Datos que alarman. En Bolivia, 395.934 personas viven con diabetes, 37% de las cuales no están diagnosticadas, y más de 500 millones de personas en el mundo serían diabéticas, según información de la Federación Internacional de Diabetes a noviembre de 2022.
Esos mismos datos dan cuenta que hasta 2021, la diabetes provocó 7.517 muertes y millones de bolivianos en gastos sanitarios en el país. ¿Qué es lo que está pasando? El reporte vincula la mayoría estos casos de diabetes en el país con los malos hábitos alimenticios.
Una investigación académica por parte de estudiantes universitarios de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, quienes proponen alternativas alimenticias para esta población en situación de vulnerabilidad en salud.
“Llegar a promover productos alternativos ayudará en la prevención, reflexionar de manera conjunta con ellos y enseñarles que hay nuevas formas de alimentación saludable son esenciales”, apunta Gabriel Ticona, uno de los estudiantes que realizó la propuesta académica.
La diabetes se produce por falta de insulina, una hormona liberada por el páncreas que regula la cantidad de glucosa o azúcar en la sangre y empeora con el tiempo si no se recurre a un tratamiento apropiado. Los casos de diabetes responden a factores genéticos y metabólicos.
El riesgo de desarrollar esta enfermedad silenciosa aumenta si la persona tiene un familiar cercano con dicha enfermedad, si está atravesando por una edad avanzada, un severo caso de obesidad, una mala alimentación, falta de actividad física o tabaquismo.
Aumento de sed, comer en grandes cantidades, náuseas, vómitos, visión borrosa, cansancio, heridas que demoran en cicatrizar, manchas oscuras en el cuello o codos son algunos de los síntomas visibles de la diabetes. Esta enfermedad es incurable, aunque es posible controlarla, ninguna persona está libre de contraerla. Pese a ello, mantener una alimentación óptima reduce el riesgo de desarrollarla.
El Informe Mundial sobre la Diabetes de la Organización Mundial de la Salud, OMS, (2016) asegura que una mala alimentación ocasiona el sobrepeso y la obesidad, sumando la falta de actividad física como el origen de la mayoría de los casos de diabetes en el mundo. “Hay una asociación estrecha entre tener sobrepeso u obesidad y sufrir diabetes. Pese a la meta mundial de cumplimiento voluntario de detener el aumento de la obesidad para el año 2025”, menciona el referido informe.
Alcanzar la meta propuesta por la OMS requiere de propuestas innovadoras, opciones nuevas para mantener un hábito de alimentación saludable. La propuesta de las cuatro jóvenes estudiantes plantearon alternativas nutritivas que ayudan a prevenir o apoyar a las personas a combatir las consecuencias de este mal.
Alternativas alimenticias
Helado de chuño, bebida energizante de chocolate y tarwi o yogurt de zapallo, son algunas de las combinaciones inusuales que presentaron los estudiantes de Bioquímica y Farmacia. Previamente, ellos participaron en un proceso creativo, de organización y análisis de información para aumentar la comprensión del problema y aplicar el aprendizaje haciendo productos que demuestren que existen formas de alimentación saludable.
“Aplicamos muchas materias, como química, para saber cómo interactúa el producto que utilizamos con el cuerpo de la persona, microbiología industrial o bioestadística porque tenemos que elaborar cómo se va a llegar a estructurar. Prácticamente, todas estas materias se complementan”, afirma la estudiante Estefani Uchani, creadora del energizante.
Algunos estudiantes de la carrera consideraron en sus proyectos a población vulnerable del país, como son los niños con anemia y presentaron una mermelada de remolacha como alternativa, “porqué a ellos no les gusta mucho las verduras y para combatir la anemia necesitan una gran cantidad de hierro que tiene este producto”, comenta Jaime Suñagua, otro estudiante.