El uso de la Inteligencia Artificial (IA), valiosa herramienta para mejorar la calidad y la eficacia de la educación, está dejando obsoletos algunos modelos educativos tradicionales y está dando paso a la innovación en la educación, facilitando el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Con una amplia gama de recursos educativos, las herramientas tecnológicas impulsan el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la inteligencia emocional o la resolución de problemas, entre otras.
Lorena Ulloa Bersatti, miembro de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que las herramientas tecnológicas permiten a los estudiantes obtener el máximo beneficio a lo largo de su proceso educativo, lo que a su vez mejora su motivación, su retención y su rendimiento académico; mientras que los modelos educativos tradicionales adoptan un enfoque de talla única para todos.
“Como educadores debemos adaptarnos a los cambios tecnológicos, adoptar la IA y aprender a utilizar sus beneficios en la mejora de la calidad en la enseñanza y el aprendizaje, preparando a los estudiantes para los desafíos y oportunidades del futuro en constante evolución”, indica.
Ulloa considera que la IA está revolucionando la educación superior al ofrecer innovación en la enseñanza, la personalización del aprendizaje, el ahorro de tiempo, la optimización del trabajo de los educadores y la gestión de recursos que aportan en el enriquecimiento de la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
“La IA puede ser una herramienta valiosa para avanzar en la educación y mantenerse a la vanguardia, sin embargo, su éxito dependerá de cómo se integre de manera efectiva en los procesos educativos”, puntualiza.
Cultivar habilidades duraderas en los estudiantes
Más allá del conocimiento académico o técnico, habilidades blandas, como el pensamiento crítico, la creatividad, el razonamiento ético y la inteligencia emocional, deben ser cultivadas permanentemente por los docentes.
Este grupo de habilidades son cruciales para el desarrollo integral y la capacidad de enfrentar los desafíos presentes y futuros, por parte de los estudiantes.
“Como educadores debemos fomentar actividades como la resolución de problemas reales complejos, el debate ético, el razonamiento lógico, la toma de decisiones o el trabajo multidisciplinario”, dice la pedagoga.
El objetivo es que los nuevos profesionales piensen de manera innovadora, propongan soluciones originales a los desafíos, desarrolle la escucha activa, expresión clara de ideas, habilidades de manejo de conflictos, la empatía, la resiliencia, toma de decisiones éticas, liderazgo, trabajo en equipo y visualización de los desafíos como oportunidades.
Modelo tradicional en la educación ya no es sostenible
El modelo educativo tradicional, según Ulloa, ya no se ajusta a las necesidades de este mundo en constante cambio y que la era de la IA está impulsando la demanda de nuevos modelos, incluidos los modelos basados en competencias.
¿Por qué se está descartando el modelo tradicional? Porque se enfoca en la memorización y repetición, impone un enfoque uniforme de enseñanza y evaluación sin tener en cuenta diferencias individuales en estilos, ritmos y necesidades de aprendizajes y tiende a ser inflexible en la adaptación a las necesidades individuales de los estudiantes.
Asimismo, la retroalimentación tardía sobre el desempeño del estudiante, la desconexión del contenido con el mundo real, centrados en memorizar hechos, evaluación centrada en exámenes estandarizados, poco incentivo en pensamiento crítico, comunicación afectiva o trabajo en equipo.
Hoy, es tendencia a nivel mundial, la implementación de sistemas de evaluación basados en competencias y programas que desarrollen habilidades requeridas en la era de la inteligencia artificial, como son las habilidades que permiten el aprovechamiento de oportunidades, el planteamiento de desafíos complejos, la colaboración efectiva, la comunicación de ideas y resultados, el pensamiento ético y la toma de decisiones.
La combinación de la AI en el proceso de enseñanza aprendizaje, puede ofrecer una experiencia más eficiente y personalizada, transformando la educación a fin de preparar a los estudiantes de manera efectiva, a la par del avance de la tecnología, las necesidades de la sociedad y la educación.
Para Ulloa, es importante recordar que, si bien la inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa en el modelo educativo, no reemplaza el juicio y orientación de los educadores.