Cada 27 de diciembre se celebra el Día de los Santos Inocentes, una jornada que, según la tradición, permite hacer bromas desde el mediodía de esa fecha hasta el mediodía del 28. Esta celebración, profundamente arraigada en la cultura popular y de origen religioso, invita a vivir momentos de humor y diversión.
Sin embargo, más allá de esta fecha, cultivar el buen humor y disfrutar de un ambiente alegre resulta esencial para una vida equilibrada. Según Liudmila Loayza, directora de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz, “el sentido del humor nos hace reír, nos divierte y nos permite ver la vida con un matiz más armonioso”. Además, señala que las personas capaces de reír y bromear contribuyen a generar un clima agradable en sus entornos, ya sea en el ámbito familiar, laboral o social.
La risa como terapia
Diversos estudios han demostrado que la risa tiene múltiples beneficios para la salud. Loayza explica que “la risa ayuda a relajarse, disminuye las preocupaciones y reduce el estrés al ser un sentimiento antagonista al miedo o la ansiedad”. Este efecto positivo en el estado anímico y mental también repercute en la salud física, posicionando a la risa como un remedio natural y económico que incluso podría superar en eficacia a algunos tratamientos farmacológicos.
“La risoterapia es una herramienta poderosa para enfrentar el estrés y las preocupaciones”, añade la especialista. Ejemplos de esta técnica se reflejan en la cultura popular, como en la película Patch Adams, protagonizada por Robin Williams, donde se utiliza el humor como complemento para tratar dolencias físicas y emocionales.
El lado oscuro del humor
Aunque el humor tiene una naturaleza positiva, Loayza advierte sobre el uso del sarcasmo, una forma de agresión pasiva que puede dañar a otras personas. En estos casos, “no puede llamarse sentido del humor”, ya que pierde su esencia al convertirse en un acto que genera malestar en lugar de alegría.
Por otro lado, un buen sentido del humor no solo estimula la creatividad, sino que también fomenta la autoestima, especialmente cuando alguien puede reírse de sí mismo. Este gesto refleja confianza personal y una perspectiva saludable hacia la vida.
La tradición de Santos Inocentes
El Día de los Santos Inocentes tiene raíces históricas vinculadas a la religión católica. Se remonta a los primeros años de la era cristiana, cuando el rey Herodes I, temeroso de perder su poder, ordenó la muerte de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, buscando eliminar al Mesías anunciado.
A pesar de este origen trágico, con el tiempo la fecha adoptó un significado más ligero y festivo, convirtiéndose en un día para bromas y risas. En la actualidad, se mantiene como una tradición que, más allá de sus raíces religiosas, destaca la importancia del buen humor como una herramienta para aliviar tensiones y fortalecer la convivencia.
La alegría como estilo de vida
“Risa, humor y alegría son emociones esenciales en la vida humana”, señala Loayza. Estas actitudes ayudan a reducir el sufrimiento y las preocupaciones, generando entornos cálidos y acogedores. Además, promueven el bienestar emocional, aliviando dolores y combatiendo el estrés.
En definitiva, la risa es un recurso poderoso para enfrentar los retos de la vida. Ya sea en un día específico como el de los Santos Inocentes o en la cotidianidad, mantener el buen humor es una herramienta invaluable para cultivar relaciones sanas y disfrutar de una existencia más plena.