El periodismo en Bolivia y el mundo tiene su mayor fortaleza en la credibilidad. No es fácil sostener esa cualidad. Equivale a un vaso de cristal que podría rajarse o romperse en cualquier momento, asegura la periodista Lupe Cajías, Premio Nacional de Periodismo 2018, cuya trayectoria fue recientemente reconocida por la Universidad Franz Tamayo.
Según Cajias, la credibilidad es la base del buen periodismo por lo que hay que tener cuidado en cómo se informa, cómo se accede a la información, cómo se la elabora y cómo se la devuelvo al público.
Es cuidar la imagen personal del periodista, desde su comportamiento, como dice el refrán “hay que predicar con el ejemplo”. “Imagínense ustedes, qué credibilidad tendría un periodista que la noche anterior ha sido visto borracho o en condiciones lamentables. Hay que tener mucho cuidado en nuestra vida para poder tener esa palabra que pueda despertar confianza en la población”, agrega.
En tanto, Pedro Rivero Jordán, director de EL DEBER y actual director de la carrera de Periodismo de Unifranz, sostiene que la credibilidad abandera la independencia del periodismo, en estos tiempos políticamente polarizados.
Este pilar es puesto a prueba diariamente en las salas de redacción de los medios de información a fin de no perder la perspectiva de la imparcialidad en la apreciación de los hechos que suceden y no desviarse ni un “ápice de la búsqueda de la verdad”, como principal misión de un medio de comunicación, independiente y creíble.
«Una vez perdida la credibilidad es imposible recuperarla»
Rivero Jordán destaca la labor de EL DEBER como «celosos vigilantes de esos pilares. No permitimos que esos pilares fundamentales se fisuren (…). Más bien los consolidamos cada vez más para seguir mereciendo la confianza y el crédito de la gente (…)”, dice Rivero.
Periodismo ‘hostigado’
Paradójicamente a lo que supone vivir en democracia, donde las personas gozan de todos sus derechos constitucionales como la libertad de asociación o de expresión, en la actualidad, el periodismo en varios países de la región atraviesa una de sus peores crisis y es ejercida de forma ‘hostigada’.
Cajías considera que “en este momento, el periodismo se ejerce de forma hostigada porque el Estado no entiende cuán importante es tener múltiples voces”.
Si bien Lionel Barber (Financial Times) subraya que la independencia es el valor más preciado para un medio de calidad y que ésta se defiende día a día ante los poderes políticos, económicos y los propietarios, esta cualidad se la está perdiendo poco a poco por diversos motivos.
Para Cajías, el slogan de periodismo o periodista independiente podría ser relativo porque ya no se sabe hasta dónde el periodista puede ser independiente, pero lo que sí no se debe renunciar es a escuchar múltiples voces.
La periodista lamenta que la democracia, en vez de fortalecer al periodismo en cuanto a la promoción de valores como la independencia o la búsqueda incesante de la verdad, haya dado paso a un periodismo “irresponsable”, donde muchas veces lo banal se apropia de los titulares y de gran parte de los espacios informativos en formatos como la televisión y la radio.
El periodismo debe aproximarse a la verdad
El periodista mexicano Juan Manuel Alegría, aseguraba hace algunos años que “el periodista busca la verdad. La labor del periodismo no consiste en tumbar gobiernos sino en mostrar sus excesos o sus fallas. Es un deber sustentar su investigación en fuente confiables, testimonios, y verificar esos datos; esas pruebas son su denuncia”.
En la misma línea, Cajías sostiene que el periodista debe buscar siempre la verdad y saber que, el momento en que elige este noble oficio, tiene que renunciar a otras libertades y que, igual que en la investigación de cualquier hecho criminal, el periodismo debe buscar la verdad escuchando distintos testigos, analizando distintos momentos o revisando distintas memorias.
“Eso es lo que enriquece (…). Un mundo cuadriculado no sirve para nada y creo que, en estos años, como lo dije al recibir el Premio Nacional de Periodismo 2018, el periodismo se desarrolla bajo una presión sutil (…). Estamos, quizá, en uno de los momentos más difíciles (…)”, dice la destacada columnista de opinión.