Las nuevas tecnologías han dado surgimiento no solo a nuevas formas de comunicación, interacción o negocios, sino fundamentalmente a nuevos conceptos que de manera constante son utilizados en el mundo empresarial. Las empresas emergentes afianzan su valor de mercado en la relación con la tecnología.
Startup resume este nuevo concepto global. Hace referencia a negocios con ideas innovadoras que sobresalen en el mercado gracias a su fuerte componente tecnológico.
Las Startups son empresas que comercializan productos y/o servicios a través del uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s). En Bolivia es un rubro en crecimiento, asegura Antonio Riveros, director ejecutivo (CEO) de Creotec y miembro de Startups Bolivia, un colectivo ciudadano, creado en 2019, frente a la necesidad de contar con políticas públicas para el sector emprendedor tecnológico.
El modelo escalable representa a las Startups. Se identifica por un crecimiento rápido y sostenido en el tiempo. El elemento tecnológico hace que la Startup escale de forma ágil y rápida, pero con un capital inferior al de las empresas tradicionales. En su gran mayoría, son jóvenes con ideas creativas e innovadoras quienes la impulsan, con una fuerte posibilidad de riesgo al fracaso.
Cinco destrezas caracterizan a creadores de Startup
Antonio Riveros forma parte del equipo de expositores que integró el Futures Week, organizado por Unifranz. Con su experiencia acumulada, recoge las cinco características más destacadas de las personas que optan por su propia Startup. Se requieren algunas habilidades blandas, es decir la forma en que las personas se relacionan unas con otras.
“Las habilidades blandas, son destrezas que si bien las puedes aprender, principalmente tienes que practicar más, como el liderazgo. Se aprende en la cancha, en la universidad de la vida, como decimos”, asegura.
Tener el chip de emprendedor, es decir que para emprender tienes que “aventurarte”, pese a la incertidumbre y el riesgo al fracaso. Según las estadísticas el 90% de los negocios fracasan antes del primer año, menciona.
Conocer las reglas de juego que conlleva lidiar con la incertidumbre propia de un negocio nuevo, es decir liderar, contratar personal, sacar el producto, empezar a vender, encarar una estrategia de marketing, contabilidad, impuestos, en fin, todo lo que conlleva un emprendimiento.
Ser y ejercer el liderazgo para trabajar en equipo, motivar, organizar y llevar a cabo acciones para lograr fines y objetivos que involucren a personas y grupos de trabajo.
Comunicar para lograr que otros inviertan en la idea de negocio, compren los productos, sean futuros socios, sean clientes.
Ser optimista. Los emprendedores tienen que tener una enfermedad llamada optimismo, indica Riveros.
“Los optimistas creemos que las cosas van a salir bien sin tener ninguna prueba fehaciente de que esto va a ocurrir, a veces nos llaman locos, soñadores, nos dicen que pisemos tierra, pero nuestro optimismo es el que nos va a permitir perseverar, que es una de las grandes virtudes, una de las grandes habilidades que tiene el emprendedor, perseverancia o como se lo conoce ahora como resiliencia”, afirma el expositor boliviano.
Aunque hay más habilidades, entre duras y blandas, para emprender mínimamente hay que reunir las cinco habilidades blandas o skills destacadas por Riveros.
Startup: disruptivos y escaladores
Asimismo, las Startup, según Riveros, tienen dos características primordiales respecto al modelo de negocios. Primero, deben ser disruptivos, el producto tiene que ser nuevo y diferenciador de otros emprendimientos y, segundo, tienen que ser escalables, y eso solo es posible con las tecnologías.
“Normalmente, las startup son digitales, la tecnología hace que tu modelo sea escalable, a qué me refiero con escalable, a que pueda crecer de una manera acelerada en corto tiempo, lo cual lo hace una startup”, finaliza Riveros.