El FabLab Santa Cruz nace como un centro de producción digital, investigación y educación con el objetivo de impulsar la creatividad, innovación y lograr que todas las ideas se plasmen en realidad a través de la fabricación digital. La Universidad Franz Tamayo (Unifranz) apuesta por este emprendimiento con el objetivo de empoderar a niños, makers (jóvenes creadores) y emprendedores; y a trabajar de forma colaborativa con fábricas digitales de todo el mundo.
“El impacto de los FabLab, a nivel internacional, está centrado en la resolución de crisis sociales y desafíos para avanzar en el desarrollo de cada país. Esta cualidad hará que las personas den libre curso a su imaginación creando proyectos que hagan realidad con las herramientas tecnológicas, que antes sólo eran accesibles a las grandes empresas y las sumen a las redes de colaboración para generar cambios extraordinarios a escala local y global”, declaró Jorge Pazos, Coordinador del FabLab Santa Cruz.
El FabLab proviene del acrónimo inglés “Fabrication Laboratory” y utiliza software de diseño asistido por ordenador de última generación para la creación de prototipos y maquetas para la arquitectura, construcción, diseño industrial o cualquier actividad que necesite la conexión a una computadora para manipular materiales. Este espacio está vinculado a la Red Latinoamericana de FabLabs y abrirá sus puertas este miércoles 16 de agosto a las 19:00 en las instalaciones de la universidad.
Unifranz implementó este espacio en base a los encuentros que llevó adelante con los FabLab del mundo. “Todos los laboratorios se reúnen cada año en un evento internacional para resolver desafíos que el país impone en aspectos sociales y económicos. Todos se unen para hallar una solución”, agregó Pazos.
El experto dijo que uno de los objetivos del FabLab cruceño es el reducir la brecha digital de género. “Lastimosamente, muchas mujeres no tienen acceso a la tecnología y son más del 50% de la población internacional”, afirmó.
Para Verónica Ágreda, rectora de Unifranz, este nuevo espacio es un lugar donde la innovación y la creatividad se unirán para dar soluciones a los desafíos actuales con perspectiva de género. “Esta podría ser una oportunidad para superar las desigualdades, eliminar los estereotipos, impulsar la alfabetización digital y dar más oportunidades y visibilidad a niños, jóvenes, mujeres y emprendedores en tecnologías”, afirmó.
¿Quiénes podrán acceder al FabLab?
Jorge Pazos aseguró que “todas” las comunidades podrán participar desde menores de siete años hasta adultos mayores de más de 99 años. Los tres segmentos para el FabLab Santa Cruz de la Sierra a ser empoderados son: emprendedores que son los profesionales a quienes les permite desarrollar prototipos de sus productos; el segundo es la comunidad Maker conformada por jóvenes o adultos quienes podrán desarrollar sus iniciativas; y la tercera son alumnos de colegios a quienes se les dará acceso a robótica y a determinadas máquinas.
Grecia Bello, coordinadora FabLab Santa Cruz de la Sierra aseguró que este es un laboratorio de fabricación digital “donde se puede crear casi todo”. Para ello, se integran máquinas como impresión 3D, corte láser, corte de Control Numérico Computarizado (CNC) y mucho más. “Este lugar existe para empoderar a los jóvenes y niños emprendedores; y que pasen de ser usuarios a creadores de nueva tecnología”.
Marcelo Pacheco, director de la carrera de ingeniería de sistemas de Unifranz Santa Cruz aseguró que el laboratorio de fabricación digital cuenta con varias impresoras 3D, cortadoras, fresadoras que sirven para cortar madera, acrílicos, realizar tallados o muebles; cortadoras laser que hacen un acabado más fino; y un laboratorio de realidad virtual y aumentada.
Los laboratorios de robótica tienen el equipamiento oficial de Arduino para trabajar en áreas relacionadas a robótica, internet de las cosas que se emplean en ciudades inteligentes. Por ejemplo, por medio de tecnología ayudar en los sistemas de riego, construir sensores para determinar la calidad del aire.
En principio, se hacen los diseños en 3D y la información se pasa a las máquinas que, de manera inteligente, realizan los proyectos. “Se puede hacer una infinidad de trabajos y lo más importante es que no sólo es para la universidad, sino está abierto para nuestra comunidad porque se pueden hacer proyectos sociales”. Mencionó, por ejemplo, que en la pandemia se lograron fabricar respiradores que tenían patentes libres en FabLab de otras partes del mundo.
“Hacía falta en Santa Cruz un laboratorio de fabricación digital y este sería uno de los primeros en estar muy bien equipado para el servicio de la comunidad porque ayudará a la creatividad e innovación de proyectos de todas las carreras. Lo podrán usar desde estudiantes de medicina hasta psicología porque -como saben- la tecnología está en todo”, afirmó.
Este es uno de los pilares de Unifranz: “aprender haciendo” y los estudiantes tendrán la posibilidad de prototipar y realizar sus proyectos. Además, le da la posibilidad de interactuar con expertos de otras ciudades del mundo porque el laboratorio permite un “aprendizaje colaborativo”. “Uno comparte proyectos con estas otras universidades, con estos países que tengan las mismas instalaciones. Esto no sólo es de ayuda a nuestros estudiantes sino a toda la comunidad”, finalizó Pacheco.
Gracias por la oportunidad.