El Banco Mundial alertó a principios de enero de este 2024 que la economía mundial va camino a registrar su peor desempeño de las últimas tres décadas para un período de cinco años.
Si bien el riesgo de una recesión mundial ha disminuido, las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania o en el Medio Oriente podrían crear nuevos riesgos a corto plazo para la economía mundial, según el organismo internacional.
“Las perspectivas a mediano plazo de muchas economías en desarrollo se han ensombrecido en medio de la desaceleración del crecimiento en la mayoría de las principales economías, la lentitud del comercio mundial y las condiciones financieras más restrictivas de las últimas décadas. Se prevé que en 2024 el crecimiento del comercio mundial será solo la mitad del promedio registrado en la década anterior a la pandemia. Asimismo, es probable que los costos de endeudamiento para las economías en desarrollo sigan siendo elevados”, sostiene el Banco Mundial en la edición más reciente (9 de enero de 2024) del informe “Perspectivas económicas mundiales”.
En este complejo tejido global, el papel del economista adquiere un rol esencial en la interpretación y propuesta de soluciones a los desafíos que enfrenta la sociedad, en un contexto donde las decisiones económicas repercuten a nivel local e internacional.
Desde la gestión de crisis, la planificación a largo plazo, la gestión de políticas económicas o la orientación en decisiones financieras, los economistas desempeñan un papel crucial para la toma de decisiones que impactan directamente en la vida de las personas y el desarrollo de las naciones.
En el ámbito empresarial, su asesoramiento ayuda a moldear estrategias de inversión, financiamiento y gestión, asegurando la viabilidad y rentabilidad de las empresas en un entorno competitivo y dinámico, según Kadir Lanza, director de la carrera de Ingeniería Económica y Financiera de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“El economista ayuda a tomar decisiones de inversión de financiamiento y de gestión de las empresas para que éstas puedan obtener beneficios, minimizar riesgos y elevar su rentabilidad”, puntualiza.
Pero la influencia del economista trasciende las fronteras de las empresas. Sus decisiones también impactan en la vida cotidiana de las personas ya que, según Lanza, “la economía es aquello que te permite hacer que las cosas sean posibles, porque sin dinero no se puede lograr resultados”.
La economía, como motor principal, genera cambios, abre puertas y crea oportunidades para el progreso y el bienestar. Sin embargo, este motor también enfrenta desafíos que exigen respuestas urgentes y eficaces.
En tanto, para Rolando López, estratega de gestión y transformación empresarial y vicerrector de Unifranz, el ingeniero económico debe tener habilidades humanas y profesionales porque “la economía es la ciencia para administrar la escasez (..) para estudiar economía es necesaria una mentalidad de abundancia”.
El académico destaca la integridad por encima de la corrección política, la capacidad de sopesar situaciones, el detenerse a pensar antes de dar un paso y el amor por la vida, como las principales cualidades de los profesionales en este rubro.
“Siempre hay que estar dispuestos a vivir con mentalidad de abundancia, integridad, plena conciencia y capacidad de disfrute, todas estas cualidades son propias de un profesional y en particular de un ingeniero económico”, puntualiza.
Por su parte, Kadir Lanza suma a esas habilidades la administración del dinero, el gusto por las matemáticas porque es una de sus principales herramientas y la toma de decisiones estratégicas.
Retos actuales
En la actualidad, según Lanza, los profesionales de esta área enfrentan una serie de desafíos debido a la complejidad y la rápida evolución del entorno económico global, que incluyen:
- Cambio tecnológico: la rápida evolución tecnológica está transformando las industrias y los mercados laborales, lo que requiere que los economistas comprendan cómo estas tendencias afectan la producción, el empleo y la distribución del ingreso.
- Globalización: la economía globalizada presenta desafíos y oportunidades únicas, como la integración de las cadenas de suministro internacionales, la competencia en los mercados globales y las tensiones comerciales entre países. Los economistas deben entender cómo funcionan estas dinámicas y cómo afectan a las economías nacionales e individuos.
- Cambio climático y sostenibilidad: el cambio climático plantea importantes desafíos económicos en términos de mitigación de riesgos, adaptación a los impactos ambientales y transición hacia una economía más sostenible. Los economistas tienen un papel crucial en el desarrollo de políticas y estrategias para abordar estos problemas.
- Desigualdad económica: la creciente desigualdad de ingresos y riqueza es un tema importante en muchas economías. Los economistas deben estudiar las causas y consecuencias de la desigualdad, así como desarrollar políticas para abordar este problema de manera efectiva.
- Innovación financiera y regulación: la innovación financiera y la complejidad de los mercados financieros plantean desafíos en términos de regulación y estabilidad financiera. Los economistas necesitan comprender estas dinámicas para desarrollar marcos regulatorios efectivos y prevenir crisis financieras.
- Economía del comportamiento: la economía del comportamiento, que incorpora insights de la psicología en el análisis económico, está ganando importancia. Los economistas deben integrar estos enfoques para comprender mejor cómo las decisiones económicas son influenciadas por factores emocionales y cognitivos.
Abordar estos desafíos requiere una comprensión sólida de la teoría económica, así como la capacidad de aplicar este conocimiento de manera efectiva en un mundo en constante cambio.
“En un mundo marcado por conflictos geopolíticos, el economista se encuentra en la primera línea de defensa contra los riesgos que amenazan la estabilidad económica. Desde tensiones en Oriente Medio hasta la crisis en Ucrania, cada suceso tiene el potencial de desencadenar consecuencias globales, afectando los precios de los energéticos y la seguridad alimentaria, poner en riesgo la cadena de valor de todo el proceso productivo e industrial de alimentos y plantear desafíos a las entidades que toman decisiones, entre otros aspectos fundamentales”, concluye Lanza.