En los últimos meses, diversos usuarios han reportado dificultades al intentar realizar pagos internacionales con tarjetas de débito o crédito emitidas en Bolivia. Esta situación, analizada por Daniela Guzmán, docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, señala que ha impactado directamente en la compra de pasajes, reservas de alojamiento y el uso de plataformas digitales para organizar viajes al extranjero.
“Los bolivianos están enfrentando serias dificultades para realizar pagos en el extranjero. Estas limitaciones afectan tanto la compra de pasajes aéreos internacionales como la reserva de alojamientos y servicios turísticos en el exterior. Estas restricciones no solo afectan a quienes viajan por placer, sino también a quienes buscan oportunidades académicas o laborales fuera del país”, afirma Guzmán.
La experta subraya que muchas plataformas digitales de viajes requieren pagos en moneda extranjera, lo cual se complica aún más debido a la escasez de divisas y los topes establecidos para transacciones internacionales, lo que genera una barrera significativa que incluso lleva a muchos viajeros a postergar o cancelar sus planes.
“Las limitaciones no obedecen a decisiones aisladas, sino a una serie de medidas que buscan cuidar las reservas en moneda extranjera y fortalecer el equilibrio del sistema financiero. Sin embargo, estas disposiciones están teniendo efectos colaterales en la experiencia de los viajeros, especialmente aquellos que necesitan realizar transacciones fuera del país”, asegura la académica.
Frente a este escenario, están surgiendo alternativas tecnológicas. Plataformas que permiten pagos con criptomonedas estables, especialmente USDT, están ganando terreno entre los usuarios más familiarizados con herramientas digitales. Aunque el uso de criptomonedas representa una solución prometedora, su adopción aún es limitada.
“Estas pasarelas de pago ofrecen una alternativa al uso del dólar físico, facilitando la reserva de servicios turísticos, boletos aéreos y alojamientos en el extranjero. Existe cierta resistencia al cambio porque aún existe desconfianza. Es clave informarse bien sobre las condiciones de uso de cada plataforma, verificar que los sitios sean seguros y evitar intermediarios no verificados”, advierte la experta.
Guzmán recomienda a los viajeros bolivianos planificar con anticipación, diversificar los métodos de pago, incluyendo tarjetas, wallets digitales o USDT, y recurrir a agencias de viajes con experiencia en transacciones internacionales. “Plataformas como Binance o AirTM han demostrado ser funcionales… ofrecen una vía accesible y segura frente a las restricciones actuales del sistema financiero tradicional”, añade.
Lejos de tratarse solo de un problema, la situación también abre una oportunidad para impulsar la educación financiera en el país. “Esta situación está acelerando el interés por soluciones de pago digitales entre los bolivianos”, sostiene Guzmán, quien lo considera “una oportunidad para avanzar hacia una mayor educación financiera y digital”.
Javier Rivera, director de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de Unifranz, coincide en que la coyuntura económica ha modificado la manera en que los bolivianos planifican sus viajes al exterior. Menciona que la escasez de dólares, la volatilidad del tipo de cambio y la incertidumbre sobre los medios de pago disponibles generan un clima de preocupación constante que puede llevar incluso a cancelar o postergar viajes.
“Muchos viajeros se enfrentan a situaciones en las que, habiendo planificado con anticipación, se ven sorprendidos por aumentos repentinos en el precio de boletos, hoteles o tours. La experiencia de viaje empieza a perder atractivo cuando se convierte en una fuente de estrés logístico y financiero”, agrega Rivera.
La autoridad académica indica que la dificultad de viajar al extranjero ha redirigido la mirada hacia lo nacional. Para muchos, hoy resulta más accesible, seguro y viable explorar Bolivia. En ese sentido, el país se posiciona como una alternativa atractiva, gracias a su diversidad geográfica, cultural y a las distancias relativamente cortas. “Lugares que antes eran considerados para escapadas de fin de semana hoy están siendo elegidos como verdaderas vacaciones”, concluye.
