Educación financiera digital, la respuesta a las estafas y lavado de activos mediante criptomonedas

Desde el levantamiento de la prohibición a las operaciones con criptomonedas, las transacciones con activos virtuales se han convertido en una importante opción para ahorro e inversión ante la falta de dólares en el país. Si bien estos sistemas ofrecen muchas ventajas, también riesgos importantes, sobre todo por la falta de información y educación financiera.

“Cada mes se van incrementando las transacciones con activos virtuales en el país, más específicamente, las transacciones con USDT (Dólar Tether) y USDC (Dólar Coin), pero a la par, las estafas también se están incrementando exponencialmente. Por este motivo, es importante conocer los riesgos y saber cómo actuar ante estos”, expresa Hugo Miranda, oficial de economía digital de la Fundación Internet Bolivia. 

Según el último reporte del Banco Central de Bolivia (BCB), el volumen y valor de las transacciones con activos digitales en Bolivia experimentó un crecimiento significativo desde el levantamiento de su prohibición. Por ejemplo, entre julio y septiembre de 2024, el valor total transado alcanzó los $us 46,8 millones. Esto representa un incremento del 100% en comparación con los seis meses anteriores. Además, el número de operaciones con activos virtuales aumentó a 1.123.000, superando las 932.000 operaciones registradas en el período anterior.

Orlando López, docente de la carrera de Ingeniería Económica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, indica que Bolivia, actualmente, vive un auge en el interés que han generado las transacciones en criptomonedas, pero que es importante reconocer los riesgos, para lo cual es esencial incentivar la educación financiera.

“Es importante reconocer que este mundo conlleva riesgos significativos, por lo que se necesita educación financiera y asesoramiento de expertos para entender las ventajas, desventajas y peligros de operar con criptomonedas. Diariamente, se reportan casos de personas estafadas por supuestos traders (personas que negocian con criptomonedas) que prometen métodos milagrosos”, aclara.

Miranda y López indican que, por ejemplo, son comunes los casos de estafadores que suelen ofrecer enseñar a comprar criptomonedas como USDT a precios bajos (por ejemplo, Bs 8) para luego venderlas a precios más altos (como Bs 11), prometiendo grandes ganancias. Sin embargo, lo único que reciben las víctimas son videos o charlas sin valor, y terminan perdiendo su dinero. Muchos de estos estafadores son jóvenes que buscan ganancias rápidas, prometiendo rendimientos del 10%, 20% o incluso 30%, sin advertir sobre los altos riesgos que implica el mercado cripto.

Por otra parte, Miranda indica que el 95% de las estafas que ocurren en P2P (de persona a persona) en el exchange Binance se debe a que los usuarios venden a terceros, es decir personas que no se encuentran registradas en la plataforma.

Esta estafa se realiza al momento de vender las criptomonedas mediante la plataforma, las cuales se perpetran mediante depósitos bancarios.

Esto quiere decir que la persona con la que se hace la transferencia tiene que tener el mismo nombre registrado en Binance y usar la misma cuenta bancaria. Esta situación se verifica de la siguiente manera: el nombre de la cuenta de Binance tiene que coincidir con el nombre del QR al que se está depositando.

“Si el nombre fuera distinto, la recomendación es abandonar la transacción, por más que el cajero de Binance intente indicar que tuvo problemas con su cuenta bancaria, y que por eso usa el de su familiar o de alguna persona más. Si uno realiza esta transacción, luego no podrá quejarse a Binance por un reembolso”, advierte el experto de la Fundación Internet Bolivia.

Ante esto, recomienda no aceptar pagos de criptomonedas en otras exchanges que no sean Binance o Airtm, las cuales son las más reconocidas y seguras. Tampoco se debe realizar transacciones persona a persona en la vida real, “generalmente los estafadores usan a chivos expiatorios para realizar las transacciones y quedarse con el dinero”.

Tampoco se debe hacer caso a las propuestas que hay en redes ofreciendo pagos por diversas tareas como: seguir a páginas en redes sociales, compartir contenido en redes sociales, darle like a cuentas, ya que éstas son estafas piramidales.

Asimismo, no se debe prestar la cuenta bancaria o tarjetas ya sean de débito o crédito, a familiares o a amigos, ya que estos pueden estar realizando acciones que pueden implicar estafas o lavado de dinero con activos virtuales.

Aconseja también a no prestar la cuenta Binance o AIRTM, que podría formar parte de esquemas de lavado de dinero o estafas.

“Cabe recalcar que al hacer transacciones con activos virtuales cada uno está bajo su propio riesgo ya que no está regulado aún en Bolivia”, explica.

Educación financiera digital

Los expertos indican que el problema se agrava porque estas estafas ocurren en un entorno virtual, donde es difícil identificar y demandar a los responsables. A diferencia de los estafadores tradicionales, que operaban físicamente, los delincuentes en el mundo cripto pueden desaparecer fácilmente, dejando a las víctimas sin opciones de recuperar su dinero.

“Es crucial que las personas se eduquen financieramente, busquen asesoramiento de expertos y eviten caer en la tentación de ganancias rápidas. Universidades, gremios financieros y profesionales tienen la tarea de promover la cultura financiera y educar sobre los riesgos y oportunidades del mundo de las criptomonedas, un mercado que, aunque ofrece grandes posibilidades, también está lleno de peligros para los incautos”, finaliza López.

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