Alerta por rebrote de sarampión: expertos advierten sobre baja cobertura de vacunación infantil

Por Andres Zankis

La reaparición del sarampión en Santa Cruz ha encendido las alertas del sistema de salud. Con varios casos confirmados, tanto importados como autóctonos, especialistas en salud pública advierten que la baja cobertura de vacunación infantil está generando condiciones propicias para nuevos brotes, especialmente en distritos urbanos con alta densidad poblacional.

“Vacunar desde los 12 meses, con un refuerzo a los 18, no solo protege al niño, sino que ayuda a cortar las cadenas de transmisión en guarderías, centros de salud y barrios populosos. El sarampión se propaga con extrema facilidad, y los más pequeños son los más vulnerables a complicaciones graves como neumonía o encefalitis”, explicó Patricia Avilés, directora de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Según datos del Servicio Departamental de Salud (SEDES), más de 20.000 niños menores de cinco años no han recibido la segunda dosis de la vacuna SRP (sarampión, rubéola y paperas) en Santa Cruz. Este déficit ha movilizado a docentes y estudiantes de Unifranz, quienes activaron proyectos de apoyo comunitario en barrios periféricos, donde la cobertura ha caído por debajo del umbral de seguridad del 95 %.

La iniciativa universitaria se enfoca en ferias de salud, visitas domiciliarias, encuestas y actividades de sensibilización. Estas intervenciones permiten tanto el monitoreo del nivel de información en las familias, como el reforzamiento de actitudes positivas hacia la vacunación.

“A nivel individual, un niño sin vacuna tiene hasta 35 veces más riesgo de contagiarse. Y cuando la cobertura baja, como ha ocurrido en varios distritos municipales, perdemos la protección colectiva que evita la propagación del virus”, añadió Avilés.

Desde la carrera de Enfermería, también se evidencian beneficios directos en los niños inmunizados. “Observamos menor incidencia de enfermedades prevenibles, menos complicaciones severas y un desarrollo integral más saludable. Las vacunas no solo protegen al individuo, sino que refuerzan la inmunidad del entorno”, destacó Bárbara Suárez, coordinadora académica del área en Unifranz.

Las docentes identifican varias causas detrás del rebrote: la desinformación impulsada por movimientos antivacunas en redes sociales, la relajación en la exigencia del carnet de vacunas tras la pandemia y las barreras logísticas que enfrentan las familias en zonas rurales.

Entre las medidas urgentes sugeridas están el refuerzo de brigadas móviles en distritos periféricos, ampliación de horarios en centros de salud y mercados, recuperación de la exigencia del carnet de vacunación como requisito escolar y campañas masivas de información lideradas por actores comunitarios y universitarios.

“El sarampión ya ha causado hospitalizaciones este año en Santa Cruz. Y son, principalmente, niños no vacunados quienes están sufriendo. Las vacunas son seguras, efectivas y salvan vidas. No esperemos que la enfermedad llegue a casa para actuar”, concluyó Avilés.

¿Cómo frenar el aumento de casos de sarampión en Santa Cruz?

Cecilia Urioste, especialista pediátrica y docente de la carrera de Medicina en Unifranz, una de las principales estrategias para frenar el brote es fortalecer la educación comunitaria:

“Para ayudar a frenar el aumento de casos en Santa Cruz, lo primero es dar a conocer los signos y síntomas de la enfermedad a la población. Si las familias reconocen tempranamente los cuadros clínicos, se podrá actuar de forma rápida y evitar más contagios”.

Además del esquema de inmunización, los casos sospechosos o confirmados deben ser manejados con aislamiento respiratorio y domiciliario de 4 a 7 días, acompañado de cuidados generales de higiene, ventilación y desinfección para evitar contagios intrafamiliares.

El sarampión suele comenzar con fiebre alta, secreción nasal, tos, ojos rojos y pequeñas manchas blancas dentro de la boca, seguidos por un sarpullido que se extiende por el cuerpo. Dado que se transmite por el aire y por contacto con secreciones, la prevención debe ser integral: además de la vacunación, es clave evitar el contacto con personas infectadas y seguir normas básicas de higiene.

La médica también subraya la importancia del diagnóstico oportuno, la notificación inmediata a los servicios de salud y la respuesta rápida desde el primer nivel de atención. Estas acciones coordinadas pueden marcar la diferencia para detener la expansión del virus y proteger a los más vulnerables.

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