
Aprender, desaprender y reaprender: la clave para seguir creciendo en un mundo cambiante
Aprender toda la vida ya no es una opción, es una necesidad. Conoce por qué desaprender y reaprender es vital para seguir vigente.
Aprender toda la vida ya no es una opción, es una necesidad. Conoce por qué desaprender y reaprender es vital para seguir vigente.
Saber no es suficiente: la experiencia práctica reduce la curva de aprendizaje y mejora la empleabilidad desde el primer día.
Propuestas sobre empleo y empleabilidad de candidatos fueron discutidas en conversatorio del ONT con enfoque técnico y mirada de futuro.
La primera entrevista laboral puede cambiar tu futuro, con preparación, actitud y autoconocimiento son las claves para destacar como un joven profesional.
El desempleo juvenil en Bolivia crece por la informalidad, la falta de experiencia y el desajuste entre la formación profesional y las demandas del mercado laboral.
Hoy, el mundo laboral es competitivo y la inexperiencia puede convertirse en un obstáculo considerable para aquellos que buscan su primer empleo. Aunque muchos jóvenes profesionales culminan sus estudios con una formación teórica, el salto de la universidad al mundo laboral suele representar desafíos para los nuevos profesionales.
Estudiar y trabajar a la vez es un reto que miles de jóvenes bolivianos enfrentan con valentía. Unifranz impulsa su formación con becas, apoyo integral y oportunidades para transformar su futuro.
Vivimos en una era marcada por el hipertrabajo, la competitividad constante y la conexión ininterrumpida, lo que causa que cada vez más personas experimenten una fatiga profunda que va más allá del cansancio físico. Se trata del síndrome de burnout o agotamiento laboral, una condición reconocida oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2022 como una enfermedad ocupacional.
La falta de competencias tecnológicas básicas en la población adulta es uno de los desafíos más urgentes para el desarrollo social y económico. El acceso desigual al conocimiento digital no solo limita las oportunidades de inserción laboral para millones de personas, sino que también amplía brechas estructurales ya existentes relacionadas con la edad, el nivel educativo, el género y la ubicación geográfica.
El mercado laboral actual ya no se basa únicamente en el dominio de herramientas técnicas o conocimientos teóricos. Las empresas buscan profesionales capaces de comunicar sus ideas, adaptarse al cambio, colaborar en entornos híbridos y, sobre todo, mantener una actitud de aprendizaje continuo.