Modelo educativo cíclico que potencia el aprendizaje

By Aldo Juan Peralta Lemus

El learning loop se estructura en etapas que se retroalimentan entre sí.

El learning loop, o ciclos de aprendizaje, es una de las herramientas más efectivas para fortalecer la adquisición de conocimientos y consolidación del saber. Su importancia radica en que no concibe el aprendizaje como un evento aislado, sino como un proceso constante de práctica, retroalimentación y progreso continuo, lo que permite una mejora y desarrollo gradual en el aprendizaje.

Mario Ariel Quispe, Jefe de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, señala que, a pesar de los esfuerzos del docente, es común que los estudiantes no logren recordar o retener la información abordada. En muchas ocasiones, no basta con que el docente repita o explique un tema varias veces durante las clases.

“El learning loop, sostiene que el aprendizaje es un proceso de constante retroalimentación. Se puede dividir en diferentes ciclos, por ejemplo, al terminar los dos primeros ciclos el siguiente (el tercero) deberá brindar una recapitulación y retroalimentación sobre lo aprendido, abordando y mejorando la forma de retener aspectos vistos anteriormente por el estudiante”, explica el académico.

Un análisis de Harvard Business Review, demostró que las organizaciones que aplican learning loop mejoran su desempeño un 15-20% más, llegando a utilizarse en ciclos dobles para mejores resultados. Un estudio en 2020 muestra que los estudiantes que utilizan plataformas con retroalimentación iterativa (que repite o reitera por ciclos), mejoran 30% más en disciplinas como matemáticas, a comparación de los métodos tradicionales.

El learning loop se estructura en etapas que se retroalimentan entre sí: primero se adquiere nueva información, luego se pone en práctica, se reciben observaciones o resultados, y finalmente se reflexiona para ajustar lo aprendido y avanzar hacia un nivel superior de comprensión. Este círculo virtuoso permite no solo recordar conceptos, sino aplicarlos con mayor precisión en la resolución de problemas reales.

“Existen múltiples factores que influyen en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Entre ellos se encuentran enfoques como el aprendizaje significativo que permite al estudiante relacionar los nuevos conocimientos con experiencias previas, el aprendizaje experiencial basado en la práctica y la vivencia directa, así como el uso de diversas estrategias y técnicas pedagógicas implementadas por el docente”, sostiene Quispe. 

Estudios en pedagogía y neurociencia han demostrado que la repetición acompañada de retroalimentación inmediata fortalece las conexiones neuronales y genera aprendizaje profundo. Esto explica por qué el learning loop resulta esencial en entornos educativos, empresariales y de formación profesional: no se trata de memorizar, sino de interiorizar el conocimiento para poder innovar y adaptarse a situaciones cambiantes.

“Para lograr esto se dispone de cuatro fases: La primera involucra el primer acercamiento con el aprendizaje a partir de la presentación del contenido educativo. En esta fase el docente implementa la planificación previa en cuanto a estrategias y técnicas de enseñanza, así como los recursos y materiales que emplea. La segunda fase aborda la aplicación del aprendizaje, cómo el estudiante aplica lo aprendido para esto se pueden emplear pruebas de ejecución”, explica el académico.

En la tercera fase se analiza el proceso y resultado de la aplicación del aprendizaje, es decir, qué aspectos han favorecido, perjudicado o limitado la apropiación del nuevo conocimiento. Este análisis brinda las opciones de mejora que serán implementadas el siguiente en el siguiente ciclo. “Esta tercera fase tiene los componentes de la retroalimentación identificando las fortalezas y debilidades de los ciclos anteriores”, destaca el académico de Unifranz.

En la cuarta fase se analizan los resultados de los ciclos anteriores, la retroalimentación es mucho más específica y se contrasta lo encontrado con lo planificado, dicho de otra manera, el resultado con el objetivo de aprendizaje. “Todo con el fin de mejorar el siguiente proceso, habiendo aprendido lecciones, adecuando la planificación y sobre todo: rescatando las buenas prácticas realizadas en los primeros ciclos”, señala Quispe.

En el ámbito laboral, por ejemplo, empresas de tecnología y salud, han adoptado modelos de learning loop para entrenar equipos que enfrentan retos complejos. Los empleados no solo aprenden nuevas competencias, sino que las ponen a prueba, reciben correcciones y ajustan su desempeño. El resultado es un crecimiento sostenido que beneficia tanto a la organización como al individuo.

Este modelo de aprendizaje representa una forma importante de aprender. Adoptar este modelo ayuda a que el conocimiento no se acumule pasivamente, más bien se construya, se ejercite y se fortalezca en cada ciclo de práctica y reflexión. Este modelo garantiza un aprendizaje más dinámico, duradero y transformador.

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