Pensamiento crítico y contexto cultural, claves para la formación de los profesionales en Diseño Gráfico
Por Andres Zankis

El publicista español Pablo Jove se presentó en el Grafest, el festival de arte visual organizado por la carrera de Diseño Gráfico y Producción Crossmedia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. En la oportunidad, el experto propuso una mirada renovada sobre la enseñanza del diseño gráfico, centrada en el pensamiento crítico, el contexto cultural y el rol estratégico del diseño como herramienta de comunicación.
En la oportunidad, Jove compartió una reflexión sobre los desafíos de la formación en diseño gráfico en tiempos de aceleración tecnológica y uso masivo de herramientas digitales. Durante la charla, Jove destacó que muchos jóvenes diseñadores tienden a depender exclusivamente de las herramientas digitales sin un proceso previo de análisis o exploración conceptual.
“La computadora te va a dar lo mismo que a todos, por lo que el verdadero valor del diseño no reside solo en el dominio técnico del software, sino en la capacidad de pensar, observar y conectar ideas. Por eso recomiendo a las nuevas generaciones, que utilicen el papel y el bolígrafo, para que asienten de manera más clara sus ideas”, resaltó el publicista.
Con años de experiencia en agencias internacionales, el creativo recordó que el diseño gráfico es, ante todo, un ejercicio de comunicación. “Nosotros no somos artistas al uso, somos gente que hace un trabajo con un fin: comunicar algo, un servicio, un producto, una oferta”. En ese sentido, remarcó que el pensamiento crítico y el criterio propio son elementos fundamentales que deben ser cultivados desde las aulas.
Jove reconoció que herramientas como la inteligencia artificial pueden ser de gran ayuda para tareas operativas, pero advirtió sobre los riesgos de usarlas sin criterio. También hizo hincapié en la importancia del contexto local en el proceso creativo, criticando la falta de recursos visuales adaptados a realidades específicas.
“La IA ahorra un montón de trivialidades que antes te quitaban tiempo, pero creo que no se puede quedar en herramienta simplemente. Por ejemplo, uno de los problemas en Bolivia es que no hay un banco de imágenes boliviano, uno busca y solo salen personas de otras nacionalidades, sería bueno que los diseñadores locales trabajen en generar aportes regionales”, recomendó el también conferencista.
Jove instó a los estudiantes a “equivocarse mejor”, recordando una frase del dramaturgo Samuel Beckett. “Ustedes están en la época en la que pueden equivocarse sin que haya ningún tipo de represalia”, dijo, animándolos a experimentar y a alejarse de la homogeneidad. “Si uno acaba haciendo lo mismo que el resto, todo acaba siendo bien mimético. Si todo es igual, nada es diferente y nada es mejor ni peor.”
Finalmente, Jove hizo un llamado a los formadores en diseño y comunicación a fomentar una enseñanza que vaya más allá de lo técnico, que estimule el pensamiento, la experimentación y el vínculo con lo humano. “Para conectar con la gente hay que usar un código y un tono de comunicación que ciertas marcas permiten y otras no. Eso no te lo da una inteligencia artificial, salvo que le des un prompt demasiado perfecto.”
La charla concluyó con un fuerte aplauso del público y la certeza de que el diseño gráfico, sigue siendo una de las herramientas más potentes para transformar realidades, comunicar ideas y construir identidades con sentido.