento’ en el idioma guaraní.

La maker –persona que utiliza herramientas tecnológicas para fabricar todo tipo de objetos– decidió construir la máquina en suelo boliviano, en el Fab Lab Santa Cruz de la Unifranz con ayuda de otros dos compañeros, Ruddel Callisaya y Edwin Yuco, que decidieron que Arakuaa sería de madera para hacerla más ‘amigable’, además tiene diseños de la cultura guaraní. “Bolivia tiene la capacidad, hay el espacio y hay mucho talento”, afirmó la ingeniera de 24 años.

Los jóvenes reciclaron botellas PET en la universidad para luego lavarlas, triturarlas y que Arakuaa las transforme en fibras de hilos para que sean usados en textiles. En la fase de experimentación también utilizaron plástico PLA que combinaron con el PET para teñir este material. El proyecto fue expuesto en el Fab24 Puebla en la Universidad Iberoamericana en México y llamó la atención de personas de Francia, España, Portugal, entre otros, que querían replicar el modelo de los bolivianos.

Indígenas bolivianos quieren usar Arakuaa 

Bello llegó el año pasado a una universidad indígena boliviana ubicada en Camiri y les mostró la máquina, hicieron la prueba y vieron su funcionamiento. Lo primero que ellos notaron fue una cierta familiaridad por los símbolos guaraníes de la máquina y se interesaron por tener una para que los más jóvenes innoven los productos que hacen en sus comunidades.

Los indígenas pensaron en hacer aros con los cristales que quedan en la máquina, pisos con la resina y diversificar sus productos, ya que sus materias primas muchas veces son escasas por las quemas de bosques o las fuertes lluvias. La idea es adquirir una de las máquinas y que los más jóvenes usen las fibras en los textiles y así conserven estos conocimientos.

“Nuestra aspiración es trabajar con comunidades originarias y ver de co-crear, pero siempre dándoles el crédito que les corresponde a ellos”, enfatizó Bello.

Ahora el proyecto se ha vuelto una Startup y pronto comenzarán a experimentar con las bolsas de los sueros que se utilizan en el área de medicina para ver qué tipo de material sale y qué usos se le puede dar y seguir innovando.

Tecnología de Bolivia para el mundo 

Ante el interés por la máquina, Bello decidió que lo mejor era compartir la información de cómo fue construida Arakuaa para que otros países puedan replicarla luego de que consigan la licencia ‘open source’ y liberar los planos para que se haga “tecnología boliviana para el mundo”. Con esto, los interesados de otros países podrán construir y hacer modificaciones al modelo inicial para los usos que quieran darle.

“Muchos quieren hacer el cuerpo de la máquina con tapas de plástico, quieren reemplazar la fibra de vidrio en hormigones de construcción o incluso para rellenos de colchones”, comentó Bello.

Los jóvenes ahora trabajan con Open Fiber, una comunidad de desarrolladores, para que puedan liberar los planos a través de una plataforma y compartir el conocimiento. Se estima que en julio ya se lance la página web donde se encontrará esta información.

“Queremos democratizar esta tecnología y que puedan utilizarla los artesanos, los pequeños negocios para que la requieran”, indicó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *